Siendo estrictos, “Native Sons” no es el primer disco de versiones de Los Lobos. De hecho, su carrera empieza en 1976 con “Sí Se Puede!”, trabajo de canciones más o menos reivindicativas pero, eso sí, compartido. En 2004, casi treinta años después, y sin haber abandonado nunca su querencia por las versiones, publican como complemento a su disco “The Ride” un EP de versiones, “Ride This” con revisiones de Tom Waits, Bobby Womack o Rubén Blades, y en 2009 se enfrentan a hacer un álbum con temas de las películas infantiles de Disney, “Los Lobos Goes Disney”. Pero sí que es cierto que “Native Sons” puede ser la primera ocasión en que la banda angelina se ha planteado hacer un álbum de versiones convencional, por definirlo de alguna manera. Un trabajo que los encumbra, aún más y sin que fuera necesario, como uno de los grupos en activos más grandes de la historia de la música de nuestro tiempo. Que sí, que muchos les conocieron por su versión de “La Bamba”, pero ir un poco más allá es entrar en un mundo único. Un universo en el que los estilos se mezclan, en el que sus dos mundos, el mexicano y el norteamericano, se encuentran con el trasfondo del rock and roll, el blues o el soul como perfecto paisaje para una discografía inmaculada. Steve Berlin, habitual portavoz de la banda, nos explica un poco el cómo y el porqué de este disco en una llamada desde su casa de Colorado.
Habéis querido hacer un homenaje a la música de vuestra ciudad de origen en forma de disco de versiones. ¿Qué os ha llevado a ello?
Hace tiempo que sabíamos que algún día haríamos un disco de versiones. Lo habíamos hablado en otras ocasiones. Sabemos que a nuestros seguidores les gusta cuando las hacemos. En 2019 teníamos una agenda muy complicada, repleta de cosas, y en 2020 poco podíamos suponer lo que iba a suceder. Entonces pensamos que quizá debíamos hacer un disco convencional, hablando con nuestro equipo y nuestra discográfica. Rápidamente volvió a aparecer la idea, pensamos que sería divertido, pero que debíamos hacerlo bien, y para eso hacía falta un enfoque. Este iba a ser rendir homenaje a nuestros amigos, a personas enfermas o que se han ido a lo largo de los años, y estamos muy contentos de como ha quedado.
La verdad es que parece casi una carta de amor a la ciudad.
Es una buena definición. Así es como lo planteamos, en el fondo. Hay y ha habido grandiosos escritores en Los Ángeles, y David (Hidalgo), sin ir más lejos, es uno de ellos. También podríamos decir que es una vaga definición de Los Ángeles, quiero decir, de la naturaleza de la ciudad, de la gente que hay allí. Somos muchos los que vivimos y nos sentimos de allí, pero en realidad no lo somos. Incluido yo. Casi todos llegamos a Los Ángeles desde otros lugares.
Una buena muestra de ello, de ese carácter cosmopolita de la ciudad, puede ser la única excepción que hacéis al respecto, como es incluir un tema de Barrett Strong, cantante de Motown.
Exacto. Él era de Detroit, uno de los intérpretes originales de Motown, como dices, pero se mudó a Los Ángeles a principios de los setenta. Luego firmó con Epic y después con Capitol, así que podemos considerarlo un cantante angelino. Cuando apareció su nombre todos tuvimos claro que encajaba en el concepto del álbum Su presencia, como dices, da visibilidad a todos esos artistas llegados desde otros lugares del país pero que hacen suya la ciudad. Teníamos una lista bastante larga de canciones para elegir pero cuando empezamos a trabajar en algunas de ellas vimos que no podíamos llevarlas a un estado de ebullición, así que las descartamos. Con “Misery” de Barrett Strong pasó justo lo contrario.
Así que empezasteis a trabajar con la lista de canciones abierta…
Sí, queríamos hacer canciones que pudiéramos adaptar bien y sentirnos a gusto. No queríamos llegar a ese punto tan incómodo de no saber qué hacer con un tema. En algunas canciones, cuando empezamos, no estábamos seguros de si íbamos a ser capaces de lograrlo. Tuvimos que pararnos y preguntar muchas veces “esto que estoy haciendo ¿es realmente bueno?”. Así nos dimos cuenta de lo que iba a funcionar y de lo que no. En el fondo siempre ha sido nuestra forma de trabajar. También buscamos opinión ajena. Nos pusimos en contacto con amigos que son coleccionistas de discos y personas de nuestra confianza. Incluso alguna de las sugerencias que nos hicieron han acabado en el disco.
"Hace tiempo que sabíamos que algún día haríamos un disco de versiones. Lo habíamos hablado en otras ocasiones. Sabemos que a nuestros seguidores les gusta cuando las hacemos"
¿Se pueden mejorar esas canciones respecto al original?
No, no lo creo, y tampoco lo hemos intentado. Simplemente hemos querido dar nuestra visión de esas grandes canciones. Lo importante es sentirte bien con tu esfuerzo, y confiar en que has hecho bien tu trabajo. Nunca se me ocurriría ponerme a hacer una canción de Lalo Guerrero, por ejemplo, que es una especie de mentor, pensando que mi objetivo es mejorar lo que él hizo ¡Estaría loco!
¿Cómo fue para ti, que estabas en la banda original, hacer una canción de The Blasters?
Evidentemente fue especial, pero hace muchísimos años que dejé The Blasters. No crecí como músico en The Blasters, por eso no es algo que me dejara muy marcado. Hubo otros temas que quizá, por otros motivos, fueron más especiales de tocar para mí, como la versión de Lalo Guerrero o de Thee Midnighters.
¿Fue difícil la elección de los temas?
Ya sabes, cada uno hace sus listas, luego se juntan. Al final fue una cuestión de mirar quién no estaba de los grupos que nos apetecía afrontar. Creo que acabamos de discutirlo en una semana de tiempo. Nos dimos esos días y luego nos pusimos manos a la obra. Fue cuestión, también, de ver qué no funcionaba en el estudio.
Hacer un disco de versiones ¿es más fácil que hacerlo de temas propios?
Obviando la parte de la composición, que es evidente, no creas. Estamos intentando tocar canciones que no son nuestras, y algunas son temas de nuestros propios amigos. Gente que respetamos mucho y que incluso nos podemos cruzar por la calle. Es lo que te comentaba antes. El concepto del álbum lo hacía más complicado. Y mira que Los Lobos hemos estado haciendo versiones sueltas a lo largo de mucho tiempo.
En la versión de War está incluso Little Willie G., que tocó en el tema original, ¿la convierte eso en más especial?
Claro, ahí está uno de los miembros originales. Imagina. En todo este tipo de grabaciones, siempre hay temas que surgen, cambian, o se complementan cuando ya estás en el estudio, y este fue uno de esos casos. El hecho de contar con Willie hizo que la canción creciera aún más.
“Native Son” es la única original del disco. ¿Es una especie de resumen de ese sentimiento angelino que rezuma todo el álbum?
Definitivamente. Además, grabar una nueva canción es como un eslabón. Demuestra que tienes más cosas que hacer, y que el hecho de haber optado por un disco de versiones es solo eso, una elección. No es que ya no sepas qué hacer. El grupo tiene cosas que decir, y esta es una de ellas.
Y ahora a presentarlo. En España os estamos esperando.
Espero veros, sí. En 2020 pensábamos visitar España dos veces, y fíjate. Estoy bastante seguro de que en 2022 lo haremos. Como mínimo hay una visita programada. Nadie sabe qué pasará ciertamente, claro, pero creo que esta vez lo conseguiremos.
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