"No olvidemos que el rock and roll consiste en aporrearnos los oídos con maderos y alambres"
EntrevistasLos Deltonos

"No olvidemos que el rock and roll consiste en aporrearnos los oídos con maderos y alambres"

Manel Celeiro — 10-08-2021
Fotografía — Archivo

No hay lugar para la sorpresa, Los Deltonos dejan poco margen, cada disco suyo es garantía de trabajo bien hecho, de rock & roll de raza salido de las manos de unos músicos curtidos, en el mejor sentido de la palabra, que conocen todos los resortes y trucos de su oficio. Lo demuestra, una vez más “Craft Rock” (GuitarTown/Folc Records, 21).

El nivel de calidad y creatividad que Los Deltonos acreditan, después de llevar más de treinta años de carrera, habla muy bien de su actitud personal y de sus habilidades. Bandas como ellos mantienen viva una llama que nunca debería languidecer, por mucho que el futuro nos devore con su rauda velocidad de crucero el calor reconfortante de sus canciones siempre será necesario. Su última grabación, “Craft Rock”, es un disco corpulento y potente que nos lleva a contactar una vez más con Hendrik Röver. Y, como de costumbre, es muy interesante escucharlo.

Tanto la foto de portada como el título del disco remiten al trabajo artesano. Un concepto que se puede considerar anacrónico en una época en que la tecnología es el factor dominante. Pero esa manera de trabajar es casi, o sin el casi, toda una filosofía de vida… ¿Lo es para ti como músico?
Claro. No olvidemos que el rock and roll consiste en aporrearnos los oídos con maderos y alambres. No sé qué puede haber más artesano que eso [Risas]… Eso sí, cuando mi padre me dio el consejo de “Hijo, estudia si quieres pero es importante que aprendas a hacer algo con las manos“, no sé si se refería a lo que acabé haciendo…

No suele pasar mucho tiempo desde que empezáis la grabación hasta que el disco se pone al alcance del público. En este caso estáis en el estudio entre enero y febrero y en abril ya está en la calle. Prácticamente ni dejáis que respire. ¿Eso sucede porqué tenéis muy claro el beneficio de la inmediatez o bien porqué entráis al estudio con todo muy medido y preparado?
Tener el estudio y los resortes para la fabricación perfectamente engrasados facilita esta forma de trabajo. Recuerdo con horror los años en multinacionales cuando planificabas un disco por inexplicables razones comerciales para, no sé, junio del 22. Esa espera interminable te carcomía la energía y la ilusión. Las canciones nuevas son como marisco recién pescado. Guárdalas demasiado tiempo y verás lo que pasa… [Risas]. El disco podría haber salido incluso antes pero por compensar un poco el retraso que conlleva siempre la fabricación de vinilo lo retrasamos un mes. Y si, suelo tener todo bastante claro a la hora de entrar a grabar y como tampoco me gusta eternizarme y he aprendido a saber parar el proceso va pim, pam, pum.

Te he leído decir que habías llegado con algo más de treinta canciones listas para “Craft Rock”. Sé de tu carácter de compositor prolífico pero, sinceramente, me parece una barbaridad… ¿Cómo te lo haces? ¿Aprovechas las que se quedan fuera para tus otros proyectos?
¡Aquí se aprovecha todo! El caso es que el año pasado al tener recién sacado “Vamos a morir” con Los Míticos GT’s a nivel compositivo estaba exclusivamente en modo Los Deltonos por lo que la mayoría del material que tengo acumulado es para ellos.

Entiendo que una de las cosas que ayudan para esa incontinencia productiva es el tener tu propio estudio de grabación. ¿Crees que de no existir los Guitar Town se podría mantener este ritmo de edición? Tanto de Deltonos como de tu actividad de cantautor solitario o acompañado por Los Míticos GT’s.
Sin tener GuitarTown te puedo asegurar que no podría mantener el ritmo. El hecho de no tener que pensar en un presupuesto de grabación-mezcla-master elimina el setenta y cinco por ciento de los quebraderos de cabeza económicos y hace que cualquier idea de grabación no resulte descabellada así, de primeras. Estoy convencido también de que esa trabajada facilidad, porque construir y equipar GuitarTown ha sido un largo y arduo proceso, me ha resultado estimulante a nivel creativo porque sé que las canciones no van a tener que languidecer a la espera de una oportunidad.

Los dos anteriores, “Los Deltonos” (17) y “Fuego” (19), ya anunciaban un alejamiento del, digamos, amplio territorio del “americana” para una mayor presencia de la grasa y los acordes abiertos. Eso explota, y de qué manera, en este nuevo trabajo. Suena tremendísimamente potente y el catálogo de riffs es de órdago… Chuletón poco hecho y chorreante…
Una enseñanza clave de tantos años de carrera es que la única forma de dar el cien por cien es olvidarte de cualquier cosa que quizás alguien pueda esperar de ti y centrarte exclusivamente en lo que te sale o te apetece. Puede sonar infantilmente egoísta pero es la única forma de canalizar tu energía y tu entusiasmo hacia las nuevas canciones y transmitirlo después. ¡Y el cuerpo me pide caña! [Risas].

