"Se respiraba un ambiente catastrofista con el cabrón del disco"
EntrevistasLove Of Lesbian

"Se respiraba un ambiente catastrofista con el cabrón del disco"

Andreu Cunill — 08-04-2021
Fotografía — Archivo

Un vacío, y su magnetismo. Lava cósmica. Y entender que mañana, hoy, siempre y nunca, dan igual cuando la vida no tiene sentido. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez? Un paso, acto trascendental y... “V.E.H.N. (Viaje Épico Hacia la Nada)” (Warner, 21), el esperado nuevo trabajo de unos Love Of Lesbian maduros y profundos.

A estas alturas Love Of Lesbian en su deriva ascendente (¿acabará alguna vez?) siguen queriendo exprimir el alma y hacernos sentir. Sentir. En algún sitio leí y no consigo situar la cita, que el arte complaciente es el que quiere hacerte sentir bien y el arte en mayúsculas aspira tan solo a hacerte sentir. Love Of Lesbian en este disco que nos presentan, nos hacen sentir jodidos, alegres, confundidos, apasionados, cabreados, tristes y muchas emociones más. Para ello se alejan de aquellas canciones de cresta lírica y estructuras más enrevesadas que se oían en “El poeta Halley”. Su última obra es más concreta. La ironía intrínseca de Balmes salpica más cabreo, es más contundente y el pathos grupal le acompaña con pirotecnia dirigida. Estructuras a base de riffs con esqueleto de loop que, cual almohadas, respaldan unas melodías que Santi Balmes canta mejor que nunca.

Épica, la palabra que se cuela en el título del disco, siempre la he relacionado con la banda. Ellos son amigos eternos, quijotes en acción, y domadores de esa épica con la que nos obsequian a borbotones. Perfectamente acomodada y satinada por su equipo de producción habitual. Ese implacable monstruo de tres cabezas formado por Santos Berrocal, Florenci Ferrer y Ricky Falkner. Esa épica que les ayuda a incendiar audiencias ávidas. El escenario parece que ya está puesto, a pesar de las dificultades actuales, y las canciones quieren salir para ser compartidas. Todo está que arde. Solo necesitan un paso. Y nada más.

¿Qué significa a estas alturas de la película hacer un nuevo disco para Love Of Lesbian?
(Santi Balmes, voz y guitarra) Significa lo mismo que en las veces anteriores. Es un compendio de todas tus experiencias emotivas y vitales de los últimos años traspasado a un formato musical, donde todo queda más mitificado. Para nosotros la motivación es condensar todas nuestras experiencias en viñetas musicales para transformar la fealdad en belleza. Lo demás es arbitrario, es decir, que ahora seamos una banda que sacamos discos y nos van bien las cosas. Te aseguro que la motivación es la misma ahora que cuando empezamos a cantar en inglés. Cuando sacamos el primer disco, nadie nos pedía un segundo. Cuando no tienes demasiado éxito y sigues grabando e intentándolo, hay básicamente dos tipos de motivaciones: a) querer triunfar y hacerte famoso o b) es lo que necesitas hacer.

"Veníamos de una necesidad de estar más enfadados que no teníamos con “El poeta Halley”. Y teníamos algunos motivos para indagar en esta emoción". (Santi Balmes) 

Entiendo que para vosotros es la opción B. Precisamente mi siguiente pregunta seguía el hilo de tu respuesta. Se trataba de saber cuál era vuestra motivación para este disco. A mí se me ocurren muchas más, desde arreglar cosas que no os convencieron del anterior disco, hasta hablar de un amor no correspondido, hasta mil y una otras motivaciones. ¿Cuál es la vuestra para “Viaje Épico Hacia la Nada”?
(Santi) De hecho, la mayoría de discos que hacemos son pendulares, y son contestaciones al disco inmediatamente anterior. En nuestro caso, “El poeta Halley” era un disco de letras larguísimas, y de mucha lírica. En cambio, para este tuvimos claro que queríamos ser más esquemáticos y más contundentes. También hay algo de amor propio, por aquello de que aún no hemos dicho todo lo que teníamos que decir. Un afirmar que aún estamos vivos.
(Juli Saldarriaga, guitarra y voz) Parte de la discusión que tuvimos al inicio de grabar el disco era sobre hacer algo que no habíamos hecho en los discos anteriores. Se trataba de intentar encontrar canciones que girasen alrededor de un mantra, un loop, un mood e intentar profundizar con este material. En “El poeta Halley” había muchos cambios y saltos melódicos y aquí nos apetecía ser, como te decía Santi, más contundentes. Es verdad que de la idea a la realidad siempre hay un sesgo, pero creo que hemos conseguido bastante nuestro propósito inicial.
(Oriol Bonet, batería) Yo también añadiría que en Love Of Lesbian han pasado muchas cosas últimamente, y ha habido mucha limpieza mental. Hemos entrado a grabar en un momento mucho más maduro a nivel personal y nos apetecía mostrar toda esta correspondencia emocional con nosotros mismos.

