“Escribir bonitas canciones de pop nos parece algo falso”
EntrevistasLittle Cub

“Escribir bonitas canciones de pop nos parece algo falso”

Silvia Suárez — 02-06-2017
Fotografía — Archivo

Si Joy Division pudieran reencarnarse en un proyecto contemporáneo, probablemente sonarían como este trío del sur de Londres. Compartiendo referentes como Aphex Twin, Caribou o LCD Soundsystem, no es casualidad que se conociesen en el extinto club Fabric. Tampoco que, aunque sus composiciones puedan remitir a las de sus iconos de los 80, sean una banda entre el pop y el dance alternativo actual. Hablamos con Dominic, Duncan y Ady sobre literatura, tecnología, política y cómo “Still Life” (Domino, 17), su primer disco de estudio, les ha ayudado a encontrar su perspectiva vital


¿Por qué decidisteis llamaros "pequeño cachorro"?
(Dominic)
Queríamos un nombre que estuviese en la línea de las bandas que nos gustan, pero que también desafiase esta lógica. Cuando empezamos la banda todos llevábamos camisetas con diseños de animales (un poco a lo Ryan Gosling) así que, como si se tratase de una ironía, tuvimos que ponerle a la banda un título a juego. Si hubiera sido por mí, hubiera llamado a la banda “Death”, “Dark” o algo así, pero creo que nuestras letras ya son bastante serias como para eso. La madre de Duncan siempre nos dice que deberíamos llamarnos “Big Cub” (“gran cachorro”), pero es que tampoco somos grandilocuentes y preferimos que nuestra música entre a la gente con un nombre más modesto.

La poesía y el personaje de Dorian Grey, en particular, os inspiraron para empezar a escribir. ¿De qué manera se refleja esto en las letras del disco?
(Dominic)
Supongo que empecé a escribir algunos fragmentos mucho antes de que intentásemos transformarlos en canciones. Creo que la poesía y la música son formas de arte muy diferentes cuyos nexos coinciden en la Historia y en el tiempo. Cualquiera que haya visto la película de Nick Cave sobre “Skeleton Tree” (se refiere a “One More Time With Feeling”) sabrá que él es un compositor de canciones y un poeta al mismo tiempo. Personalmente, me gusta la idea de los personajes recurrentes en la literatura; me gusta cómo Bowie presentó a Major Tom primero como un héroe y luego como una especie de yonqui, igual que varios autores ha concebido la idea de un Robinson diferente en cada libro. Recuerdo ir a una exposición de Patrick Kieler sobre su cinta “Robinson In Space” y pensar que sería genial hacer algo parecido con canciones. Dicho esto, en el disco todas las canciones son autobiográficas, pero quise usar una versión más extrema para potenciar nuestras personalidades y añadir un toque más dramático y conflictivo a la narrativa. En muchos aspectos, Dorian es un personaje con el que veo paralelismos en aspectos como es mi vida en Londres ahora o cómo su personaje podría tratar de ser grandilocuente pero no importarle a nadie después de todo.

En un momento de vuestro desarrollo como banda, Duncan se mudó a Nueva York para estudiar música. ¿Cómo fue crear la banda a distancia?
(Ady)
Bastante directo, en realidad. Internet hace que compartir música sea cada vez más fácil y en ese punto casi nos turnábamos para componer las canciones. Curiosamente desarrollamos una gran confianza en este sistema de trabajo porque dejábamos a alguien más cambiar o rehacer, en muchos casos, totalmente una idea que estaba en la primera fase. Después compartimos una casa y entonces fue cuando la cosa se puso interesante.

Conocisteis al productor Laurence Bell de Domino Records, vuestro actual sello, un día en las inmediaciones de vuestro estudio aunque, curiosamente, el album lo habíais compuesto casi todo en la habitación de Duncan.
(Dominic)
A Laurence ya me lo había encontrado en una librería pero vino a algún ensayo que organizamos un par de veces. Creo que, como muchas bandas que empiezan, nunca antes habíamos hecho un disco, así que pensamos que era esencial que un productor trabajase con nosotros en nuestras demos y las convirtiese en un disco de verdad. Finalmente no salió así, así que terminamos componiendo el disco en la sala de estar de Duncan y fue como aprendimos qué es lo que queríamos exactamente para tener un disco de verdad. Algunos amigos también nos ayudaron, pero en esencia hemos pasado de un manejo muy básico del estudio a producir a otra gente nosotros mismos.

