¿Cuáles son las principales diferencias entre ¿"Presente perfecto” y los anteriores discos de Las Odio? ¿Qué hay de absolutamente inédito en este trabajo?
Ágata: En este hemos metido más sintes, samplers... Fran Meneses, productor de este disco, nos aportó mucho en esa dirección. De hecho, él hubiera ido mucho más lejos, pero nosotras quisimos mantener la esencia de banda del grupo, expandiendo nuestro sonido, pero fieles a cómo sonamos en el local.
¿Por qué han pasado seis años antes que volviera a ver la luz un conjunto de canciones de Las Odio?
Ágata: Nuestro anterior trabajo lo publicamos en marzo de 2019. Es decir, hace algo menos de cinco años. Entre medias, fuimos sacando las canciones que ya teníamos y también grabamos una nueva para la cabecera del podcast “Dos rubias muy legales”, de Moderna de Pueblo y Henar Álvarez. Queríamos seguir presentes. Ha sido todo un proceso largo porque ha sido natural, con tiempo para el reposo, sin presiones, y con diversas circunstancias que ir superando y recolocando.
Paula: La pandemia nos hizo plantearnos muchas cosas como banda y, después de un periodo sin tocar, nos dimos cuenta de que lo echamos mucho de menos. Nunca hemos dejado de juntarnos para salir e ir a conciertos porque somos amigas, pero extrañábamos el local de ensayo y fue ahí cuando decidimos sumar a Amanda al equipo, que también ha sido un gran hallazgo. Nos hemos tomado el tiempo que hemos necesitado para reajustarnos y sacar nuevas canciones, sin prisas. Si haces caso del algoritmo acabas obligada a publicar novedades cada equis tiempo y eso nos parece un estrés innecesario y contraproducente para la creatividad. La ventaja de la autoedición es que nadie te presiona para sacar nuevo contenido, así que hemos grabado canciones cuando nos ha parecido que teníamos algo interesante que aportar.
¿Cómo, dónde y con quién habéis grabado este disco?
Sonsoles: El disco lo grabamos en el mes de mayo de 2023 en Madrid, en Metropol Estudios. Tanto de la grabación como de la mezcla se ha encargado Fran Meneses, al que ya conocíamos por su trabajo en el estudio y también por su grupo Fuckaine (en el que toca junto a Tábata Pardo, encargada del diseño de la portada del disco), habituales del under. A nivel musical, desde el primer minuto nos entendimos bastante bien y la grabación fue ágil y bonita al mismo tiempo. La producción ha sido, además, un trabajo conjunto entre él y nosotras, donde ha habido una sintonía muy buena a la hora de buscar sonidos y proponer arreglos.
“Casi nadie vive de la música, a pesar del éxito que se proyecte en redes sociales”
Solo seis canciones y quince minutos conforman esta nueva referencia: un disco acelerado y directo a la yugular ¿Es esta inmediatez latente en el disco un reflejo de todo eso de ahí afuera que queréis reflejar en vuestra música? En cualquier caso, en “Presente perfecto” hay un contraste favorecedor entre la celebración, rabia y la acidez de vuestras letras...
Paula: El contraste del que hablas es totalmente buscado. En este disco soltamos seis píldoras que, si lo piensas, son bastante amargas, así que mejor si te hacen bailar. A nosotras nos gusta jugar con ese cortocircuito que se genera al juntar el contenido crítico con un sonido festivo. Además, las canciones, el baile, los conciertos y en general la celebración, nos parecen formas eficaces de compartir nuestras ideas. La brevedad del disco también nos ha quedado un poco meta. Qué mejor para hablar del presente que un artefacto rápido y directo. Igual nos hemos contagiado del aire de los tiempos, pero realmente queríamos publicar una obra así, compacta, sin relleno y directa a lo que queremos contar.
¿Hay una desesperanza inherente a vuestra generación? ¿Se trata de un desaliento que afrontáis con conformismo o incluso cierto optimismo?
