¿Qué ofreces en tu nuevo disco “Desenfoque”?
Doce canciones con identidad propia y colectiva, donde se entremezclan las músicas con las que más cómoda me siento: el hip-hop, la electrónica, el indie y el R&B.
Parece ser que el título alega una búsqueda de nuevas perspectivas: ¿has conseguido encontrarlas?
De hecho lo es, porque por primera vez me he dejado llevar en todo el proceso creativo y he hecho lo que realmente me ha apetecido. Fuera miedos, complejos, consejos ajenos o tendencias. Y no solo eso, ya que esta situación propia también es un reflejo del comportamiento social actual: instantáneo, ebrio, individualista, a través de una pantalla… Todo eso es ficción, es vivir con la mirada en desenfoque.
Se nota que el arte mueve tu vida, y una muestra es el single “Surrealismo” del que explicas que es «un tema inspirado en la famosa obra “Los Relojes Blandos” de Salvador Dalí, un reflejo de la fugacidad de nuestra sociedad y del tiempo»: ¿qué reacción quieres despertar?
Desde que me caló el pensamiento del sociólogo Bauman, y su teoría de la modernidad líquida, siempre me he preguntado si alguna vez se habría fijado en el paralelismo que existe con ésta obra de Dalí. Yo he querido imaginar que sí y cambiar la historia como el guión de “Malditos Bastardos”, para llamar a la reflexión. Es curioso la poca importancia que le damos al aquí y al ahora y lo mucho que nos preocupa el paso del tiempo.
Otro de los singles fue “Posmoderno”, con Martí Mora Julià (Sr. Chen), que ofrece una crítica social importante: ¿eres de las que piensa que todo está perdido en las nuevas generaciones o aún hay esperanza?
Las nuevas generaciones siempre han tenido la llave del cambio, de ellas depende eso en lo que tanto tiempo perdemos: el futuro. La esperanza, los valores y la actitud tenemos que gestarla desde generaciones atrás para que las nuevas generaciones adquieran una buena herencia y eso sí dudo que esté sucediendo.
¿Qué objetivos te gustaría conseguir con este nuevo álbum?
Que quien lo escuche sienta mi música al desnudo, libre de etiquetas y suposiciones y se deje llevar sin propósito alguno. La música al desnudo, como arte y no como artesanía, es capaz de transmitir por sí sola.
“Desenfoque” cuenta con colaboraciones: ¿qué han aportado? ¿Por qué esos nombres y no otros?
En primer lugar, la colaboración con Sonia Barba surge por mi amor a la poesía, y quien mejor que la Madame de un Prostíbulo Poético del que tengo la suerte de formar parte, para hacerlo. En segundo lugar, la colaboración con Sr.Chen surge tras la producción de tres de los temas del disco. Dentro de lo que se cuece en el hip-hop en España es de mis favoritos. Y, en tercer lugar, llevaba tiempo queriendo hacer algo junto con Sr. Zambrana, porque tiene un estilo y una voz única que aportan mucha frescura y solidez.
Llevas más de una década trabajando dentro de la escena del hip hop, ámbito con predominancia masculina: ¿has experimentado en algún momento los llamados micromachismos? ¿Cómo percibes la apertura del hip hop hacia la mujer creadora?
Muchas veces: han juzgado mi música por mi apariencia; han puesto en duda mis métodos para alcanzar logros; me han llamado “la chica de”; me han entrevistado sobre mi vestimenta pese a ser un espacio donde presentar mi anterior disco y un largo etcétera. En su día, las Guerrilla Girls denunciaron que la única manera de que una mujer entrase a un museo (como artista) era desnuda en un cuadro. Ahora sucede algo similar en la música, afortunadamente a una menor escala. Pero no hay más que ver la baja representación de mujeres en festivales o en colaboraciones de discos más allá de unos “coritos” para adornar.
Tus redes sociales están nutridas de frases de empoderamiento: ¿qué consejo le darías a cualquier chica que ahora mismo esté pensando en involucrarse con el hip hop?
Que no se calle, que sea ejemplo, que se acepte, que se quiera y que escuche la sororidad.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.