Tal como dices Oriol, después de algunos cambios estructurales profundos en los últimos tiempos, parece que finalmente el barco sigue un rumbo con el que os sentís confortables. ¿es difícil manejar el barco y ser coherente en las diferentes facetas como artista, padre, amigo, amante, etcétera?
(Jordi Roig, guitarra) Algunos de estos cambios a los que nos referimos cuestan más de asimilar de lo que pensaba. Una cosa es tomar la decisión y otra muy diferente pasar a la acción. En el caso de Joanra ha sido muy difícil ponerse en un lugar en el que poderse sentir bien. Lo mismo con dejar Musicbus, ha sido un desgaste muy fuerte. En estos últimos años ha habido algunas épocas en las que estar en Love Of Lesbian era un auténtico Dragon Khan emocional.
(Santi) Son cosas que ya tenemos olvidadas. Son experiencias y malos recuerdos que intentas sacártelos de encima. Pero realmente ha sido una larga travesía por el desierto, que ha sido infinitamente desagradable para nosotros. Yo creo que nos ha hecho más fuertes y es un capítulo más que podemos contar. Y amor absoluto para Joanra.

Entonces, ¿Qué es lo mejor y lo peor de ser un Lesbiano?
(Juli) Para mí lo mejor es materializar aquel sueño de adolescente en el que me imaginaba grabando discos y viviendo de la música. Gracias a cruzarme con Love Of Lesbian lo he conseguido. Yo muchas veces me levanto por las mañanas y me digo: ¡Ostras, qué guay! Realmente estoy viviendo aquellas metas casi imposibles para mí cuando estudiaba y trabajaba. Otra cosa que me flipa es que somos un vehículo que lo conducimos nosotros. Mandamos sobre nuestra carrera. Respecto a lo malo, podría ser la inestabilidad. Pasa algo como esta pandemia y de repente estás fuera de juego. O también puede ocurrir que dejas de gustar a tu público o haces un paso en falso y todo cambia. A veces no eres tú el que decide si tu trayectoria es continua o no y me cuesta gestionar esa incertidumbre. Este pensamiento me lo tengo que quitar de la cabeza para poder ser feliz. Al principio cuando dejé mi trabajo estable para dedicarme en exclusiva a Love Of Lesbian estuve unos años con una cierta ansiedad en el pecho que no me dejaba gozar de lo que estaba haciendo.
(Santi) Para mí lo mejor es la incidencia que tienes en la vida de las personas, que me sigue resultando un hecho absolutamente milagroso. Y la parte negativa coincido mucho con Juli. Tú creas tu propio contenido y sabes que dependes de ti mismo.
(Oriol) Una cosa que me encanta es que yo ya no sé separar mi persona de Love Of Lesbian. Es un pack que va siempre junto y por eso creo que lo peor será el día que lo tenga que separar. El día que vea que se ha acabado.

"Para mí este miedo al vacío es constante. Pero es un miedo al que un compositor se tiene que enfrentar día sí y día también, porque no le sirve nada todo lo que ha hecho antes". (Santi Balmes) 

En “Catalunya Bondage” Santi canta el verso “En tiempos de la peste bubónica, romanticismos los justos”. Parece un presagio de estos momentos que estamos viviendo, aunque vuestro disco fue concebido antes de la pandemia.
(Santi) Este tema vino de una fumada. Pensé en que el ser humano hace arte porque está arriba del todo de la pirámide alimenticia. Pero solo que estuviéramos un poco más abajo y hubiera un depredador que viniera a por nosotros, entonces solo tendríamos energía para escondernos y reproducirnos rápidamente y no tendríamos tiempo de ser románticos ni tampoco pensar en el mundo del arte. Cuando lo escribía tenía en mente un gran depredador venido del espacio. No se me ocurrió que podía ser un virus microscópico.