Sonsoles: Estamos en un momento en el que se nos exige un exceso de pensamiento positivo en todos los aspectos: “tú puedes con todo; el mundo puede ser un lugar maravilloso; no dejes que nada te quite la ilusión; vive tu sueño…”. Es una trampa que, inevitablemente, en el contexto en el que vivimos, nos conduce hacia frustración, ansiedad, depresión... El propio exceso de pensamiento positivo, vacío de significado y apelando a la individualidad, provoca una parálisis de la que muchas veces nos sentimos incapaces de salir. Personas como Remedios Zafra o Byung-Chul Han lo explican bien (y mejor) en textos recientes. En paralelo, existe un discurso apocalíptico en el que parecemos abocadas al desastre. Hace poco, hablando sobre los problemas de la crisis climática con el director de la revista Salvaje, comentábamos que últimamente parece que predomina el pensamiento de que, por ejemplo, en el ámbito ecológico, está ya todo perdido. Frente a esta idea, volvemos al punto de partida en el que, como creo que no puedo hacer nada al respecto, dejo que las cosas sigan su inercia sin enfrentarme al problema o sin intentar poner soluciones. El inmovilismo es el triunfo del capitalismo.
Es, de algún modo, la conclusión que se desprende de canciones como la propia “Presente perfecto” que da título al lanzamiento ¿Qué podéis contarme de esta canción que, por cierto, es mi favorita del disco?
Paula: Frente a este pensamiento pesimista del que habla Sonsoles, nuestra respuesta es “Presente Perfecto”. En esta canción apostamos por un vitalismo crítico, consciente de las mierdas que nos rodean y las que nos esperan, pero no resignadas. No estamos ciegas, las millennials somos una generación que ha pasado por muchas crisis y estamos viendo que el futuro pinta peor aún. En este contexto, mantener una banda y seguir haciendo canciones es ya de por sí un proyecto bastante optimista. A veces es difícil no desesperarse y tirar la toalla. Por eso nos concentramos en intervenir el presente dentro de las posibilidades que tenemos a nuestro alcance. Compartir nuestras canciones y seguir dando conciertos es para nosotras una forma de aportar algo positivo a este presente tan poco perfecto que nos ha tocado habitar, por eso esperamos que sirvan para animar a quienes las escuchen.
He dicho que es mi favorita, pero, en realidad, estaría en dura pugna con “La fiesta del año”.
Paula: Diría que esta canción es la más narrativa del disco. Cuenta la historia de unas amigas que han sido invitadas a algo que promete ser un fiestón, pero que resulta un chasco. La típica fiesta en la que todo el mundo quiere estar, pero nadie se lo pasa bien. De alguna forma entronca con otro de los temas de fondo presentes en el disco: las expectativas. Al final te vale más pillar unas latas y poner música con tus colegas en el parque que pasar la noche aguantando la chapa de más de un “Pesado”, citando otra de las canciones del disco (Risas).
Tampoco me gustaría dejar fuera de esas elegidas a “Autoexplotación” ¿De dónde vino este tema?
Sonsoles: Está muy relacionado con lo que comentábamos antes del exceso de pensamiento positivo. Se nos bombardea con mensajes del tipo “puedes con todo” en un contexto de vida precaria pero también frenética. De repente, te ves a ti misma lidiando con varios trabajos, pero no quieres dejar a un lado tu faceta creativa, por lo que en paralelo tocas en uno o varios grupos de música, así que muchas tardes las dedicas a ensayar y los fines de semana a viajar y tocar. Entre semana, además, en las pocas horas que te quedan, te apuntas al gimnasio, a pilates o a yoga, porque mens sana in corpore sano; haces las tareas domésticas, te ocupas de tus mascotas, te matriculas en un taller de escritura creativa y cuando te quieres dar cuenta, es casi imposible encontrar un hueco para quedar y disfrutar con tus amigas y amigos; y suma y sigue. Es una inercia de autoexigencia en la que es difícil parar y tomar perspectiva.
“El inmovilismo es el triunfo del capitalismo”
Localizo en “Presente perfecto” influencias de Las Vulpes, Parálisis Permanente o Undershakers ¿Habéis tenido algún referente claro a la hora de componer estos seis nuevos temas?
Sonsoles: En general escuchamos mucha música, y por supuesto los grupos que mencionas nos flipan. De hecho, en nuestros directos solemos hacer una versión del “Me gusta ser una zorra” de Las Vulpes. Pero, a la hora de componer las canciones, nos dejamos llevar bastante, no hay un proceso consciente de búsqueda de referencias, sino que se trata de un desarrollo creativo más orgánico. Igualmente, la biblioteca musical y los gustos de cada una es inevitable que se vean reflejados, aunque sea de una manera inconsciente, en las canciones que componemos.
