"Las canciones no se hacen como las magdalenas"
EntrevistasLori Meyers

"Las canciones no se hacen como las magdalenas"

Arturo García — 03-12-2021
Fotografía — Archivo

Como muchos de nosotros Alfredo, Alejandro y Noni han tirado de amor propio para salvar la situación, para poder mirarse al espejo sin rencor y confiar ciegamente en las personas que han construido con ellos este séptimo álbum. Delegar es un acto de honor que hace de Espacios infinitos (Universal, 21) una obra insólita en la carrera de Lori Meyers. Un disco de sonido catedralicio pero sentimientos clavados en el más escondido rincón de sus vidas.

Lo primero que me viene a la cabeza al escuchar “Espacios infinitos” y todo el proceso que ha conllevado es qué el tiempo ha jugado a vuestro favor. ¿Os ha beneficiado en este sentido el parón pandémico?
Sí y no. Sí porque la producción de este disco queríamos abrirla más gente, queríamos compartirlo. Después de “En la espiral”, que fue una carga entera para nosotros, ahora queríamos hacer algo que siempre nos ha costado y que era delegar. Esto ha conllevado un proceso más largo y, aunque este feo decirlo, la pandemia nos ha dado ese margen. Y no, porque por mucho tiempo que tengas las canciones envejecen para los compositores a los tres segundos de haberlas creado y con esto también hay que tener cuidado.

“Siempre hemos dicho que en el momento que no tuviéramos nada que decir nos separábamos”

“Punk” ha sido el primer single y una crítica a esa deriva en la que los músicos han caído, obligados por la presión del directo, de sacar discos en muchos casos precipitados. ¿Os ha ocurrido a vosotros?
Nosotros desde “Cronolanea” siempre hemos dicho que en el momento que no tuviéramos nada que decir nos separábamos. Por esto nos hemos tomado siempre nuestro tiempo entre disco y disco. Como dices, afortunadamente para nosotros había que cumplir con muchos compromisos relacionados con el directo como por ejemplo las giras por Latinoamérica, la celebración del veinte aniversari, etcétera.. y ya sabes, las canciones no se hacen como las magdalenas.

Disfrutar con el presente. Imagino que este disco ha tenido mucho de eso. Una producción atrevida, un productor diferente y un proceso también distinto. ¿Ha sido un disfrute verdaderamente?
Hemos disfrutado sobre todo con el proceso. Mandar las canciones a James y que volvieran enriquecidas era liberador. Se abría para nosotros una nueva forma de trabajar.

A la hora de confiar en James Bagshaw (Temples) para que trasteara vuestras canciones habrá tenido mucho que ver la buena experiencia del álbum de Anni B Sweet. ¿Qué buscábais con un productor tan sui generis?
Anni ha sido siempre para nosotros una referencia en este sentido porque tiene muy buen ojo a la hora de buscar gente con la que trabajar. Por otro lado lo que más nos llamaba la atención de James era su juventud, no era el productor batallitas, ¿me entiendes? Él dice que no es un productor, que es un músico más y eso lo libera a la hora de tomar riesgos, de experimentar. Justo lo que buscábamos.

A esto se suma vuestra experiencia reciente en producciones ajenas a Lori Meyers, ¿no?
Esta claro, como decíamos antes, delegar era lo más difícil para nosotros y a raíz de trabajar en los discos de gente como Niños Mutantes o Maga nos hemos dado cuenta lo importante que es tener confianza en esa persona que has elegido para que produzca tus canciones. No es fácil, pero tras siete discos lo hemos conseguido [risas].

Ha habido también cambios de formación. Sobre el papel la incorporación de Miguel cuadra muy bien con el sonido de “Espacios infinitos”. Los bajos son unos de los pilares sobre los que se construye el tejido sonoro del nuevo disco. ¿Es así?
Si, la decisión de contar con Miguel era porque era el bajista perfecto para “Espacios infinitos”. Es difícil encontrar bajistas con una personalidad característica, no hay tantos y él es uno de ellos. Tanto es así que cuando nos llegaron las mezclas fue al primero que llamamos porque sabíamos la importancia que había tenido en el sonido final.

También ha entrado en la formación Toni. Perteneciente a esa nueva generación de músicos que está tomando relevo en Granada. ¿Una cantera también infinita? ¿Con que os quedáis de lo nuevo que anda sonando a nivel nacional?
Con Toni nos ha pasado como con James, su juventud. Y sobre todo la formación que tiene pese a su juventud. Pertenece a una generación en la que están también Colectivo Da Silva, que son el futuro de la escena granadina.