¿Teníais miedo que al editarlo ahora vuestro mensaje quedara un poco obsoleto?
(Santi) Por una serie de circunstancias personales que nos pasaron ya desde el principio se respiraba un ambiente catastrofista con el cabrón del disco. Veníamos de una necesidad de estar más enfadados que no teníamos con “El poeta Halley”. Y teníamos algunos motivos para indagar en esta emoción. Esto lo comentamos desde el principio con Juli.

Yo no sé si diría enfadado, pero sí que se percibe un aire de desencanto. En relación a esto, os quería preguntar qué significado tiene para vosotros abrir el disco con un tema dedicado a la muerte de un amigo cercano.
(Santi) No iba a ser así, pero al final pasó. Yo no lo tenia nada claro, porque a mí es un tema que me produce mucho rubor. Puede que sea el que más rubor me provoca de toda nuestra discografía. Me costó mucho cantarlo. Surgió de un loop de piano haciendo el idiota que dejé apartado y que nada tenía que ver con el drama. Luego encajó perfecto con lo que quería decir. Me toca muy adentro esto y no hay margen para la fantasía. Tenía miedo de hacer demasiada pornografía emocional delante de la gente, además que tenía pánico que a los hermanos de mi amigo no les gustara el tema. A partir de ahí todo es amable.

¿Y cuál ha sido la reacción de los hermanos al escuchar la canción?
(Santi) Muy buena, les ha gustado mucho. La verdad es que yo tengo una ligera tendencia a la paranoia fatalista, un poco a la catalana.

La portada también es muy significativa, una metáfora visual muy existencial. ¿Hay momentos que tenéis miedo al vacío?
(Juli) El disco empieza con “Viaje épico hacia la nada” y acaba con “El paso”. Durante un tiempo queríamos que el disco se titulase “El Paso”. Y para nosotros significaba la frontera que hay entre la decisión y la puesta en marcha de esta decisión. Y nos dábamos cuenta que una vez das un paso ya no eres el mismo que antes. Nuestro amigo dio este paso irreversible, pero hay muchos otros pasos no tan trascendentales en todas nuestras vidas y todos ellos son el reflejo de ese vértigo que suscita la portada.
(Santi) Para mí este miedo al vacío es constante. Pero es un miedo al que un compositor se tiene que enfrentar día sí y día también, porque no le sirve nada todo lo que ha hecho antes. Se está autoprobando todo el rato y el vacío nunca desparece. A mí una canción nueva me arregla el mes o la semana. Nacho Varona me dijo una vez que a partir de los cincuenta no me saldría nada bueno. Creo que él triunfó tanto con sus temas, que dejó de entrenarse en componer. Y esto es algo que siempre me ha tenido acojonado: ¿y si pasa el tiempo y resulta que me quedo seco? Esto es un vacío muy jevi de sostener todo el rato.

Puedes quedarte seco o también caer preso de tus propios automatismos creadores. Muchas veces pasa que, a medida que vas creciendo con ellos, te vas encerrando y no te dejan avanzar ni probar cosas nuevas. Y caes victima de tu propio método.
(Santi) Es una trampa que te creas a ti mismo. El otro día le decía a Juli por Whatsapp que estoy intentando crear algo nuevo, pero cada vez que giro una esquina me encuentro conmigo mismo otra vez. Y es así. Tienes que cambiar un poco las reglas del juego, como aquellas cosas que hacía Brian Eno de repartir papelitos.
(Juli) Son hábitos que producen una serie de movimientos rígidos que sabes que te funcionan y, luego, de allí no te puedes mover. Pero siempre hay escapatorias. Hace poco me leí la biografía de Andrea Agassi, que recomiendo a todo el mundo. Él tenía una manera de hacer el revés muy peculiar que siempre le había funcionado perfectamente. En un momento dado, por un cambio físico, le obligaron a cambiar la manera de ejecutarlo y eso le comportó un cambio de juego muy espectacular. O también pienso en Fantastic Negrito que después de un accidente muy fuerte cambió totalmente la manera de tocar la guitarra con ese deje tan peculiar, pero interesante y único que le caracteriza.

