“No se trata de tocar increíble, sino de llamar la atención”
EntrevistasLady Banana

“No se trata de tocar increíble, sino de llamar la atención”

Álex Jerez — 04-06-2023
Fotografía — Archivo

Nerea Bueno y Alba Villarig despidieron el año pasado con “Bipolar” (Subterfuge Records, 22), que giraron por buena parte de la geografía estatal. Ahora encaran una nueva etapa de su gira, con nuevas canciones que presentar como su versión de “Delito” (Nathy Peluso) o su reciente single “La Jaula”.

Ahora podrás verlas en Almería (17 junio, Sala Berlín), Barbastro (1 julio, Polifonik Sound) y Almería (18 agosto, Cooltural Fest).

Si algo representa a Lady Banana como proyecto es la increíble energía que concentran en sus directos y que lograron convertir en su marca insignia tras muchas horas de entreno en las calles londinenses. Hablamos con ellas sobre su trayectoria y sobre su enérgica propuesta, que no se ha dudado en comparar con las de banda como Royal Blood o Muse. Por si no hubiera suficiente, acaban de ser galardonadas con el segundo premio Rock Villa de Madrid.

Comencemos por la aventura británica. ¿Cómo pasáis de repente de crecer musicalmente en Reino Unido a decidir que España tiene que ser vuestro país de desarrollo?
Teníamos muy claro todo desde el principio que queríamos prosperar relativamente en la música. Y no hablamos desde un punto de vista económico, sino de hacer un discurso artístico y un proyecto con el que pudiéramos llegar lo más lejos posible. Nos fuimos a Londres y durante un tiempo estuvimos buscando bajista, pero al final no nos cuadraba la cosa. Así que como teníamos ya conciertos en Londres programados, decidimos tirar para adelante solas las dos y vimos que funcionaba. ¿Qué paso entonces? Pues que nos pilló el tema del Brexit y comenzamos a sentirnos muy incómodas porque había mucha gente que te miraba mal solo por ser extranjero. Estas cositas un poco casposas de analizar si tenías acento extranjero y soltar todo tipo de comentarios.

"En Londres hay mil sitios para tocar, pero en la calle consigues estar dos horas al día tocando y te ven cientos y cientos de personas"

Bueno, pero también os encontraríais a gente que, como vosotras, se sentía ahogada por el Brexit.
Totalmente, además nosotras nos rebelamos y empezamos a tocar en la calle en español. En Londres, donde siempre habíamos cantado en inglés. Esa fue la razón además de empezar a componer nuestras canciones en español, porque realmente componíamos en inglés porque todas las referencias que teníamos eran grupos anglosajones. No fue algo especialmente meditado. En Londres hay mil sitios para tocar, pero en la calle consigues estar dos horas al día tocando y te ven cientos y cientos de personas. Ganamos mucha experiencia y nos dimos cuenta de que al final no se trata de tocar impecable como Mozart, sino de lograr llamar la atención de la gente. Eso nos lo hemos llevado luego a los directos en salas y se ha convertido en nuestro sello de identidad, liarla un poco más. Saltas y no paras, te pareces la niña del exorcista tocando.

Al final es intentar lograr el equilibrio perfecto.
Sí, nos ha costado mucho entender que los conciertos no son simplemente música. La gente cuando va a un concierto quiere ver un pack completo: cómo vistes, el escenario, la performance... Igual que un festival no es solo música, es gastronomía también y una experiencia completa. Hay que asimilar que al final lo que haces es una propuesta artística más allá de una simple canción.

Habladme un poco de cómo habéis llegado a vuestro sonido. Está claro que vuestra apuesta es muy británica, pero apostáis fuerte por el rock. Habrías podido crecer con un sonido mucho más pop comercial o incluso más punk siendo tendencia ahora mismo.
Pues hemos llegado a este sonido en primer lugar porque solo somos dos personas y había que ver cómo componer las canciones entre dos y que se sostuvieran solas. Por eso igual, por la importancia de los graves, acabas haciendo un sonido más rock, igual más oscuro. Pero bueno, también es cierto que podríamos habernos inclinado por una vena más punk. Pero sabes, nos gusta más escuchar ese estilo de música que tocarlo. Creo que siempre intentamos hacerlo lo mejor posible, como más elegantes, dinámicas y complejas. Tenemos todo nuestro sonido muy medido, buscamos que todo esté muy afinado e impecable. Pero bueno, la verdad es que es un proceso muy natural, orgánico.

