No cabe duda que la banda liderada por el menudo y demoníaco Dani Filth sigue encarnando la cara más teatral del black metal. Amantes tanto de Iron Maiden como de Venom, del ocultismo y de la literatura de terror –desde Lovecraft a Clive Barker-, sus perversas y espeluznantes visiones, materializadas en canciones generalmente rápidas, agresivas y con elementos sinfónicos, se esmeran en retratar, no sin una buena dosis de fantasía, la vertiente más oscura y retorcida de la existencia humana.
"Cuando se obliga a que todo el mundo siga un mismo camino por la fuerza, se está obstruyendo el progreso" |
“Godspeed On The Devil’s Thunder” no cede en ese empeño, aunque apenas ofrece novedades formales. “Es más rápido, aunque no diría que más extremo. En ‘Thornography’ quisimos probar cosas nuevas, pero esta vez nos apetecía volver a los temas rápidos basados principalmente en la guitarra y la batería”, explica Paul Allender, guitarrista y mano derecha de Filth desde su entrada en la banda en 1992 –estuvo temporalmente fuera de ella entre 1996 y 1999-. Descrito por el propio Allender como un cruce entre “Midian” y “Dusk And Her Embrace”, “Godspeed…” contiene también su habitual ración de romanticismo vampírico (“The Death Of Love”). Primer desmentido: los vampiros no existen. “¡Es evidente que no! (risas). Alguien creó esa figura como metáfora de la parte más oscura de la naturaleza humana”. Sin colmillos pero igualmente sanguinario, Gilles de Rais, noble francés del siglo XV que luchó junto a Juana de Arco en la Guerra de los Cien Años, protagoniza los nuevos textos, en la línea del álbum conceptual “Cruelty And The Beast”, inspirado en la condesa Bathory. Retirado ya de su carrera militar, Rais enloqueció y protagonizó una demencial espiral de asesinatos y violaciones de niños como ofrenda ritual a Satán. Vamos, el yerno que toda madre querría tener. “Sí, se adapta bastante bien al universo de Cradle Of Filth (risas). Aunque eso no significa que sus prácticas nos parezcan divertidas”, cambia de tono Allender. Segundo desmentido: no todos los miembros de grupos de black son maníacos en potencia. “No nos hemos detenido en el tema de los niños, por ejemplo, que me parece enfermizo. Nos acercamos al personaje desde un punto de vista folklórico y de ficción”. Como los noruegos Gorgoroth, cara visible del rebrote de popularidad del black metal en todo el globo, Cradle Of Filth son unos provocadores natos. Basta recordar camisetas de la banda tan icónicas como aquella que muestra a una monja masturbándose junto al eslogan “Jesus Is A Cunt” –traduzcan ustedes mismos-. Una imaginería y unos textos explícitos por los que han sido vetados en numerosos países. A pesar de todo, su acercamiento al satanismo –tercer desmentido- tiene más que ver con la metáfora, la crítica social y la defensa de la individualidad que pregona el satanismo simbólico de Anton Szandor LaVey. “Cuando se obliga a que todo el mundo siga un mismo camino por la fuerza, se está obstruyendo el progreso. El Cristianismo habla siempre de amor, pero su historia lo contradice. Lo mismo pasa con las democracias modernas y conceptos como ‘paz’ o ‘libertad’. Quieren hacernos creer que somos libres para controlarnos”. Cuarto desmentido: las bandas de black metal ya no queman iglesias, como en la época del Inner Circle en Noruega. También saben diferenciar –por lo general- entre realidad y ficción. “A muchas bandas jóvenes les gusta cultivar cierto misterio. También hay individuos que pierde completamente la conexión con la realidad. No puedes vivir las veinticuatro horas del día en el mundo que has creado para tu música. Al final te vuelves estúpido, o enloqueces y, en el peor de los casos, matas a alguien” –en 1993 Varg Vikernes (Burzum) asesinó a Euronymous, del grupo Mayhem, por supuesta rivalidad entre bandas-. Quinto desmentido: los grupos de black metal ya no se llevan a matar. Prueba de ello son las recientes giras de Cradle Of Filth junto a Gorgoroth o Satyricon. Y hablando de Gorgoroth, su caso también desmiente que el mundo del metal sea tan machista y homófobo como algunos señalan. Ghaal, el vocalista de los noruegos, ha hecho pública recientemente su homosexualidad. Y aquí no ha pasado nada. “Obviamente no estoy en contra de ello, pero no entiendo por qué ha tenido que contárselo a todo el mundo. Es una elección personal y privada. En cuanto a los fans, no creo que les disguste la noticia. Las cosas han cambiado mucho. No creo que repercuta negativamente en su popularidad”.
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