Con referentes del rap estatal como Kase.O, Toteking, SFDK o Rapsusklei como principales influencias, un ordenador y un micro de tres euros de la tienda de los chinos. Así empezaron en 2006 Lágrimas de Sangre, colectivo de rimadores conformado por Microbio, Neidos, Still ill, Acid Lemon y RamaLama. Con centro de operaciones en el Maresme, se presentaron en sociedad el 2011 con el autoeditado “La Real Música Explícita”. Tras su prometedor debut, Lágrimas de Sangre se sumirían en un silencio que romperían cuatro años después con la aparición de “Si uno no se rinde” (15). Lo petaron con un segundo largo que suma, literalmente, millones de escuchas en sus perfiles en Youtube y Spotify. “Tampoco lo hemos petado tanto”, replica Microbio restando mérito a sus logros. “Si hay algún secreto para nuestro supuesto éxito, no es otro que horas y horas de trabajo en equipo conjuntamente con nuestro management y discográfica. No son grandes empresas, pero compartimos pensamiento y objetivo comunes”. Contrariamente al tiempo transcurrido entre su primer y segundo disco, pocos meses después de la aparición de “Si uno no se rinde”, Lágrimas de Sangre retornan a la acción con su tercer elepé, “Viridarquia”. Su nuevo trabajo persiste en su militancia rap pero, tal y como ya dejaban entrever en su predecesor, enriqueciendo su discurso con flirteos con los sonidos y ritmos del dub, el reggae, el punk o el rock. “Ha sido una grabación bastante estresante”, apunta Microbio. “Este 2016 no hemos hecho vacaciones. Aprovechamos un parón de conciertos que tuvimos en agosto y nos encerramos en el estudio. Ahora lo recordamos entre risas, pero no podemos decir que fuera sencillo”. Como es habitual en ellos, el álbum esconde diversas colaboraciones como las de sus amigos Kovitch y Esegé, y los que describen como sus hermanos del País Vasco, Glaukoma. “Pero esta vez nos hace una ilusión especial haber contado con la participación de Silvia Tomás y Pancho de Zoo. Son artistas con los que no teníamos contacto personal pero por los que sentíamos una admiración profunda”.
Temáticamente, “Viridarquia” es su particular manifiesto ecologista. “La palabra ‘viridarquia’ no existe, nos la hemos inventado nosotros. En nuestro diccionario vendría a significar ‘el gobierno de lo verde’. Es una especie de reivindicación de lo natural en tiempos de cemento y plástico”. Ahora, tras la presentación oficial en Barcelona, girarán por todo el país recreando en directo su nuevo repertorio. “También tenemos temas que han quedado fuera de ‘Viridarquia’, porque siempre componemos más de lo que realmente cabe en un álbum. Muy probablemente los incluiremos en alguno disco de remixes. De todos modos, lo que tenemos en mente ahora mismo es seguir presentando el disco allí donde nos llamen. Lo que realmente nos hace felices es ir de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo con nuestra música”.
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