Las flores del mal

Infecciosos, nerviosos, máquina bien engrasada, y demás lugares comunes aparte, el disco de debut de los madrileños Margarita, “Parque Mágico” (Gssh!Gssh!/B-Core), es muestra clara de la progresión de un grupo que llevaba demasiado tiempo con la etiqueta de promesa, pese a ser una realidad bien asentada. Pero ahora queda claro que “ya han llegado”.

La evolución de sonido desde los temas del single “Atch!” hasta el disco es tremenda. El split con Grabba Grabba Tape, a pesar de publicarse hace menos de un año, suena mucho más cerca de “Atch!” que de “Parque Mágico”. “Es que cuando se publicó el split, llevaba más de un año grabado, así que para entonces ya no sonábamos igual. El disco nuevo es más Margarita. Cuando lo tocamos estamos felices, es como sonamos”. 

Gran parte de la culpa la tiene Ramón Ginferno, con quien grabaron el disco en los Estudios Sónica. “Ramón vino un día al local, escuchó los temas, y captó en seguida lo que queríamos hacer. Cuando llegamos al estudio, nos propuso un plan. Nos encantó la idea y aceptamos. Es la primera vez que los temas han terminado de desarrollarse durante la grabación. Queríamos que la base rítmica fuese tan importante como las guitarras y las voces, y lo hemos conseguido, queda todo bastante equilibrado”. Esa base rítmica tan presente y las voces casi onomatopéyicas es lo que hace que la gente sitúe el disco cerca del post-punk y la no-wave, sin embargo no hay que dejarse engañar. Lo que hacen estos chicos es punk. No. Es pop. No, no es ninguna de las anteriores. “Yo creo que sonamos del modo que lo hacemos por lo que nos rodea. El día a día, los amigos, la ciudad, los viajes, el desamor… Todo eso se nota en la música y en las letras, pero creo que de un modo bastante optimista”. Y es cierto. El disco es nervioso, infeccioso, casi epiléptico, pero lo que transmite es una sensación positiva. No dan ganas de romper piernas, dan ganas de saltar y bailar y abrazar a los amigos y besar a la persona que amas, y compartir cosas, siempre y cuando lo hagas muy rápido. Lo curioso es que la idea de grabar un disco vino de rebote. “Primero vino la idea de hacer la gira por Europa. Queríamos llevar algo para presentar, y pensamos en grabar un disco. Jordi B-Core nos había dicho que le mantuviésemos al tanto de lo que fuésemos haciendo, así que se lo dijimos, le enseñamos algunas canciones y nos dijo que sí. Luego, cuando tuvimos el master, se lo pasamos a Lolo (M. Donada, de Gssh! Gssh!), que estaba haciendo el diseño, por si las canciones le inspiraban y le gustaron mucho. Quiso embarcarse en el asunto, así que B-Core lo ha acabado sacando en compacto, y en vinilo entre nosotros y los dos sellos. Nos hizo mucha ilusión que a tanta gente le gustase”. Según salió el disco, empezaron una gira de un mes por toda Europa. “Tocamos en Francia, Inglaterra, Suecia, Alemania… En la mayoría de sitios la gente respondió muy bien. Hubo un par de fechas un poco demacre, pero estamos muy contentos. Hasta que no estás terminando no te das cuenta de lo importante que ha sido. Además, girar con amigos como Grabba Grabba Tape es genial. Llegó un momento en el que no nos sentíamos como dos grupos, sino como uno sól”. Algo que pretenden llevar hasta el máximo extremo. “Pretendemos grabar un single tocando los dos grupos juntos, y llamarnos Grabbarita. Lo probamos un día en la gira y fue genial”. Los efectos de la gira son bien visibles en sus últimos conciertos. Un mes seguido tocando les ha hecho coger un estado de forma estupendo. Saben exactamente cómo quieren sonar, y saben hacerlo. No hay lugar al ensayo-error, sólo para el acierto. Algo que demostrarán en Estados Unidos el próximo año. “La idea es hacer una gira por la Costa Oeste con Grabba Grabba Tape de nuevo, en Semana Santa”. Mientras, seguirán tocando por todo el país, como han hecho los últimos cuatro años. Infecciosos, nerviosos, máquina bien engrasada, y demás lugares comunes.