“Es fantástico que Kim, Thurston y yo sigamos haciendo discos interesantes”
EntrevistasLee Ranaldo & Raül Refree

“Es fantástico que Kim, Thurston y yo sigamos haciendo discos interesantes”

JC Peña — 20-03-2020
Fotografía — Archivo

“Names Of North End Women” (Mute/PIAS, 20) es la culminación natural de la amistad personal y musical cultivada por el neoyorquino Lee Ranaldo y el barcelonés Raül Refree. Un disco de experimentación exquisita en el que complicidad artística y personal se funden. El mítico (y encantador) guitarrista de Sonic Youth nos atiende por teléfono. Habla rápido y transmite puro entusiasmo por su momento creativo.


No cabe duda de que estamos ante un disco especial por cómo se ha hecho y cómo os ha salido. Pero, ¿era inevitable que Raül y tú acabarais haciendo un disco conjunto?

Bueno, Raül y yo llevamos años trabajando juntos. Hicimos un disco para El Segell titulado “Acoustic Dust” en 2013, y ahí es donde realmente nos conocimos. Estuve una semana con mi grupo en España e hicimos ese disco acústico muy rápido –en aquel momento estábamos empezando a explorar la música acústica. Raül hizo de productor. La cuestión es que nos lo pasamos tan bien que decidimos trabajar juntos en cosas nuevas. Algunos meses después nos pusimos con “Electric Trim”, que fue nuestro primer proyecto de álbum serio conjunto. Salimos de gira juntos en aquel momento, Raül se convirtió en miembro de mi grupo y… bueno, es que hemos trabajado codo con codo desde entonces. Nos hemos hecho muy amigos y trabajamos muy de cerca en cada aspecto de la música que hacemos. Hemos estado tocando juntos en directo desde entonces.

Hasta hoy…

Cuando llegó el momento de hacer este nuevo disco, al principio pensamos que, por supuesto, sería una continuación similar de “Electric Trim”, con una relación de productor-artista, pero muy rápidamente se hizo evidente que debíamos hacer un disco como dúo en el que ambos contribuyéramos en cada nivel del proceso: desde la composición a la grabación, todo. Viéndolo retrospectivamente, creo que “Electric Trim” podría haber sido también de dúo, pero en aquel momento no estábamos seguros de lo que iba a pasar, así que nuestros roles fueron más tradicionales. Pero ahora mismo lo que tenemos es una colaboración en todos los aspectos.

¿Por qué os sentís tan cómodos tú y Raül en el estudio o sobre el escenario?
Pues no sé cuál es la respuesta a esta pregunta, más allá de que compartimos muchos objetivos e intereses. A los dos nos encanta cierto tipo de experimentación en el estudio. Y, cuando nos juntamos, las cosas que nos salen nos parecen muy emocionantes a ambos. Supongo que no puedo explicarlo mejor. En estos dos discos nos lo hemos pasado fabulosamente bien trabajando juntos en el estudio, básicamente creando música nueva. Creo que nuestras ideas se complementan muy bien.

“Se hizo evidente que debíamos hacer un disco como dúo”

Una cosa a priori impactante es tu decisión de apenas tocar la guitarra, o usarla mucho menos que en otros discos, teniendo en cuenta que es tu instrumento. ¿Cómo lo decidisteis?
No es tanto que lo decidiéramos como que salió así. Uno de nuestros objetivos desde el principio era usar muchos instrumentos distintos y hacer las cosas de un modo diferente a como las hicimos en “Electric Trim”. Aquel disco fue como el inicio de un proceso de abrir mi música a diferentes arreglos, sonidos y músicos. Y creo que hemos seguido ese camino con el nuevo. Mientras trabajábamos en él, estábamos muy metidos en los sonidos electrónicos, pero también en las percusiones: marimbas, vibráfonos, cosas así. Y metimos la guitarra cuando la canción lo pedía: tratamos de usarla de modo muy específico. No es que nos propusiéramos que tuviera un menor papel, es que la música que estábamos haciendo no pedía tanta guitarra. En cierta manera, nos parecía que estábamos haciendo música de un modo más experimental.

Supongo que al final lo que queríais era alejaros del sonido de una “banda de rock”.

Bueno, sabíamos que no estábamos haciendo un disco de rock, eso seguro. Es verdad. Los dos somos guitarristas y nos encanta la guitarra (risas), lo que pasa es que a menudo lo que creíamos que necesitaban las canciones no eran guitarras. Lo que me gusta es que cuando usamos las guitarras en este disco lo hacemos de un modo muy particular. Normalmente, cuando oyes un disco de indie rock, las guitarras empiezan en el principio de la primera canción y van hasta el final de la última. Queríamos ser más específicos y lo que pasa al hacer algo así, es que cuando la oyes, sabes que es una guitarra, ya sea una bonita acústica o un solo desatado. Nos pareció que no teníamos que poner guitarra en todas partes.


