Líderes de grupo

Hay tantas diferencias estilísticas entre un combo genérico de emo gritón y Taking Back Sunday. En “Louder Now” (Warner), su nuevo disco, los neoyorquinos se superan a si mismos. Por algo se han granjeado los piropos de buena parte de la prensa y de otras formaciones.

Matt Rubano, el bajista, está contento pero mantiene los pies en el suelo. “Todo ha sido como muy gradual y natural”. Ahora giran en dos autobuses, aunque no llevan “un séquito, todo el mundo trabaja”. Su público, mayoritariamente juvenil, se ha “diversificado”, y “gente con ideas preconcebidas” se ha sorprendido con el nuevo álbum. Cabe suponer que su participación en la banda sonora de “Spiderman” supuso en espaldarazo comercial en toda regla. El italoestadounidense aclara que “esa canción y otras que hemos tenido en bandas sonoras nunca han salido como singles ni nada”, pero puede que les haya abierto puertas a gente que no los conocía. “Todos somos aficionados a los superhéroes y a los cómics de cuando éramos pequeños, de modo que el que nos pidieran un tema para una película así nos puso como en contacto con los niños que llevamos dentro”. Eso sí, musicalmente ya no se limitan a emular a Thursday. En su momento otorgamos a su debut, “Tell All Your Friends” (Victory, 02), una modesta valoración, pues “predominaba el abigarramiento, la emotividad poco creíble y las voces algo rayantes”. 

Se produjo la escisión del quinteto, los dos disidentes formaron Straylight Run, y fueron reemplazados por Fred Mascherino y nuestro interlocutor. “Where You Want To Be” (Victory, 04) mereció mejor nota, y el que ahora hayan alcanzado el sobresaliente no sólo tiene que ver con letras marca de la casa como “Eres tan sensible... Yo soy, yo soy una máquina”. “Aprecio totalmente tu honestidad. En directo aún tocamos unas cuantas del primer disco, y siento una cierta conexión... pero pienso que entre el anterior trabajo y éste hemos hecho ciertos progresos que sólo podían llegar a base de llevar tiempo juntos y de tomarnos el tiempo que nos hemos tomado para componerlo. Esperemos que esa tendencia que has indicado con tus votos continúe. Así que estoy de acuerdo hasta cierto punto, si bien con la reserva de que no era parte del grupo por aquellos días”. Antaño Rubano fue músico de sesión para gente como Lauryn Hill. “Eso fue algo que durante años y años quise hacer con mi vida, y me dediqué plenamente a ello. Logré ciertas cosas, como ese disco... Estaba en Nueva York, y allí hay bastantes oportunidades y trabajo si quieres tocar. Pero cuando me incorporé a Taking Back Sunday estaba completamente harto de ser músico de sesión, no me llenaba en absoluto. Llegó el momento en el que ya no quería tocar la música de otra gente, no disfrutaba al no tener ninguna aportación creativa (...). Si te contratan para una grabación, entras, trabajas con el productor, te envían un cheque y eso es todo. Mientras que cuando estás en algo años y años, y lo ves crecer, desarrollarse y cambiar, es una manera mucho más gratificante de pasar el tiempo”. Ahora evita el aburrimiento en un combo de jazz que ha formado con amigos. Parece que en Taking Back Sunday impera el don de gentes, ya que hace poco se hicieron colegas de Mastodon y Slayer. “Cuando los grupos se desafían en los medios me resulta ridículo, parecen niños de colegio riñiendo. Supongo que es inseguridad o algo así. Nos llevamos bien con casi todo el mundo, porque no somos un hatajo de gilipollas, sabes, somos tíos majos”. Pues a ver qué se cuentan sobre su antigua discográfica, de la que se echan bastantes pestes y, en el caso de Hawthorne Heights, hasta pleitos. “Se ha dicho, escrito y publicado tanto sobre esas cosas... Victory fue de una ayuda tremenda para nosotros al principio, luego llegó el momento de separarnos, porque pienso que era lo mejor para ambas partes. Muchas bandas parecen tener problemas con ese sello aunque también consiguen mucho éxito. Parece que hay un tema recurrente ahí, ¿no?”. No deja claro si perciben royalties (“se supone que sí, así funcionarían las cosas en un mundo perfecto”) y se despide con una demostración de diplomacia: “Estoy seguro de que a la gente le parece interesante, lo mismo que un accidente de coche, pero hay ciertas cosas que nos reservamos, porque otras nos parecen más relevantes que los asuntos de negocios... Son infinitamente menos interesantes que la música, el ir de gira, la composición y ese tipo de cosas”.