"No tenemos respuesta cuando nos preguntan qué tipo de música hacemos"

“Desde que empezamos en esto ensayamos en una casa, el tiempo no lo miramos. Eso se nota en todo, para lo bueno y para lo malo”. Ignacio Fernández es la voz de Lígula, una joven familia musical de actualmente siete miembros que presenta su primer largo tras un extenso período de preparación. Las ideas y la impaciencia por mostrar su música son evidentes, y las diferencias con su primer EP, más cercano al folk, relevantes. “El EP era más directo”, asegura Diego Ruiz, guitarra, “éste tiene un montón de instrumentación, de colores. Quizá sea un poco difícil a la primera pero puede ser un viaje interesante”.

Un disco, “Distant Stairs”, para el que han contado con Ángel Luján a la producción. “Ángel nos ayudó a simplificar, hizo un trabajo magnífico a base de ordenar y rehacer. Es algo que agradecemos muchísimo”, recuerda Borja Menéndez, teclado y guitarra de una banda con simpatía por los paisajes sonoros, de engañosa sencillez, y un gran desinterés por delimitarse: “Cuándo nos preguntan qué estilo hacemos nunca tenemos respuesta y es algo problemático. Hacemos música, lo que nos salga”.