“Leyenda negra” vuelve a ser un disco autofinanciado a través de Verkami. Es más, Los Ganglios es un grupo autogestionado que sigue la ética punk del hazlo tú mismo. ¿Os sentís cómodos siendo vuestros propios jefes, u os cuesta llevar todo el peso del grupo en las espaldas sin nadie que os ayude?
Nos gusta que nos ayuden, a quién no. Pero cuando nos ofrecen algo no suele ser desinteresadamente y nosotros somos mulas tercas. No tenemos un ideario del punk autogestionado que sigamos a pie juntillas, vamos tomando decisiones que nos han traído hasta aquí. Aunque es verdad que el otro día leyendo sobre la ética DIY del grupo punk Crass pensé: “¡Ostia, lo hacían igual que nosotros!”.
"Nos enfada la defensa feroz que se hace del capitalismo como si fuese el único sistema que funciona, la beatificación que se hace de la democracia a la vez que se demoniza la anarquía".
El sonido de “Leyenda negra” es más crudo, se nota que en parte está grabado con Santi García, Borja Pérez y Víctor García en los estudios Ultramarinos Costa Brava. ¿Cómo fue la experiencia de grabar allí?
En Ultramarinos grabamos cinco canciones en un día, tocando todos a la vez sin auriculares ni pinchazos. Ya habíamos intentado hacerlo en otros estudios, pero normalmente los técnicos son reacios a grabar todo en bloque con los amplificadores a toda castaña y colándose todo por todos los micros, en cambio a Santi y Borja se les iluminó la cara cuando se lo pedimos. Hay alguna guitarra doblada y poco más, si suena crudo es porque es crudo. Ellos son unos maestros. Recomiendo el estudio a cualquiera. Se conocen el estudio y el equipo al milímetro y van al grano.
¿De dónde surgió la idea de hacer una cara del disco punk y la otra de electrónica?
Estuvimos dándole vueltas al formato durante mucho tiempo, normalmente no acabamos de decidir hasta el día en que lo mandamos a la fábrica. La idea que más tiempo se mantuvo fue la de hacer un recopilatorio de maquetas ficticio, tipo “4 maquetas de 2009 en un sólo paquete” y meter cuatro singles de ocho pulgadas en una caja, cada uno con un sonido diferente... A última hora nos pareció una chorrada y lo hemos metido todo en un elepé normal. En cualquier caso esa idea nos ayudó mucho a la hora de componer y grabar las canciones con alegría, porque nos liberaba de la idea tostón de hacer un disco coherente.
Siempre habéis incluido crítica social en vuestras canciones, pero en este disco es un poco más explícita de lo habitual aunque, eso sí, igual de divertida que siempre. Me refiero a temas como “Passeig de Gràcia”, “La última palabra”, “Misógino ultracatólico”… ¿Ha sido algo consciente? ¿Los Ganglios de 2019 están más enfadados con el mundo?
Hemos sido más explícitos, por ejemplo poniéndole nombres concretos a las ideas genéricas que ya usábamos. Decimos Bezoya y Masterchef en lugar de agua envasada y concurso de cocina. Pero más o menos estamos igual de enfadados que hace dos años y que hace diez. Hay aberraciones que, a base de repetirse mil veces, nos acaban pareciendo normales e inmutables, y es necesario plantarse y reflexionar. Nos enfada la defensa feroz que se hace del capitalismo como si fuese el único sistema que funciona, la beatificación que se hace de la democracia a la vez que se demoniza la anarquía, el fomento del éxito en detrimento la solidaridad, la doble moral y la hipocresía reinantes…
Las letras de vuestras canciones están llenas de humor semántico, tienen un punch cómico conseguidísimo y se atreven con la incorrección política. Vamos, se nota que no os cortáis con nada. A veces da la impresión que esos hallazgos han surgido de bromas internas del grupo que luego pasan al disco. ¿Estoy en lo cierto? Contarme, ¿qué proceso seguís para escribir las letras de las canciones y de donde sacáis la inspiración? ¿Descartáis ideas por ser demasiado pasadas de vueltas?
Hay que estar atento y apuntar cualquier ocurrencia. Pasamos muchas horas juntos y decimos bastantes tonterías que a veces incorporamos, pero también se nos ocurren cosas en la bici de vuelta a casa o fregando los platos. Como digo es importante escribir para que no se olvide, en el móvil o en una libreta. En general hacemos mucho y tiramos casi todo, pero no tiramos por ser demasiado pasado de vueltas, más bien al revés, si desechamos ideas es porque son fofas o porque son gansadas que buscan la risa fácil.
