Logros e incertidumbres
EntrevistasSkizoo

Logros e incertidumbres

Redacción — 02-04-2007
Fotografía — Archivo

Tras un cambio de compañía, debido al cese de la actividad editorial de El Diablo, Skizoo acusa un estado de salud inmejorable con las nuevas once salvas sonoras que componen “Incerteza” (Emi). Pese a las adversidades que han acompañado a la grabación del álbum, el quinteto suma méritos para despuntar entre lo más granado del metal patrio.

Acontecimientos tan aciagos como las pérdidas de Big Simon, el productor del segundo largo de los madrileños, fallecido a consecuencia de un cáncer de hígado, o de Alberto Madrid, quién fuera por casi diez años batería de Sôber, tras sufrir un accidente de tráfico, han marcado inexorablemente la puesta a punto de “Incerteza”, la nueva vuelta de tuerca del quinteto de nuevo metal. “A nivel personal no solamente hemos perdido a dos amigos, sino a gente representativa en el ámbito musical. Ambos han estado muy presentes en nuestra carrera en todo lo bueno y todo lo malo. Simon había producido a Stravaganzza. Dani había trabajado con él en Saratoga... Lo de ‘Incerteza’ tiene mucho que ver por lo que ocurrió con Simon y cómo iba a quedar el disco, ya que lo empezamos a hacer juntos y lamentablemente nos dejó. Es una de las canciones que grabamos y refleja bien las circunstancias que hemos vivido”, anota Jorge Escobedo, guitarrista y portavoz del combo.

"Es algo bastante complicado para no caer en el tópico de lo que hacen otras bandas, que es música contundente con voz contundente"

Al margen de hechos irreparables como los mencionados, el crecimiento de la banda se ha hecho notar con la incorporación de Edu, bajista de Stravaganzza. “Ha sido un reto en el sentido estrictamente musical. Ha habido cosas que he tenido que trabajar porque yo venía de tocar en grupos con un solo guitarrista y aquí tenía que tocar con dos. La compenetración con Dani -batería- es perfecta porque ya venía de tocar con él. También me encargo de la parte de los coros que hay que trabajarla mucho con las voces. Hay mucho curro”, subraya el nuevo integrante. Digamos que el nuevo lote de canciones sigue fiel a los designios de su antecesor, esa patente de voces melódicas y guitarras distorsionadas por doquier con la que ya habían abierto una brecha en los tiempos de Sôber. “Musicalmente seguimos igual. Intentamos que concuerden la base rítmica y las guitarras con la voz de Morti. Es algo bastante complicado para no caer en el tópico de lo que hacen otras bandas, que es música contundente con voz contundente. Skizoo se desmarca de lo que hay porque puede crear un clima super cañero y, sin embargo, la voz consigue que sea asequible para todo el mundo”. Al sonido de temas como "No me dejes solo", "Dame aire" -del que han grabado un video-clip con un ambiente muy gótico en el Palacio de Gaviria-, "Cuando no estás", el emotivo "Algún día" o "Esta locura" habría que sumar ahora los solos de guitarra al más puro estilo ochentas, recurso no tan gratuito como pudiera parecer. “Tanto a Antonio como a mí es una cosa que nos apetecía mucho. Nos gusta pasarlo bien, disfrutar con nuestros instrumentos y hacer algo diferente a lo que hacíamos en otras bandas o incluso en el disco anterior. Somos una banda con cinco miembros que por manía personal buscamos la instrumentación. Nos gusta que Dani se lo pase de puta madre con sus baterías o Edu pueda tocar el bajo a sus anchas”. El retiro casi monástico a la huerta murciana ha sido la única variante con la que se han enfrentado al proceso de grabación. "Nos fuimos a Murcia a una casa chalet de un amigo que había montado un estudio por el motivo principal de estar todos en sintonía y no tener que coger coche y afrontar problemas de familia después de la jornada de trabajo en el estudio. Cosa que a veces es buena, pero por la experiencia que tenemos nosotros en estos dos últimos años es negativa. Es como los jugadores de fútbol en un mundial, que tienen que afrontar algo importante: la concentración, comer juntos, convivir, dormir, levantarse... Elementos que han sido cruciales”. Los cambios de última hora hicieron que Ue Nastasi (Ill Niño, Biohazard, Sacred, Extraños en el Paraíso) finalmente se hiciese cargo de la masterización del álbum. “Habíamos cerrado con Ted Jensen en los Sterling Sound de Nueva York, pero por lo visto tenía necesidad de encontrarse a si mismo después de casi sesenta años”, explica Jorge. “Tuvo una crisis personal después de grabar el disco de Trivium, con el que estuvo trabajando seis meses”, añade Antonio Bernardini. “Decía que había perdido el oído y que no estaba haciendo las cosas bien. Estábamos muy ilusionados con la idea de hacerlo con él. Habíamos convencido a la compañía y contábamos con presupuesto. Tuvimos la mala suerte de no hacerlo con Ted, pero la buena de encontrar a Ue, que es igual de válido. Viendo el resultado y comparándolo estamos supercontentos”.

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