Pues debo decirte que eso es algo que me alegra sobremanera. Que esas ganas de dar cera, de poner los amplificadores al rojo vivo, no se pierdan con el paso de los años. Es ley de vida y nos vamos haciendo mayores pero eso no ha de ser necesariamente sinónimo de bajar el ritmo, levantar el pié del acelerador o ir por derroteros más tranquilos… ¿No?
La verdad es que uno empieza a ser consciente de la edad y del paso del tiempo. Tengo ahora cincuenta y cinco tacos. Siendo realista me quedan… ¿Quince más? Siento que me queda mucha energía y muchas canciones por hacer y una energizante impaciencia que me propulsa. El cuerpo me pide mucho más “pedal to the metal” que “to fade away”…

"Cuando mi padre me dio el consejo de “Hijo, estudia si quieres pero es importante que aprendas a hacer algo con las manos“, no sé si se refería a lo que acabé haciendo…"

“Hey gente” es una directa reivindicación de que el rock sigue siendo válido en pleno siglo XXI. Obviamente no seré yo el que lo ponga en duda. Como género musical sigue vivo y bien. Es el público joven el que no se siente tan identificado con él… ¿Por qué crees que ha sucedido eso?
Creo que el tema se aborda desde el ángulo equivocado. Ya que estamos en tiempo de virus, no lo hay más contagioso e incurable que el rock and roll. Es muy difícil que si te exponen a él no te contagies. El problema es el mundo estéril en el que vivimos ahora mismo en el que en muchos ámbitos es difícil esa exposición y subsecuente contagio. No hay una infecciosidad del cien por cien, pero estoy seguro que de tres cuartos de hogares con acceso a rock salen nuevos adeptos. ¡Ah, y desde aquí una puya a la industria del automóvil, que nos está haciendo un flaco favor desterrando los lectores de CD de los nuevos modelos! ¡Luego querréis canciones para conducir!

Las letras de algunas canciones como “Lo dejo”, “En venta”, “Todo igual” u “Oficina” reflejan cierto cansancio y algo de pesimismo ante algunas situaciones. En “Todo igual” cantas “las personas nunca cambian”. ¿Qué te lleva a estas reflexiones?
“Lo dejo” es más “El blues de Manquiña” por el famoso “Carmiña, lo dejo…” que otra cosa. Pienso hace mucho que si te quejas pero no aportas una solución eres parte del problema y me da mucha risa aquello de “de esta saldremos mejores”. Somos muy egoístas sino algo peor… El porcentaje de voto a partidos nacionalistas o de derechas de todo signo evidencia que la empatía y el sentido común brillan por su ausencia.

Siguiendo con temas del disco… ¿Tu “hermano” Hank se dejó “Invencible” olvidada en un cajón? Es inevitable pensar en él cada vez que la escucho…
Bueno, no sé qué decir… Como en la escena final de “Ellos las prefieren rubias”… “Nadie es perfecto” [Risas]…

Además del acostumbrado e impecable trabajo en las guitarras me parece de matrícula la labor de la sección de ritmo. Un conjuntado metrónomo de ritmos cortantes y secos, con un enfoque algo diferente a lo habitual... O, por lo menos, a mí me lo parece... ¿Me equivoco?
Correcto. La grabación de este disco ha sido menos coral, menos hippie que las anteriores. Nunca había tenido un disco tan estructurado y casi premezclado en la cabeza antes de grabarlo. Como ya he dicho por ahí, quería que atronase y para eso por ejemplo el enfoque de la grabación de la batería sobre todo y los demás instrumentos también ha de ser distinto. Esta vez ha habido menos Glyn Johns y más de lo que hizo que los Eagles le despidieran, [Risas. Corran a la Wikipedia, corran].

Preguntar sobre la dichosa pandemia se hace un poco cansino y de tanto repetirlo entramos en un bucle de negativismo del que me gustaría huir… Teniendo en cuenta que una de tus frases preferidas es “lo mejor está por venir” me gustaría saber que has sacado de positivo de estos tiempos de confinamiento y restricciones. ¿Qué provecho sacar de todo esto?
¿Te parece poco todas las canciones que me ha dado tiempo a hacer? Hemos pasado más tiempo con la familia, hemos aprendido a hacer pan y masa madre y… ¡Hemos redescubierto el canto de los pájaros! [Risas].

Para finalizar… Conociéndote seguro que ya estás dándole vueltas a próximas historias y grabaciones… ¿Nos puedes avanzar alguna cosa o bien tendremos que espera hasta que llegue la hora?
Pues ahora que “Craft Rock” ya camina solo y ya que a los Míticos en realidad nos queda pendiente la gira de “Vamos a morir” pues tengo en mente con ellos una serie de EP’s temáticos. No sé, Earl vs Freddie King, John Nemeth vs Watermelon Slim, algo así pero nada concreto aún. Por otra parte no puedo dejar de ver “Craft Rock” como “2021 Vol.1”. Habrá que ponerse con el “Vol.2”.

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