¿Por qué crees que la gente ha conectado con tu música?
Creo que la gente conecta porque se trata de algo inmediato. Canciones que se tocan y se sienten con simpleza, que hablan de cosas mundanas que nos pasan a todos, pero que de cierta manera invitan a la reflexión y son una especie de apoyo o consuelo para muchas personas. Es muy loco cuando viene alguien y te dice que tu música le salvó la vida. Te hace replantearte la vida entera y cuál es el rol que tenemos como artistas a la hora de dar un mensaje.
¿Qué balance haces al año de haberse publicado Ahora?
El balance que hago es que fue un material súper efectivo pero que me aburrió bastante rápido. Fue un disco concebido como un lado b y terminó siendo mi proyecto principal, por eso me genera una especie de paradoja. De todos modos, me ha permitido crecer mucho y llegar a horizontes inesperados, estoy muy agradecido.
¿Y entonces, en qué te encuentras por estos días?
Estoy por sacar un álbum con mi banda Alicia que espero tenga bastante repercusión. Quizás para 2019 venga un segundo disco solista, pero en realidad creo que Alicia se va a convertir en mi apuesta principal. Es un proyecto muy personal con composiciones mías en el que he estado trabajando desde hace algún tiempo. Mi segundo álbum solista voy a dejar que se vaya dando, siento que al primero aún le quedan aún un par de escuchas. Me gustaría proponer esta nueva faceta mía que es diferente pero creo que ya está lista y el mundo la tiene que escuchar.
¿Con qué músicos estás trabajando?
He sido muy solitario para trabajar en este último tiempo. Ahora lo grabé con Gabriel Orozco (Usted Señálemelo), y con Leandro Pezzuti (Las Cosas Que Pasan). Ellos dos fueron los productores de mi primer álbum. El disco de Alicia lo estoy trabajando con Lucca Beguerie (Usted Señálamelo) que tiene un estudio.
“El puente generacional que quería tener en mi disco se fue trazando también en la realidad”
Perteneces a una movida en tu ciudad que ha sido etiquetada como el ‘manso indie’. Cuéntanos un poco de la música que se está haciendo allí...
Desde 2014 en Mendoza ha habido un auge. Varias bandas empezaron a desarrollarse y empezó a crearse una especie de colectividad en cuanto a recitales y festivales independientes, se fue generando una escena que se fue consolidando cada vez más. Al principio, había una o dos bandas importantes, luego cuatro, y ahora la vara está muy alta. Cualquier persona que quiera hacer música en Mendoza tiene que apuntar a ser bastante bueno porque ya hay muy buenas bandas en la movida. Eso ayuda para que cada vez sea mejor la calidad de la música, y que los artistas vayan generando, nuevas ambiciones y más profesionalismo. Hoy en día se ha vuelto una de las escenas más importantes de Argentina y de Latinoamérica. Estamos llegando mucho a países como Colombia, Ecuador, Perú, México, Uruguay, Chile, y todo desde Mendoza que es lo más loco. Es parte de un cambio cultural y de foco. Como todos ya sabemos, siempre Buenos Aires, Rosario, o quizás Córdoba, fueron los focos culturales y musicales de Argentina, y ahora Mendoza está proponiendo algo diferente y nuevo. Eso hace mucho la diferencia.
¿Qué artistas nos recomiendas de esa movida?
Recomiendo mucho Las Cosas Que Pasan, Usted Señálemelo, Perras On The Beach, Mi Amigo Invencible y Spaguetti Western. Estas que acabo de nombrar son bandas que están buenísimas, están juntando un público muy grande y moviendo mucha gente. Después hay un montón de grupos que todavía están saliendo y grabando sus discos. Hay una sub movida que poco a poco va ir floreciendo mucho más. Pero esas que te cuento me parecen ahora las bandas más importantes de Mendoza.
El ‘manso indie’ nace desde la autogestión. ¿Piensas que debes mantenerte como artista independiente?
Todavía sigo siendo independiente y creo que lo seguiré siendo, como también Perras On The Beach y Usted Señálamelo. Somos una especie de colectivo de artistas que se brindan apoyo entre si, que se van pasando contactos, y van armando cosas en conjunto o de manera independiente porque somos todos empresas individuales, por llamarlo de algún modo. Creo que el hecho de contar con el apoyo de otros músicos, el tener una experiencia y poder compartirla es algo que hace que no necesites hoy en día de una compañía de discos. La publicidad y esas cosas ya las haces vos a través de redes sociales, y si ya tienes un piso para invertir puedes hacerlo en editar buenos discos. El problema de las discográficas y multinacionales es que de alguna manera intentan explotar al artista, y creo que ser independiente nos da más libertad y nos da más alcance, porque estamos nosotros creando nuestro propio mercado sin que nos digan a qué tenemos que apuntarle o a quién venderle nuestra música. El internet es de alguna manera importante en todo lo que nos está pasando porque así es como llegamos a México y pudimos hacer una gira. Fue todo a través de Instagram.