Cass McCombs es una de vuestras referencias musicales nivel letrístico. ¿En qué otras bandas os fijáis a nivel instrumental?
(Dominic)
Hot Chip, LCD Soundsystem, Caribou, FJM, Four Tet, Wild Beasts, Jon Hopkins… En realidad muchos de los artistas de Domino, pero también nuevos productores de house y techno como Leon Vynehall y Call Super.

Teniendo en cuenta que los tres componéis y que os conocéis desde hace más de tres años como banda, ¿cómo os sentís identificados con lo que ahora interpretáis?
(Dominic)
Es algo que varía. Las letras que compusimos entonces eran como capturas de pantalla de nuestra vida años atrás pero, al igual que los arreglos, han evolucionado. Sería raro seguir diciendo las mismas cosas porque nuestra opinión a cambiado. Un amigo que fue de gira el pasado año con Radiohead dijo que no solo habían cambiado el setlist cada noche, sino que los arreglos y la disposición eran distintos. Morrissey también hace ligeros cambios a sus letras. Así se mantienen vivas algunas canciones sin tocar el mensaje principal de cada una, aunque muchas otras siguen siendo tan actuales como cuando las compusimos.

Precisamente mucho de ese contenido tiene un contexto político y social. ¿Qué tipo de temas os preocupan en la actualidad?
(Dominic)
Estos son tiempos realmente duros en política e ignorarlo para escribir canciones bonitas de pop que se conviertan en hits nos parece poco auténtico. Creo que mucha gente se ha sentido desatendida por el sistema político durante mucho tiempo y ahora, más que nunca, quieren que cambie. Una de las ventajas de esta situación es que estamos empezando a ver al enemigo de nuevo. Durante décadas hemos tenido mandatarios que se han despreocupado por sus políticas y medidas populares, pero creo que la vuelta a la razón que estamos teniendo ahora es tan divisoria como clarificadora.

¿Qué opináis del Brexit y de las elecciones generales que se van a celebrar en Reino Unido próximamente?
(Ady)
El Brexit es muy triste por muchas razones. Muchos liberales tienen problemas con la naturaleza anti-democrática de la UE, así que aquí siempre ha sido una cuestión de elegir entre dos demonios. Desafortunadamente, esa burbuja en la que muchos liberales viven (sobre todo gracias al poder de las redes sociales) significa que no conocen o tienen en cuenta otros puntos de vista. Adam Curtis dijo hace tiempo que es el debate y el consenso lo que construye una sociedad, así que desde luego quedarse fuera del debate europeo no ha sido la opción más avanzada.

El disco también ronda la madurez como temática general. ¿Creéis que es más difícil afrontar esta etapa siendo músicos, teniendo en cuenta las dinámicas de la industria?
(Dominic)
La mayor parte del tiempo estar en una banda retrasa tu capacidad de crecer porque, generalmente, tus prioridades no son las mismas que el resto de la gente de tu edad. Entrar en esta industria entrados los veinte es complicado, porque no tienes ese tipo de ingenuidad que viene de la arrogancia que tienes cuando eres más joven, pero tampoco la confianza en uno mismo que viene con la madurez posterior. Es igual que lo de la política; mucha gente prefiere no escribir sobre ello porque tienen dilemas tan grandes que si lo pusieran por escrito no podrían denegarlo después. Quizá por eso las únicas canciones de este tipo que llegan al público son las que son simples en su contexto o carentes de ironía, lo que al final termina provocando rechazo en vez ese mecanismo para activar las mentes. Nosotros sabemos que la gente no es perfecta y que probablemente nuestros argumentos tampoco, pero creemos que lo importante es implicarse.

Vuestro tema “Snow” plantea una sobrecogedora idea sobre la muerte. ¿Es un sentimiento común que ha condicionado al resto de temas del álbum o simplemente el reflejo de un momento personal particular?
(Ady)
Por supuesto. Me gusta la descripción que [el escritor británico Philip] Larkin hace de la oveja negra; que mientras que esperamos a que venga el barco que nos lleve a nuestras vidas de verdad, lo único que realmente puede truncar nuestro camino es la muerte. Es otra de las cosas que no podíamos pasar por alto en nuestras composiciones, aunque afortunadamente, muchos de los momentos que se recogen en el disco van sobre lidiar con esto (este tema en concreto fue escrito para el funeral de la madre de Dom). Sin embargo, lo tomamos como una experiencia más y no hemos querido ser obvios. No es como cuando White Lies se pusieron a escribir “Death”, porque creo que eso fue de bastante peor gusto y además carece de originalidad.