Los palos musicales mezclados y presentes en “Leyenda negra” vuelven a ser loquísimos: punk, rave, canción ligera enfermiza, swing-ragtime esquizofrénico… Me gustaría saber de qué manera funcionáis para elegir el palo musical de cada canción y los sonidos e instrumentos que usáis en cada tema…
Les damos muchas vueltas a las canciones y hacemos arreglos diferentes hasta que funcionan o van a la papelera. Usamos diferentes estilos que nos apasionan desde siempre o que vamos descubriendo, aún nos quedan muchos palos por tocar, el palenque, el new age, ranchera... Hace un año teníamos ya una maqueta muy trabajada de “Leyenda negra”, pero al final de aquello sólo han entrado dos canciones, descartamos al menos diez que en su momento nos parecían estupendas. Es importante tirar cosas que no te convencen, y eso se nos da bien, si algo nos atufa va a la papelera.
Tengo la impresión que con “Lubricante” y “Segunda escucha”, Los Ganglios estuvisteis a punto de dar un salto de popularidad que al final no se acabó produciendo, y acabasteis regresando a vuestro estatus de culto. ¿Estáis de acuerdo? ¿Qué recuerdo tenéis de ese período?
Estamos de acuerdo. Lo bueno de ser más populares sería llegar más aliviados a fin de mes, pero por otro lado nos alivia haber soltado el lastre de la promesa del éxito. Te voy a contar una cosa que nos pasó y que fue un punto de inflexión simbólico en este asunto de la fama. Ocurrió una mañana en el local de ensayo, recibimos una llamada de una popular marca de cervezas ofreciéndonos salir en su anuncio, era la primera vez que nos llamaban para rollos publicitarios. El tío al teléfono ponía en la balanza dos opciones: 1) Si aceptábamos nos harían famosos a través de una campaña publicitaria nacional. 2) Si no aceptábamos nos advertía: “Tened en cuenta que nuestra marca tiene influencia en muchos festivales de música”. Fausto 100%. No estoy diciendo que sea ese señor el que nos esté mermando la popularidad, ni tampoco que todo el mundo que tenga éxito sea porque haya vendido su alma al diablo, pero estamos seguros de que nuestra testarudez no nos está ayudando a prosperar en la industria musical.
Me gustaría preguntaros por los grupos y artistas que os marcaron de adolescentes para montar luego Los Ganglios y también me gustaría saber qué humoristas o tipo de humor os hace reír más…
A Rafael de adolescente le marcaron por ejemplo Hüsker Dü, Nirvana y Kiko Veneno. Xoxé tenía cintas compradas de Prince, Europe y Los Toreros Muertos, y una grabada de Alejandro Sanz. Sobre el humor que nos gusta, Xoxé grababa en video todos los programas de Faemino y Cansado cuando hacían “El orgullo del tercer mundo” en TVE2, era una verdadera pasión. Un día tuvimos pelea los hermanos porque Rafael quería grabar la película “Socios y sabuesos” de Tom Hanks que ponían en TVE1 a la misma hora, y menuda pelea trajo aquello. Ahora mismo no consumimos humor, no al menos cosas conocidas que te pueda mencionar porque ni me acuerdo, pero sí que nos damos unos buenos hartones de reír. En Instagram nos reímos mucho con Jesucresta y con Venga Monjas. Y tenemos un libro de Miguel Noguera que nos revienta la cabeza, a él también lo hemos visto en directo con su Ultrashow y nos enamoró. Recomendamos las promociones que hace en Twitter de sus actuaciones.
Y en relación a la pregunta anterior, ¿qué diez canciones de vuestros artistas favoritos grabaríais en una cinta de casete?
“James Brown Is Dead” (L.A. Style), “Ratas rabiosas” (Eskorbuto), “Dios salve al Lehendakari” (Derribos Arias), “Vacilón” (Don Chezina), “Happy House” (Siouxie And The Banshees), “Streamline” (Newton), “How Low Can A Punk Get?” (Bad Brains), “La chica del club de golf” (Ilegales), “Aquel viejo motel” (David Pabón) y “La casa cuartel” (Kiko Veneno).
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