Yo, cuando averigüé que persona viene del griego máscara y entendí que el camino del ser es muchas veces un acto poco auténtico, me quedé absolutamente flipado. (Santi Balmes) 

Y ligado a ese existencialismo presente en “Cosmos” y de todo lo que estamos hablando ahora, ¿cómo contestáis a la pregunta: quién soy, que lanzáis en la letra? Si es que se puede contestar, claro.
(Santi) Yo, cuando averigüé que persona viene del griego máscara y entendí que el camino del ser es muchas veces un acto poco auténtico, me quedé absolutamente flipado. Huir de todo aquello que se espera de ti puede comportar que empieces a actuar demasiado, siguiendo esa metáfora de la máscara. Entonces hay veces que quieres que se pare el mundo y te preguntas: “¿Quién coño soy yo en realidad?”. Somos puta química y la autenticidad depende muchas veces de procesos químicos de los cuales no somos nada conscientes. Este “quién soy yo”, para mí es un canto desesperado.

Creo que cuando cantaste este tema en el estudio hubo un momento de mucha emoción. ¿Cómo lo viviste Santi?
(Santi) Sí, fue muy bonito. Santos, el productor del disco, se puso a llorar. No me costó nada encontrar las palabras para esta parte de la canción. Cuando tienes una parte lírica tan potente es como subirte a una tabla de surf con una ola gigante y dejarte llevar y creértelo mucho. Yo siempre pongo el mismo ejemplo, que es “The One I Love” de R.E.M, en la parte que canta “fire”. Es tan sencillo y Michael Stipe lo canta con tal convencimiento, que realmente no hace falta nada más. Esto es la belleza de la música y lo que la hace que ni tan solo la literatura pueda competir con ella. La música es imbatible cuando logra esto. La frase “Quién soy”, que por sí sola no tiene sentido como, el “fire” de R.E.M, cuando le añades el acto enfático de lo musical se convierte en algo inconmensurable e incomparable. Como dice Fran Levowitz en “Supongamos que Nueva York es una ciudad”, los músicos son los seres más queridos del planeta y no se puede luchar contra ellos. Para mí dice toda la verdad. Porque tienes dos pistolas: una que es la lírica y la otra que es música. Y sino te la meto por un sitio te la meto por el otro. Y sino o a la vez, ya en plan súper letal.
(Juli) Hay un factor diferencial que ha pasado en este disco. Normalmente cuando Santi entraba en el estudio a cantar, era la primera vez que cantaba aquellas letras, porque las seguía trabajando en el estudio. Pero esta vez habíamos hecho algunas demos previas, y las letras ya las había cantado antes, y esto hizo que en Blind Records ya cantara la versión definitiva, mucho más rodada. Esto provocó que las tomas fuesen mucho menos dubitativas y mucho más interpretativas.

Llega una cierta edad en que la muerte empieza estar mucho más presente. Y en este disco aparece no tan solo en el tema que abre el disco, sino que también se entrevé de forma transversal en muchas otras canciones. Y yo os quería preguntar ¿cómo la entendéis, cómo la vivís, cómo la sentís?
(Santi) Yo pienso mucho en ella. Lo hablo mucho con mi mujer que ese fatalismo que llevo de serie puede que venga provocado porque era de esos chavales al que, ya de muy joven, hacían ir a los entierros y forzaban a ver los cadáveres. Culpo a mi familia de que se viviera todo lo fúnebre de una manera un poco morbosa e intensa y esto dejó una gran huella en mí. Esto para empezar. Aunque lo que me preocupa de verdad no es tanto la muerte, sino la agonía. Me identifico mucho con esa frase de Calderón de la Barca que dice que la vida es sueño. Pero sobre todo con una viñeta de Snoopy en la que Charly le dice: “Algún día nos vamos a morir”, a lo que Snoopy responde: “Cierto Charly, pero los otros días no”.
(Oriol) Yo pienso muy poco en la muerte, pero empecé a pensar más cuando nació mi hija.
(Jordi) A mí me provoca pánico el pensar que tú te vas y el mundo sigue girando.

Santi, escuchando tus letras siempre he pensado que el pop tradicionalmente ha subestimado a su público, brindándole letras bobas y canciones simples y que vosotros llegasteis a mucha gente sin renunciar a unos versos de gran calidad. ¿Os sorprende aún cuando oís el público corear al unísono vuestras letras?
(Santi) Al final es un poco lo que decía Ford cuando inventó su coche: Si hubiera pedido a la gente lo que quería, probablemente hubieran dicho un caballo más rápido. Al final yo sigo una ley fundamental, que es crear aquello que me gustaría escuchar en una radio imaginaria. Y cantarlo. Hay mucha gente que ha tratado con mucho cuidado sus letras en nuestro país. Gente como Fernando Alfaro, Nacho Vegas, Chinarro, Manolo García o otros tantos que no han considerado a su público imbécil.

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