Efectivamente, os manejáis con soltura y chispa entre power-pop, new-age, indie-pop y punk ¿Cuáles dirías que son vuestras preferencias estilísticas y cómo las manejáis dentro de la banda para alumbrar las canciones de Las Odio?
Sonsoles: Entre nuestras bandas preferidas están Delta 5, Au Pairs, Le Tigre, Bush Tetras, ESG, The Make-Up… También nos flipan grupos nacionales como Sandré, Infanta, Aiko el grupo, Monteperdido, Pantocrator... La lista es larga. Nos gusta el ruido y la oscuridad, pero también las melodías bonitas. En cuanto a la composición, normalmente surge en el local de ensayo, cuando alguna de nosotras lleva una idea, que puede ser una línea de guitarra, de bajo, una letra o un concepto. Nos entendemos bien, y sobre esa primera aproximación, las cuatro vamos trabajando hasta que damos forma a la canción.
Formáis parte de la actual escena de bandas femeninas que manejan sobrada consistencia, es el caso de Shego, Melenas, Ginebras, Tiburona, Cariño, Aiko el Grupo... El listado es cada vez más largo, en lo que es una gran noticia ¿Se ha terminado al fin el yugo masculino en cuanto al indie pop-rock en la escena patria o aún queda mucho por hacer?
Sonsoles: La presencia femenina en los escenarios, afortunadamente, es muchísimo mayor ahora que hace unos años. Sin embargo, esto no acaba con el problema. Queda muchísimo por hacer y terrenos por conquistar, no solo con respecto a la presencia femenina en la música: falta visibilidad de personas y cuerpos no hegemónicos o no normativos que están haciendo música y proponiendo sonidos muy interesantes, o que no tienen acceso a puestos profesionales en la industria. En definitiva, en el panorama musical, tanto en los escenarios (a nivel artístico, técnico o de producción) como en las oficinas, falta inclusión.
Más allá de géneros, hay una muy buena generación de nuevos grupos de guitarras, surgida en los últimos años. A los nombres anteriores podríamos añadir La Paloma, Cora Yako, Cala Vento, Corte!, Camellos... ¿Cómo veis, desde dentro, la actual escena patria?
Paula: Creemos que aquí siempre ha habido buenos grupos de guitarras, ahora hay muchos y siempre los habrá. Da alegría ver que la gente de la GenZ continúa montando nuevas bandas, y que sigue habiendo relevo. Luego Camellos, por ejemplo, es un grupo con el que tocamos hace mil años en el Rock Palace... fue en 2016. Nos mola mucho lo que hacen y nos alegra más aún que sigan tocando y les vaya genial, porque la verdad es que quedan pocos grupos de aquella. Es bastante complicado mantener una banda con todo el esfuerzo que conlleva, porque no solo es diversión, también hay mucho sacrificio, tiempo y entrega. Tener una banda es como tener una relación: si quieres que dure, requiere un compromiso fuerte. Además, si no vives de ello, es también un trabajo extra que se suma a tu curro habitual; y casi nadie vive de ello, a pesar del éxito que se proyecte en redes sociales, que ese es otro tema. Por eso los grupos del under suelen durar tan poco.
¿Cómo definiríais los actuales directos de Las Odio?
Sonsoles: Esta pregunta sería mejor que la respondiera el público (Risas). En cualquier caso, esperamos ser un grupo con el que te den ganas de cantar y bailar las canciones junto a tus amigos y amigas.
¿Hay ya fechas cerradas para presentar en directo el disco? ¿Preferís la cercanía de las salas o la épica de los festivales?
Sonsoles: ¡Sí! El disco lo presentamos por vez primera el 8 de febrero en el Café Berlín. A partir de ahí, estaremos en salas de diferentes ciudades y festivales como El Bosque Sonoro, Mallorca Live y otras que aún no están anunciadas. En las salas nos sentimos muy cómodas: nos encanta la cercanía y la conexión que se genera con el público que, por lo general, va a verte expresamente a ti y está atento al concierto. En este sentido, el entorno de las salas suele ser más respetuoso. Por otro lado, los festivales ofrecen la posibilidad de darte a conocer a otros tipos de público. Además, algunos festivales más pequeños u organizados con más mimo son un buen lugar para conocer a otros grupos y hacer red.
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