Destacada de la escena rockabilly actual, Kim Lenz está auténticamente inspirada en los cincuenta. “No soy fan de la palabra auténtico, porque creo que cada uno debe hacer lo suyo, aunque esté influenciado por el pasado. En mi disco me he mantenido en el rockabilly, pero sin ser tan estricta como para no expresar lo que llevo dentro. No cojo otro tema rockabilly y cambio sólo la letra, como hacen algunos. Todo el mundo puede ser auténtico en algo, pero no es tan sencillo expresar lo que llevas dentro”. Poseedora, junto a su marido, de una inmensa colección de discos, Lenz conoce el estilo que la inspira y por qué éste atrae a muchos jóvenes. “El rockabilly está en la base de toda la música que escuchamos. El rock & roll existía antes, pero sólo los negros lo escuchaban. Con el rockabilly, por primera vez, la guitarra asumió el papel de líder para unir el rythm & blues y el hillbilly. Tiene que ver con la pasión y la locura de América. A la gente le suena familiar, los niños lo escuchan, la gente mayor también. Y sí, mucha gente joven está metida en el rollo, la ropa vintage y demás, pero también con esa influencia del rockabilly ochentas y noventas. Madre mía, ¿eso qué es? ¡Yo nunca he pasado por ahí!”. Además, nuestra heroína se encuentra muy cómoda en su ciudad. “La escena rockabilly californiana actual está muy bien. En Los Angeles la escena siempre ha sido diferente, porque tiene esa influencia hispana un poco chula. Hay buenas bandas y un sello que las apoya, se visten con esas chaquetas largas llamadas Ricardo Jackets, con esos cinturones... y me encanta. Tenemos esa chica llamada Marlene, que ha estado en los Rythm Shackers, que es increíble y estoy segura de que hará algo grande”. Siempre locuaz y simpática, Lenz evita profundizar acerca de Kitty, Daisy & Lewis. “Son muy monos y jóvenes. Compartimos cartel pero no sé mucho de ellos. ¿Tienen éxito en España? Pues me alegro”.
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