"Creo que consumir drogas y escuchar nuestra música es una actividad bastante guapa"
Entrevistas / Los Estanques

"Creo que consumir drogas y escuchar nuestra música es una actividad bastante guapa"

Mara Gómez — 06-08-2024
Fotografía — Archivo

Los Estanques vuelven a las andadas con su nuevo álbum, "Uve" (Sonido Muchacho, 24). Un caos organizado que pasa de rosca el pop psicodélico para unirlo con jazz, funk y cualquier cosa que se encuentren por el camino. Hablamos con ellos sobre este delirio (con)sentido. Que comience la función.

Después del aclamado "Burbuja Cómoda y Elefante Inesperado" (Inbophonic Records, 22) con Anni B Sweet, el grupo encabezado por Íñigo Bregel (voz, teclado y guitarra), Germán (guitarra), Pozo (bajo) y Conti (batería) ha regresado a los trabajos en solitario. Y, creednos, eso no es sinónimo de aburrido. Sin ir más lejos, "Uve" comienza con un hombre que se caga encima. “La letra de este tema se la iba a hacer Conti”, cuenta Íñigo. Quedaron cierta mañana para trabajarla, pero el batería nunca apareció. “En vez de venir conmigo a grabar el tema, se fue de fiesta. Entonces yo hice la letra de un tío que se caga, que era como haciendo la broma sobre Conti, porque me quedé yo ahí con el marrón”. Nunca mejor dicho.

“¿Estamos bien de la cabeza? Esa pregunta nos la tenéis que contestar vosotros. Nosotros vamos a decir que sí siempre”

Aun así, tras el estreno del disco, admiten que había división de opiniones entre quienes escuchaban el tema (“¿Quién es ese?”): “Había gente que nos decía que era un hombre empalmado; otros, uno que se caga. Yo hago ahora la broma de que es un hombre que cuando se empalma se caga”, explica Bregel, sonriente.

"Uve" nace como algo natural, cuentan. “Tenemos prácticamente toda nuestra vida organizada alrededor de la música. Todo surge de la inquietud por la música y por esperar algo más de ella”. Inquietud y diversión, explican, es lo que ha primado por encima de todo. Las decisiones de Los Estanques nacen precisamente de eso, “de alguna tontería que propone alguno” a la que van dando forma. “Vamos tirando para delante con lo que más nos mola… o a veces simplemente con lo que más gracia nos hace. Casi siempre, de hecho”, comentan entre risas. “¿Estamos bien de la cabeza? Esa pregunta nos la tenéis que contestar vosotros. Nosotros vamos a decir que sí siempre”.

Ejemplo de ello es la estética del disco: toda sacada del videoclip de “Il Loro Piano”. Lo grabaron en su propia casa y decidieron darle un toque “gangsteril”. Compraron el mantel, cubrieron el suelo, el teclado, la mesa… Y así terminó todo el disco: forrado de vichy rojo. “La canción trata sobre un robo de hierba en una aldea vasca…”, confiesan. “Quisimos darle un rollo mafioso de montaña, casi a lo ‘blakploitation’, y encima en italiano”.

El sueño febril de la formación no termina aquí. También nos han regalado continuaciones de las historias de "IV" (Inbophonic Records, 20), como “Don Ding Dong”, que bien podría ser un spin-off de “Mr. Clack”, y que, continuando con la tradición de desgracias de aquel disco (recordemos que se lo robaron y tuvieron que regrabarlo entero), también ha sufrido un pequeño percance: no hay guitarra. Íñigo admite que se le olvidó: “a la hora de pasarlo por la cinta cometí el error de pisar la pista de guitarra con otra de silencio. Y así ha salido. No me di cuenta hasta que me lo dijo Germán, que es lo peor”.

“Si hubiésemos sido un grupo de los 70, seguramente no hubiésemos hecho algo tan rico”

En directo estarán los arreglos al completo, eso sí. Por ahora tienen diez bolos a la vuelta de la esquina y, en otoño, una gira de salas planeada. “Ahora mismo tenemos un repertorio muy divertido y variado con el que se lo puede pasar bien cualquiera”. Habrá sorpresas: momentos macarras, “marcianos”, balada… Les pregunto qué podemos esperar de "Uve" en directo. “¡Depende de lo que consumáis!”, ríen, “sin decir que ninguno de nosotros lo haga, creo que consumir drogas y escuchar nuestra música es una actividad bastante guapa”.

Psicodelia, experimentación, nostalgia setentera… Me planteo si Los Estanques nacieron en la época equivocada. “Si hubiésemos sido un grupo de los 70, seguramente no hubiésemos hecho algo tan rico, porque se estaba inventando. Ahora tenemos la suerte de tener internet y empaparnos de toda esa música”. Germán comenta entre risas que habría sido un sueño: “no se sabía nada, todo era a base de probar todo… ¡Buena época!”.

Tampoco faltan tintes críticos en sus líneas. “Bienvenidos al circo”, el single que inauguró este nuevo trabajo, es un retrato del sector musical, donde el overbooking de payasos y las marionetas inundan su escenario. Aunque Los Estanques siempre se habían mantenido al margen de sellos, "Uve" es su primer disco no autoeditado. Ahora, con Sonido Muchacho, explican que están contentos y que las cosas son más organizadas. Aun así, “nos sentimos un poco marionetas de la vida. Al final, como está montado es un reflejo de todo, ¿no?”. Un mensaje de la formación cántabro-madrileña para el mundo: “que el cambio está en uno mismo, que se empieza antes por uno mismo que por quejarse de los demás. ¡Y que estudien los jóvenes!”.

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