“Todo cuadró de repente. Llevábamos (Abel y Rober) bastante tiempo sin tocar y nos apetecía volver a hacer algo para divertirnos en La Palma durante las vacaciones de 2011. Como iba a ser algo rápido y 'vinagre' dijimos que el grupo se tenía que llamar The Vinegars. Pocos días antes de dar un concierto nos encontramos de fiesta con un amigo que se llama Jesse, le contamos el boquete que queríamos montar, le motivó la idea y lo enganchamos para tocar. Como el bolo al final estuvo crema decidimos seguir con el grupo hasta que en 2013 nos juntamos los tres en Madrid. Ahí pasamos a ser algo más serio, buscamos nuestro estilo, empezamos a cantar en español y nos (re)bautizamos como Los Vinagres. En 2014 Jesse dejó la banda y entró el ilustrísimo Sergio como nuevo y definitivo bajista”. Así de pormenorizada es la narración que de su corta carrera hacen estos tres canarios que empezaron cantando en inglés, y que después se sumaron a la tendencia de pasarse al castellano.
Llevan poco tiempo en Madrid y por tanto tampoco es que se hayan pateado a fondo su escena underground, pero ni falta que les hace. Acaban de publicar el EP “El canto de la morena” con Sony y su carrera empieza a apuntar alto. “Pues ojalá sea así y no nos dé tiempo a parar la pata niño”, dicen ellos. El mes pasado ya lo estuvieron presentando en el festival gaditano Monkey Week y según nos cuentan, “estuvo tremendo, nos lo pasamos que te cagas. El sitio estaba de puta madre y la peña más todavía. Tocamos en el Cielo de la Cayetana el sábado y en La Cristalera el domingo y ambos días estaban bastante llenos. Además hicimos algunos minishowcases, y todo eso hizo que nos fuésemos con un sabor de boca bastante bueno. A ver si el año que viene dejan que nos rocemos el pechito otra vez por allí”.
Aunque más arriba comentaban que hubo un momento en el que el proyecto empezó a ponerse más “serio” para ellos, aseguran que “El canto de la morena” mantiene la esencia “cutre” del grupo, ya que fueron ellos mismos quienes lo grabaron y mezclaron en su antiguo local de ensayo. “No teníamos dinero para pagarnos un estudio y como tenemos algo de equipo propio, decidimos hacerlo nosotros a nuestra manera y estamos bastante encantados con el resultado”. Urgente, festivo y ruidoso son algunos de los adjetivos recurrentes a la hora de describir su estilo, moldeado al estilo garajero. “Nuestros ensayos son completamente normales y corrientes -explican-, ensayamos todos los días el setlist que tenemos completo de arriba a abajo y al final dedicamos tiempo para sacar temas nuevos. A la hora de componer venimos con ideas de casa y los tres las trabajamos juntitos”.
¿Y qué hay de sus influencias? Alguna reseña menciona a grupos como los Black Keys o a Wolfmother, pero ellos aseguran que si echásemos un ojo a su colección de discos, nos encontraríamos con “un potaje bastante sin sentido” en el que se entremezclan “Backstreet Boys, The Beatles, Howlin Wolf y toda esa basquita”. Pero no todo viene de fuera, porque a pesar de que durante un tiempo tuvieron el prejuicio de que la música en español era una mierda, poco a poco se dieron cuenta de que estaban equivocados. “Soy Tan Sutil, Los Bengala, Óscar de León, Los Sabandeños, y cómo no, José Vélez” también están ahora entre sus favoritos. Como veis, mucha guasa. Por eso no extraña que al preguntarles a quién les gustaría telonear algún día, contesten que “a David Bisbal, que es un cremita”.
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