Habéis compuesto todas las canciones en el estudio, lo cual es también una forma muy especial de trabajar. ¿Es estresante o puramente gozoso hacer un disco así?

Cuando trabajamos juntos es un proceso súper gozoso. Aunque a estas alturas hemos tocado un montón de conciertos, nuestra relación creativa es muy de estudio. Ambos estamos muy interesados en las posibilidades del estudio. En cierto sentido se puede decir que el estudio es nuestro principal instrumento, el instrumento con el que más trabajamos cuando hacemos música. Sus capacidades, las cosas que se pueden crear allí. Normalmente, cuando hacemos estos discos, sólo estamos nosotros dos ahí sentados, probando cosas diferentes, y es una gozada. Nos encanta este aspecto, los dos somos fans de los grandes discos creados en el estudio, de “Sgt. Pepper's” a “Pet Sounds” o “The Dark Side Of The Moon”, cualquier disco de este tipo, las influencias son amplísimas. Creo que los dos siempre hemos tenido el deseo de hacer más música así. Cuando nos conocimos, encontramos un buen socio para hacerlo.

¿Más allá de esos discos en cuanto a la forma de trabajar, tuvisteis alguna influencia específica, por ejemplo, de músicos minimalistas?
Exactamente. No pensamos en absoluto en influencias rockeras, sino que pusimos encima de la mesa otras cosas: hablamos de Ryuchi Sakamoto, Steve Reich, Meredith Monk, Max Richter, Arca… cosas de las que quizá no esperábamos hablar. Pero queríamos hacer un disco que tuviera un carácter distinto. Raül justo acababa de acabar una pieza para el festival Sónar, usó un montón de instrumentos electrónicos, y quería seguir usándolos. Aunque empezamos como en “Electric Trim”; traje un montón de maquetas hechas con la guitarra, y de hecho las primeras canciones en las que trabajamos se basaban en maquetas de guitarra, pero rápidamente las dejamos atrás para empezar a trabajar con esos instrumentos electrónicos. Básicamente para ver qué nos salía.
Entiendo que lo hicisteis en tu estudio (Echo Canyon), en Estados Unidos.
Sí, fue muy parecido a “Electric Trim”. Casi todo fue grabado en Nueva York, a lo largo de diferentes periodos, y luego se mezcló en el estudio de Raül en Barcelona.

“Desde el principio sabíamos que no estábamos haciendo un disco de rock”

Aunque es evidente que se trata de un disco con un filo experimental, hay un contraste acusado (o al menos yo lo he visto así) con tus voces, que son muy melódicas. ¿Lo buscasteis a propósito?
Trabajamos mucho las voces. Creo que la amistad entre Raül y yo se fraguó cuando nos pusimos a grabar las voces en el disco acústico. Nada más acabar, me dijo que le encantaba como cantante y que quería hacer más cosas conmigo. Desde el principio quedó claro que las voces iban a ser uno de los aspectos más importantes de este disco. Ahora digo que he pasado de ser un guitarrista que cantaba un poco a un cantante que toca la guitarra de vez en cuando. En este punto estoy muy concentrado en la parte vocal. Siempre le he puesto mucho cariño y estoy feliz de poder continuar con ello.
Así que, aunque sabíamos que estábamos embarcados en un proyecto muy experimental, queríamos hacer muchas cosas con la voz. En “Electric Trim” hicimos algo de spoken word, y aquí queríamos hacer más de eso y probar otras maneras de cantar. Ahora mismo es lo más importante para mí y en este disco dedicamos mucho tiempo a dejar las voces como queríamos.

