Como unos predicadores en medio del desierto, Kings Of Leon han reformulado con ahínco el libro de manualidades del rock de raíces. La familia rodante Followill se ha desmarcado al fin de la sombra de The Strokes. Alzando la voz con autoridad ante el asombro general de sus leales seguidores, llevan unos meses dejando claro que atrás quedan sus primeras y catastróficas actuaciones. Lo consiguieron en el gigantesco Glastonbury y también en su paso por nuestro país dentro del festival Summercase.
"No paramos de pelearnos, pero de momento nos aguantamos mutuamente. A ver lo que dura"
Herederos de la mejor tradición americana, sin corsés ni tampoco tabúes, y con licencia para maniobrar, los de Nashville reinan en las Islas Británicas. La simpleza razonable de “Youth And Young Manhood” supuso el peldaño necesario para alcanzar los logros de “Aha Shake Heartbreak”, más inspirado y resuelto, y que les permitió girar con U2. Más tarde llegaría “Because Of The Times”, opresiva muestra de rock moderno, con pinceladas de soul y nerviosa cadencia punk ochentera, repleto de pasajes calibrados de magia gloriosa y epatante. Ahora, “Only By The Night”, su cuarta entrega, sigue sus pasos, incluso barajando tiros más certeros, según nos cuenta el benjamín del clan, Jared Followill. “El disco lo grabamos en tan sólo un mes y medio en casa, en Nashville. Muy centrados, muy concretos en las ideas, en el sonido. Hemos hecho hincapié en un tema prioritario, el sonido, en intentar sonar cada vez más y más grandes. La composición esta vez ha sido lo que teníamos más resuelto. Hay dos piezas que son más largas comparadas con el resto, del estilo de ‘Knocked Up’, que era la primera canción de ‘Because Of The Times’. Nuestra música nos dirige a un camino que nos lleva a ser cada vez más fuertes, a tener más presencia escénica y a sonar más compactos. Acabamos de encabezar Glastonbury ante más de cien mil personas, y, para invierno, tenemos firmada una gira británica en grandes estadios”. Las cosas han cambiado y lo que antes era desconfianza se está convirtiendo con el tiempo en respeto. De ahí que hasta Pearl Jam se los lleven de gira cada vez que les es posible. “Nosotros somos los primeros que notamos, que sentimos, que esto es una locura, que todo se ha disparado de un modo casi incontrolable por nuestra parte. Ahora ya nos creemos de verdad que Kings Of Leon es una banda muy grande. Aunque una gran parte de la culpa de ese éxito se la damos a ‘Because Of The Times’ y al hecho de tocar mucho en vivo y ser cada vez mejores. Ese disco cambió nuestras vidas. Incluso nos planteamos cambiar el nombre del grupo para empezar de cero con nuestra carrera. Hay un antes y un después. Un cambio de rumbo, unos resultados aparentemente mejores, una evolución en nuestro estilo. Ya no hay vuelta atrás”. Parece que ni siquiera el hecho de que en la formación coincidan tres hermanos y un primo ha podido resquebrajar su estructura. Juntos en los buenos momentos, pero también en los malos. “Fíjate, en todos los grupos en los que hay hermanos o familia siempre acaba habiendo peleas internas. Echa un vistazo a la carrera de The Black Crowes o The Beach Boys... y a Oasis, claro. Disputas, egos, disparidad de pareceres, de opiniones... Nosotros no somos una excepción, aquí también surgen problemas y enfrentamientos, de hecho no paramos de pelearnos, pero de momento nos aguantamos mutuamente. A ver lo que dura (risas)”.
De todos modos, no todo es tan sencillo. Para ser consecuentes, debemos subrayar que Kings Of Leon aún deben crecer en Estados Unidos, su propio país. “En América la gente es estúpida. Tienen a su alcance cantidad de bandas que arrastran tradición, cultura y calidad, y las ignoran. Sólo están atentos a lo que sucede alrededor del universo del R&B y el hip-hop, y de mierdas tipo Nickelback. Un grupo tan grande como Drive By Truckers no deja de ser una banda de culto, para minorías, aunque salgan en Rolling Stone como nosotros. En Europa sois más abiertos de mente, sabéis apreciar qué es bueno y lo que no lo es tanto. Ahora pones cualquier emisora de radio en Estados Unidos, y sólo ponen porquería. Estoy seguro de que en España hay mejores programadores de música americana que allí. De hecho, puedo asegurar que es así, ya que me he preocupado de comprobarlo por mi mismo. En América la radio siempre ha sido el termómetro de cómo estaba la música contemporánea, y la realidad ahora mismo es que el panorama no pinta muy bien. De todas formas, nosotros no pararemos hasta colocar uno de nuestros discos en el número uno en Estados Unidos”.
Injustamente etiquetados dentro del nuevo rock con base de operaciones en Nueva York y al mismo tiempo considerados una formación de rock sureño por proceder de Nashville, Kings Of Leon han dado al final con su lugar en el mundo. “Reconocemos abiertamente que con nuestro primer disco nos vimos metidos en la misma rueda que The Strokes, Jet o The White Stripes, pero nuestros caminos se han separado. The Strokes andan perdidos en la nada, sin identidad, aunque tienen talento y son buenos chicos, y Jet más o menos lo mismo. The White Stripes sí han conseguido mantener su estatus muy arriba, pero si analizas sus discos te darás cuenta de que la fórmula se está empezando a agotar. Señal de que algo falla es que últimamente Jack White esté tan obsesionado con The Raconteurs”. Antes de la entrevista, tras marearnos con cambios de horario a lo largo de toda la jornada, me soplan que, aunque no cuadre con su imagen, uno de sus principales grupos de referencia es Joy Division. Lo que son las cosas. “Por supuesto, Joy Division, así como Pixies, son una gran influencia en nuestra música. Me entusiasma la base rítmica de Joy Division, hay en temas nuestros en los que se percibe lo importante que es para nosotros el trabajo del bajo y la batería. Y también me gustan New Order, por supuesto”.
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