“En la Espiral” fue una carga entera para nosotros, ahora queríamos hacer algo que siempre nos ha costado que era delegar”

Volvemos al disco. “Seres de luz” es para mí el tema cabecera de este disco. Empezáis los shows con ella y suena apabullante. ¿Perfecta pasarela estelar entre lo antiguo y lo nuevo?
Diríamos que “Seres de luz” es el retrato perfecto de la combinación entre Lori Meyers y James Bagshaw. Era una canción que nos costó mucho cerrar y fue cuando él la cogió y propuso la parte final, que es suya, cuando la vimos clara. Esto nos dio mucha confianza y nos puso las pilas en el resto del proceso. Fue algo muy especial.

Mucha ficción en la música que recuerda a la serie “Fundación”, pero las letras son terrenales. La odisea de “Mis fantasmas” transcurre en una habitación. ¿Cómo ha influido la pandemia y sus efectos colaterales en el relato personal del álbum?
Esta canción también es especial. Era uno de esos momentos del confinamiento en los que yo [Noni] estaba solo con Douglas en casa y pensando en la gente de mi familia que ya no estaba conmigo pero que en ese momento sentía que me rodeaban y que, de alguna manera, siempre habían estado ahí apoyándome. Estaba escribiendo la canción y los tenía a todos delante, mis fantasmas. Además coincidió con lo de los terremotos en Granada y precisamente mi abuelo siempre llevó muletas y las vibraciones que producía al andar me venían también a la mente en esos momentos. Es una canción que, cuando la escucho, me hace sentir mejor.

Canciones como “En el espejo” demuestran que no os habéis guardado nada, ¿no?
Sí, puede ser un poco confesional. Narra una situación vivida pero al final lo que quiere reflejar son tus inseguridades y tu forma de atajar los problemas que te vienen. Cuando tú te crees que eres fuerte y no te ves reflejado en esa creencia. También habla del rencor y de quitártelo para seguir adelante.

Todo está en la maravillosa portada de Sergio García (Buenaventura Estudio). ¿Realidad o ficción en cada detalle de esa especie de Guernica lojeño?
Realidad, porque lo mejor que nos ha pasado con Sergio y que no nos había pasado antes con ningún diseñador, es el momento en el que un día me llama y me pregunta por lo que he querido contar en cada una de las canciones. Y el fue recogiendo y plasmando cada relato de las canciones que le hacíamos en el diseño de la portada. Ha sido muy bonito. Además descubrimos a un genio internacional del diseño gráfico que lo teníamos viviendo en nuestra ciudad, y eso que fue profesor de Vanesa Zafra, la diseñadora de nuestras primeras portadas, todo se une.

Y ya que estamos colocando las piezas del puzle. El artífice final de “Espacios infinitos” es Claudius Mittendorfer, quien mezcla el disco. ¿La pieza clave? ¿Cómo llegó el disco a sus manos?
Fue a través de James, y su trabajo nos ha dejado impactados. Todavía seguimos “acosándolo” por Internet mandándolo música para que nos de su opinión [risas]. En serio, era el complemento perfecto a la producción de James, había mucha química entre ellos dos. Digamos que Claudius ponía el orden y elevaba todo lo que James creaba. Escuchad lo que ha mezclado Claudius para otros artistas y vais a flipar.

La mezcla de Mittendorfer en directo tendrá su espejo en Fabián Romero. ¿Cómo suenan esos sonidos infinitos en directo?
¿Qué te vamos a contar de Fabián? Sustituyó a David Sutil, al que Lori Meyers le debe muchísimo, y fue otra recomendación de Anni. Sobre la forma en la que Fabián hace sonar el nuevo disco, decirte que cuando montamos el videoclip de “Hacerte volar” del directo en la Alhambra, en Universal nos preguntaron si era un playback. Es la fidelidad absoluta, en lo profesional y también en lo personal.

Y casi por último, pues eso, “El último baile”. Y si se da el caso, ¿qué os traten con amor o con honor?
Con los dos. Cuando te quieres a ti mismo es porque tienes honor, y entonces le puedes dar a todo el mundo amor. Es lo que queríamos decir en la canción. A estas alturas son los dos sentimientos que más valoramos y con los que nos gustaría que nos tratasen.

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