“October”, otra canción con trasfondo político, también habla de las redes sociales y la forma en la que las usamos, volviéndonos casi inmunes a la información y a las cosas que pasan a nuestro alrededor. ¿Cómo surgió el tema siendo las redes sociales un complemento vital para, especialmente, un músico hoy en día?
(Dominic)
He intentado no sobrecargar la mente del oyente con demasiados argumentos que definiesen un significado concreto de cada canción fuera de lo que cada uno pueda interpretar. No obstante, siendo un músico tienes que prestarle atención a las redes sociales y la prensa, sobre todo porque creo que la gente siempre espera tener más acceso a las cosas de lo que en realidad tiene. Por ejemplo, a Lena Dunham se le critica por decir cosas estúpidas en Twitter, pero habría que ver por qué estamos todos tan interesados en lo que una guionista de televisión tiene que decir sobre la realidad social en 140 caracteres. Por otro lado, muchos artistas han hecho prácticamente de eso su carrera, por lo que no hay que menospreciar el poder de las redes. Mi opinión es que hace poco leí un libro de Jon Ronson sobre la vergüenza púbica y me hizo pensar en lo dañina que puede ser la interacción equivocada.

Dos de vosotros sois de Dorking, en Surrey, pero os mudasteis a Londres para dar forma a la banda. ¿Conocéis personalmente al resto de artistas con que se os relaciona habitualmente en vuestro entorno musical, como Boxed In o Ten Fé?
(Dominic)
A Boxed In, sí. Oli (su cantante) es muy amigo nuestro y, además de haber girado con él y pinchado la otra noche en Londres, nos ayudó a mezclar el disco. No podríamos haberlo hecho sin él. Ten Fé son encantadores; hemos tocado con ellos alguna vez y coincidido con su manager en otros proyectos, y también es genial. Roger Waters (Pink Floyd) es de Bookham, al lado de donde Duncan y yo crecimos, así que nos gusta pensar que compartimos algo más que procedencia.

También he leído que vosotros dos conocisteis a Ady en Fabric. Ahora, como residentes de Londres, ¿qué pensáis de la escena de clubbing?
(Duncan) Nuestra experiencia ciertamente ha cambiado. No creo que podamos hablar de una escena a nivel de todo Londres porque ya no salimos por los mismos sitios que antes. Ahora solemos ir al Sureste de la ciudad, donde vivimos, y los clubs son más pequeños y mucho más estrambóticos. Creo que en los sitios más grandes la gente suele estar más desesperada… Aunque no creo que sea culpa de la escena dance, sino de la sociedad en general probablemente.

Recientemente habéis sacado un par de remixes y una reedición de varios temas del disco. ¿Cuál es vuestra favorito?
(Duncan) Creo que la nueva versión de “Night Foraging” o “Loveless”, seguramente. Personalmente me gustó dejar la batería y poder centrarme en las armonías durante un rato. Nos parece que reajustar esta parte le da a los temas un nuevo contexto emocional; un poco más reflexivo y menos apresurado. También nos juntamos con bastante material de ambiente después de muchos paseos por Peckham Rye Park a las 3 de la mañana, que es la única hora en la que no hay coches alrededor pero sí una electricidad característica en el aire que hace que se escuche mucho más personal.

Habéis hecho sold out en vuestro primer en concierto como cabezas de cartel en Londres. ¿Qué planes tenéis ahora?
(Dominic)
Hacer más remixes y alguna colaboración, pero sobre todo festivales y más conciertos. Hemos pasado un montón de tiempo en el estudio para hacer este disco así que lo que más nos apetece es ver qué le parece a la gente. Recuerdo a Nick Cave hablar sobre esa sensación de estar tan nervioso que te impide imaginar llegar al final de la actuación y subirse al escenario hasta el punto de sobrepasar eso. Pues ahora mismo estamos bastante obsesionados con que eso se haga realidad.

 

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