Precisamente te iba a preguntar por eso, tu voz es muy protagonista en este disco. Pasando a las letras, ¿dirías que hay un tema que atraviesa este disco o que esté relacionado con su misterioso título?
(Se ríe). Sí, sin duda que lo hay. No quería ser misterioso pero quizá ha acabado siendo un poco así. La idea para las letras empezó cuando caminaba por las calles de Winnipeg, Manitoba (Canadá). Es la ciudad natal de mi esposa, y solemos ir en Navidades a visitar a la familia. Estábamos conduciendo en una parte del norte de la ciudad, en las afueras, y me di cuenta de que todos los nombres de las calles eran nombres de mujeres. Pero no nombres de determinadas mujeres que hubieran destacado o lo que sea, sino nombres sin ningún apellido. Y aquello me intrigó. Volví solo unos días después y me puse a caminar por esas calles, escribiendo todos los nombres, porque era fascinante, me parecía muy interesante que hubieran llamado a las calles por esos nombres de pila de mujeres. Al final del paseo tenía una lista con todos esos nombres y me pareció un poco un poema. Más tarde pensé que podría ser una idea para definir las letras. Aunque no eran los nombres de personas concretas que hubiera conocido, era un poco como pasar junto a la gente que ha entrado y salido de tu vida durante décadas, y que a veces son tus amigos y otras, no. Me sentí así. Me pareció una idea interesante poner un montón de nombres femeninos en la música y las letras. Cuando empecé a hablarlo con mi colaborador Jonathan Lethem, le conté la historia y le sugerí que usáramos los nombres como un punto de referencia. Porque realmente así es como nos relacionamos unos con otros como seres humanos, a través de los nombres de quienes conocemos. Me pareció una buena manera de canalizar muchos sentimientos que tenía entonces. Y hecho, algunas canciones tienen referencias a Winnipeg. La última, “At The Forks”, se refiere a un sitio en el que íbamos a patinar sobre hielo. Es como un lugar familiar donde confluyen los dos ríos de la ciudad. Y eso acabó siendo un tema para una canción. Winnipeg ha influido mucho en este disco (risas).

Viendo vuestro trabajo me parece también obvio que a los dos os interesa mucho también el aspecto del sonido y ponéis mucho cariño en ello. ¿Es así?

Los dos somos exploradores musicales y cuando estamos en el estudio juntos cada uno traemos ideas e influencias de nuestros respectivos caminos, aunque también compartimos un montón de cosas. Se trata de experimentar, de hablar mucho sobre cómo nos gustaría ser y oír mucha música diferente que nos podría interesar. Como te dije antes, trabajamos sobre experimentos y seguimos en esa idea.


¿Crees que este disco debe ser disfrutado como un todo, del principio al final?

En cierto sentido creo que sí. Es curioso porque cuando tienes un grupo y la guitarra empieza al principio de la primera canción, si eres una banda de guitarras, hay algo similar en el sonido que lo une todo. Al no ser un grupo, en este caso no tenemos eso. Así que en cierto modo, y es el caso también en “Electric Trim”, hacemos cada canción como si fuera una pequeña película. Y a veces suenan muy diferentes unas de otras, pero creo que para nosotros es una ventaja. No tenemos por qué sonar siempre igual, podemos probar muchas cosas y explorar un montón de ideas. Si “Electric Trim” fue el principio del experimento de nosotros dos trabajando juntos, con “Names Of The North End Women” decidimos que queríamos ir más allá, incluso al punto de dejar la música rock detrás.

Supongo que será todo un reto llevar este disco al directo. ¿O no?
Estamos trabajando en ello. Nuestra idea es hacerlo incluso más experimental. Hace un par de semanas dimos nuestro primer concierto en Nueva York y la idea es esa. Hay ya mucha gente ahí tocando cosas muy seguras de un modo tradicional, nuestra idea ahora mismo es ser más y más experimentales con todo lo que hacemos. Vamos a hacer una gira europea completa, un festival en Girona (Festival Strenes, 17 de abril)… No sé cuántos conciertos vamos a tocar en España, pero vamos a tocar unos cuantos. Y ahora estamos averiguando cómo tocar el material. Llevamos un par de años con un batería fantástico, para los conciertos de “Electric Trim”, pero decidimos no contar con él en este caso, que esto tendría que ser un dúo experimental. Interpretar las canciones como dúo es más fiel a la música y continúa esta idea experimental. Dimos dos conciertos cortos en Nueva York, no todo el disco, pero estamos viendo maneras de tocar más, aunque no sea exactamente lo que hay en el disco. Tratamos de mantener su espíritu y que sea un reto.

Termino: los fans de Sonic Youth tenemos suerte de tener discos como el tuyo, el de Kim Gordon o el último de Thurston Moore. Me pregunto si sigues lo que hacen y qué te parece.

Me parece impresionante y fantástico que a estas alturas los tres sigamos sacando discos interesantes que nos llevan a explorar nuevos territorios. Es un testamento a todo lo que era Sonic Youth, a su creatividad. Especialmente el disco de Kim, incluso aunque tenga un sonido muy diferente: compartimos muchas intenciones similares ahora mismo con lo que tratamos que hacer, lo cual es fantástico, y lo hablaba con ella recientemente. Creo que todos somos experimentadores de corazón. Es fascinante que todo esto esté pasando al mismo tiempo.

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