Sevilla se ha convertido en puerto franco desde donde partir hacia proyectos musicales cada vez más audaces. El último tinglado es el que ha unido a Lorenzo Soria (Califato 3x4) y Sebastián Orellana (La Big Rabia), capitán y contramaestre de una singladura que han venido a llamar "Caleuche" (Mushroom Pillow, 22). Dos intrépidos marineros de esa bucanera escena musical de los mares del Sur, que andaban buscando desde hace tiempo una singladura común en la que enrolarse. Aunque se conocieron en Granada, ha sido ese contexto de nuevo mestizaje que se respira a orillas del Guadalquivir el que ha propiciado el encuentro entre dos músicos de mundos diferentes. “Está claro que hay un cambio de mentalidad en los músicos de por aquí, no es nada pensado ni meditado, pero ya no va cada uno por su vereda, en el sentido de yo soy el metalero, yo soy el cumbiero, sino que de forma natural nos unimos y hacemos música. Esa naturalidad se ve muy clara en el disco".
“Es cierto que aquí en Sevilla ahora se está visibilizando más todo lo de aquí aunque siempre ha existido y al mismo nivel que ahora”.
Es cierto lo que comenta Sebastián, "Caleuche" se desliza por ese mar sonoro que une el flamenco, la electrónica y la música tradicional latinoamericana sin tener que forzar el rumbo ni dar giros de timón. El disco se abre con Me voy pa’ dentro, una expresión muy sevillana, muy del Sur, ese que en lo musical se ha reconciliado en los últimos años con sus raíces de la mano, entre otros, de los Califato 3x4 de Lorenzo Soria. “Es cierto que aquí en Sevilla ahora se está visibilizando más todo lo de aquí aunque siempre ha existido y al mismo nivel que ahora”. Apunta Lorenzo sobre esta nueva mirada pa’ dentro, que no es propia de la escena andaluza o española, sino que se da en todo el mundo, como bien sabe Sebastián, que atiende a nuestra entrevista desde su tierra, Chile. “Creo que los músicos y la gente se están dando cuenta de lo que son y qué es lo que quieren transmitir realmente. Y eso hace que su propuesta sea más creíble. En eso estamos nosotros”. Así, en este barco te puedes encontrar temas para cantar en la proa con el pelo al viento como la versión de Te llevaré del colombiano Lisandro Mesa, que aunque sugiere una búsqueda antropológica, nada de eso. Lorenzo confiesa que lo descubrió en los créditos finales de una película de Netflix. “Es un corte más tradicional, digamos que lo podemos relacionar con el ancla del barco”
El astillero del Caleuche ha sido el “mítico” local de ensayo sevillano “El Establo”, ahora en ruina por una inundación y habitual espacio de trabajo de Pony Bravo. El disco suena mucho a estos últimos también. “Nos juntábamos y las canciones lo mismo surgían de un beat que de una línea de bajo. Hemos sido muy respetuosos uno con el otro y por eso el disco ha fluido”. Dub, cumbia, reggae, psicodelia viajan en las bodegas del Caleuche, y en temas como El Individuo, El Vaso o el propio tema que da nombre al disco, creando un ambiente de fiesta privada, con un halo de oscuridad. “Son temas con una aparente oscuridad que después si los pones a tope en un festival son puro baile”. También baile agarrao, porque este barco lleva bandera de ese Califato andalusí independiente y su botadura fue con el single Tus Ojitos Moros. Una reggae rumba que protagoniza la voz de Pilar Angulo (All La Glory) que pasa de Steve Nicks a Las Grecas. “La Pili es de Lora del Río, al final los orígenes salen y por eso canta así”. El Caleuche solamente se aparece a los brujos, a los que tienen magia, es cuestión de alma, de buscar lo que uno tiene en su interior.
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