The Beatles “Let It Be”
(1970)
Para mí, escuchar este disco fue cómo descubrir un universo nuevo, era algo exclusivo. La imagen del grupo, sus melodías… no eran sonidos familiares para mí en aquellos tiempos. Eran muy cool y siempre me han interesado las bandas que proyectan algo más que les distingue de los demás.
The Drifters “Save The Last Dance For Me”
(1962)
Es un disco y una formación que representa la belleza y la pureza del verano. Cuando escucho sus canciones pienso en días soleados, en playas bonitas, me imagino a mucha gente sonriendo y viviendo feliz. Sí, eso es lo que me transmite su música.
Otis Redding “Greatest Hits”
(1989)
En su caso, me resulta casi imposible quedarme con un único disco, por esa razón me decanto por un recopilatorio. Y este es el mejor. Están representadas sus mejores canciones y algunas de las más importantes de la historia del soul. Junto a Stevie Wonder, es mi artista favorito.
Sly & The Family Stone “Dance To The Music”
(1968)
Es el disco idóneo para bailar, para pasarlo bien. Diría que es una mezcla excelente entre música disco y música negra. Funk genuino. Pero de Sly & The Family Stone destacaría por encima de todo su personalidad y este disco es un ejemplo perfecto, un álbum con mucho sabor. Es fantástico.
The Rolling Stones “Some Girls”
(1978)
En este caso me decanto por este disco, no porque crea que el álbum en sí es mejor que los restantes de The Rolling Stones, sino que lo que marca la diferencia es una canción, “Beast Of Burden”. No solamente es una de mis favoritas de la banda, sino que es una de las canciones que más me gustan de todos los tiempos.
Miles Davis “Bitches Brew”
(1970)
De ese disco me asombra su mística. Escuchar “Bitches Brew” es una experiencia que te adentra en un universo mágico y totalmente diferente a lo habitual. Nunca te aburres de oírlo. Cada vez que recurres a él descubres cosas nuevas. Es un disco perfecto.
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