¿Cómo es la cotidianidad de un músico en Mendoza? ¿Que tiene de especial esta ciudad para que se haya dado este fenómeno?
Mendoza es todo lo contrario a lo que debería ser. No hay lugares para tocar, es muy difícil ser músico, que te presten atención, pero igual nos dedicamos a esto. Un día cotidiano de nuestro grupo de amigos es ir al estudio y sala de ensayo de los de Usted Señálemelo, y estar ahí todo el tiempo compartiendo. Ahora está cambiando porque estamos girando mucho, entramos y salimos todo el tiempo de Mendoza, entonces nos encontramos también en giras, puede ser en Buenos Aires, o en Chile, entonces Mendoza es también un lugar al que vamos a descansar, o a componer, es un lugar muy tranquilo no hay mucha gente, y está empezando a gestarse un cambio en cuanto a los lugares, a la disposición, y a los circuitos. Lo que pasa es que ese cambio lo estamos haciendo la gente joven y es algo que toma mucho trabajo, por eso también de alguna manera tocamos más afuera, en el resto del país, que en nuestra propia ciudad. Pero Mendoza tiene esa tranquilidad que no la tiene Buenos Aires. Cuando estoy en Buenos Aires no puedo componer tranquilo, no puedo ensayar tranquilo, no puedo pensar tranquilo. En cambio, en Mendoza tengo mi espacio y mi tiempo, puedo juntarme con mis amigos y tenemos esa libertad creativa que creo que influye mucho en nuestro arte.
¿Cuántas personas van a ver un show de una de estas bandas a nivel local?
Es algo que ha ido modificándose. Primero eran solo personas de gusto indie las que iban a los conciertos, y esto cada vez se ha ido ampliando más. Actualmente por fecha van desde 500 hasta 1500 personas, cada vez va creciendo, y no solo va gente de la movida o pibes, ahora van chicos grandes, familias, gente de otros palos que no tiene nada que ver con la música pero por alguna razón ha escuchado tu disco y va. El público que vamos acaparando se va haciendo bastante grande y variado lo cual me parece increíble.
¿Cómo fue la aceptación de este fenómeno en otras partes de Argentina?
Ha sido muy espontáneo todo, la recepción ha sido casi automática. A partir del momento en que nos empieza a ir bien en Buenos Aires nos reciben en el resto del país. La verdad que ha habido muy buena aceptación en Argentina, y en todas las provincias a las que hemos ido. Hay gente que nos escucha, que ya se sabe las canciones y compra las entradas, lo cual para nosotros es increíble. Es como un sueño hecho realidad.
Tu música tiene mucha influencia del rock argentino clásico. ¿Por qué ha sido tan importante para ti esa herencia?
Previo al disco sentía como una especie de compromiso, de unir ese puente generacional y poder reivindicar un montón de cosas, de valores de la música argentina que estaban un poco en el olvido, o que la gente no la tenía tan en cuenta, y a mí me parecen un pilar fundamental de todo lo que hacemos. El disco fue para mí un homenaje. Estaba buscando también interpretar todo esto de manera más fresca, mas joven y más actual, pero tomando esas herramientas que han sido la música que escuchaban mis viejos, la que sonaba en la radio, la música con la que me crié, y ponerlo todo en un contexto más millennial, mas actual. Yo creo que ese fue el resultado del disco, trazar un puente de una generación a la otra.
"Como todos ya sabemos, siempre Buenos Aires, Rosario, o quizás Córdoba, fueron los focos culturales y musicales de Argentina, y ahora Mendoza está proponiendo algo diferente y nuevo. Eso hace mucho la diferencia"
¿Qué clásicos te influenciaron para hacer Ahora?
Fito Páez tiene un álbum con Luis Alberto Spinetta que es como la madre de mi disco, es el La la la, y el padre vendría a ser Clics modernos de Charly García. Estos fueron los dos clásicos de rock argentino que más escuché y de donde saqué más referencias para hacer Ahora.
¿Cuáles son tus artistas y piezas predilectas de rock argentino?
Me gusta mucho Charly García, Spinetta, y luego algo más actual como Illya Kuriaki & The Valderramas, Babasónicos o Viejas Locas. La música de Argentina en diferentes facetas, desde el rock hippie de Spinetta de sus primeros años hasta la dictadura, y luego el rock neoliberalista de los noventa, super bizarro y absurdo, pero a la vez con mucho contenido social.
¿Se han manifestado sobre tu música alguno de estos artistas que admiras?
Hay un feedback, estamos ahí ya poniéndonos en contacto con gente que admiramos. El otro día nos enteramos que Calamaro es fan de toda la movida mendocina y que quiere invitarnos a su casa a hacer un asado. A Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur (Illya Kuriaki & The Valderramas) ya los conocía, de hecho, hace poco en el show de Mendoza en el que presenté mi disco invité a Emmanuel e hicimos una canción juntos, y él hace poco en Buenos Aires también me invitó a su show. Para mí fue una locura saber que escuchó mi disco y que le gustó, ser consciente de que hay una admiración mutua. El puente generacional que quería tener en mi disco se fue trazando también en la realidad.
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