“'Mercho’ era uno de esos temas que quedan en el baúl. No me gustaba"

Con tan solo veinte años y con una sola canción de éxito en nuestro país, sorprende que Lil Cake haya podido firmar una ambiciosa gira  por España. Pero así con las cosas y así se las vamos acostar.

Lil Cake funciona como ejemplo perfecto de una buena parte de los artistas de su generación. Una vocación muy temprana como músico, combinada con el abaratamiento de los costes de producción de canciones, así como los de distribución, a través de la democratización de ambos gracias a las plataformas de streeaming, las redes sociales y los híbridos entre ambas como Twitch. “Yo había ocasiones mientras escribía o hacia el beat, me ponía a tirar free y en ocasiones me ponía a contar a algún chiste, y así la gente se reía y se quedaba. También componiendo, hay un momento escribiendo barras donde necesitas la barra final del coro, y ahi necesitas una barra clavada y el chat te iba tirando ayudas. Y era como eso, algo íntimo, una conexión con el público. Generar esa conexión con la gente es muy importante”.

“Hoy en día en mi música busco que las personas se sientan identificadas"

Lil Cake tiene un conocimiento íntimo de su profesión como el cocinero intuitivo. En un mundo donde todo, incluso su propio éxito, es fugaz y veloz, él pone pausa: “Hace poquito armé un temita de electrónica muy bueno ,que además tiene la función de ser pegadizo, pero no puedo salir con cosas de la nada. Hay que seguir una línea hasta que generas tu comunidad, tu gente. Para mí no se pegó, se pegó el tema, y no puedo sacar cualquier cosa y que le vaya bien sino que es un proceso, el armarse desde abajo.”

Tortita (Lil Cake en el español de su Argentina natal), que así se llamaba el canal desde el que retransmitía sus sesiones de composición y sus quehaceres diarios, llegando a tomar ideas para sus canciones de las interacciones del público a través del chat durante sus directos, es, además de un símbolo generacional que ha logrado el éxito en todo el mundo de habla hispana con su hit ‘MERCHO’ gracias -obviamente- a su popularización en redes sociales, uno de los artistas jóvenes de música urbana con la cabeza mejor asentada de todos los que ha hablado quien les escribe en los años que lleva trabajando en el sector. “Hoy en día en mi música busco que las personas se sientan identificadas. Yo creo que más allá de que MERCHO tenga una melodía muy pegajosa, decir que estas escuchando una artista en el auto, aunque no tengas un Mercedes o no escuches a Feid creo que inconscientemente te hace conectar. Para mí ahí estuvo la clave.”

‘MERCHO’ además es un cumbia argentina muy cercana al RKT, dos géneros popularísimos en el país de Río de la Plata y cada vez más pujantes en los demás países del entorno, pero que hasta ahora no habían terminado de cuajar en España. “MERCHO’ era uno de esos temas que quedan en el baúl. No me gustaba. El coro era pésimo. Después de unas horas en el estudio me puse a improvisar para terminarlo, y ahí encontré la clave para el coro, lo cambiamos todo y salimos del estudio y ya todo mi equipo estaba escuchando el tema”. Este éxito pujante puede ser una nueva piedra en la construcción de la catedral que estamos construyendo entre argentinos y españoles en la música urbana, con un pie a cada lado del Atlántico, los artistas nacionales arrasan en suelo argentino y viceversa.