Es una clara batalla entre dos, pero es verdad que la batería se apodera mucho de las canciones y creo que eso se ha convertido en vuestra seña de identidad.
Sí, pero queremos crecer mucho más a nivel sonoro. Ojalá en un futuro dispongamos de tiempo y medios para hacer una producción a lo grande y no sea todo a contracorriente. Porque claro, este fue el resultado de un premio y no le pudimos dar todo el mimo que nos hubiera gustado. Así que tenemos muchas ganas de tener mucho más tiempo para componer y disfrutar el proceso de otra forma.

¿Y os dan miedo las críticas de posibles futuros movimientos o la incertidumbre de cómo vais a encajar en el mercado actual?
Todo es fruto de la investigación. Muchas veces se critica a artistas solo por el hecho de hacer cosas que no hacían originalmente. Eso no es criticable, porque al final tú investigas también otros caminos y te pueden salir mejor o peor, pero es parte del proceso. Tú eres dueño de ti mismo y no necesitas que te vengan a decir desde fuera lo que has hecho con tu disco. Aún así, es verdad que al final te identificas siempre más con un género concreto y su forma de componer. A veces hemos intentado romper un poco con lo que hacemos, pero siempre acabamos volviendo a lo mismo. Pero bueno, piensa que las canciones del disco iban a salir en marzo de 2020. Un buen mes para sacar cosas… Son canciones ya viejas, obviamente son nuevas para el público e incluso para nosotras en cierto modo porque no hemos podido tocarlas en directo. Pero en estos años hemos compuesto mucho más.

"Tú eres dueño de ti mismo y no necesitas que te vengan a decir desde fuera lo que has hecho con tu disco"

Lo que está claro es que estáis llamando la atención y que vuestro sonido respira de los clásicos más que de todas las nuevas tendencias de ahora.
Sí, la parte buena de eso es que igual te diferencias más y la mala es que eres como la oveja negra que no termina de encajar en ningún sitio. Pero nos sentimos muy orgullosas de lo que hemos conseguido porque, la verdad, tampoco podríamos plantearnos hacer algo que no nos gustase. No se trata de hacer música con el único objetivo de que sea más vendible. Queremos crecer de una forma más orgánica, ahora por ejemplo en las nuevas canciones hemos empezado a meter muchos más sintes porque llevamos ya tiempo queriendo hacer algo un poco rollo fusión con sonidos más electrónicos.

Bueno, eso supone ya un salto importante para el proyecto. ¿Y las letras hacia dónde irán?
Las letras están basadas siempre en vivencias personales. Veo muy difícil que alguien escriba letras que no estén basadas en experiencias personales, porque incluso lo que les pasa a tus amigos también te afecta a ti mismo. Es imposible componer sobre temas que te resultan ajenos. Por otro lado, nos gusta que las letras no sean muy explícitas o por lo menos intentarlo, porque pensamos que se pierde un poco la gracia. Lo interesante es que el discurso esté un poco camuflado. Es como cuando cuentas un chiste y te piden explicar el chiste, que ya no tiene gracia, pues es un poco lo mismo. Se trata de contar un sentimiento complejo más allá de una historia. En el disco, por ejemplo, la gente cree que “Bipolar” es por la patología y que hace referencia a que los temas están creados en momentos muy diferentes de una persona. Pero no es así, hace referencia al cambio sonoro que se produce en el propio disco.

“Bipolar” contó con vuestra producción y ya me habéis dicho que todo se hizo de una forma muy rápida. De cara a futuros lanzamientos, ¿queréis volver a hacerlo todo vosotras solas o pensáis incorporar a alguien al equipo?
A mí me gustaría incorporar a gente en el proceso creativo desde un punto de vista de producción. Somos solo dos personas y si estás muy metida dentro no ves muchas cosas que desde fuera se solucionarían de una forma más sencilla. Entonces sí, es interesante contar con cuanta más gente mejor porque al final un trabajo en equipo enriquece mucho más todo el proceso. Estamos muy contentas con el sonido de “Bipolar” y creemos que es bastante potente, pero sí es cierto que obviamente nos hubiera gustado tener más tiempo para pensarlo todo más veces.

Lo que sí vuelven son los directos y soltar toda esa energía acumulada en estas canciones para compartirla con el público.
Sí, por fin. Bueno, es que en la pandemia lo pasamos fatal. Queríamos hacer de todo y lo único que pudimos hacer fueron conciertos desde casa en cuarentena. La gente haciendo cosas normales en casa, con su guitarra acústica en la cama, y nosotras con la batería eléctrica montando conciertos en el salón de casa sacando un proyector y poniendo imágenes psicodélicas sobre la pared blanca. Es que en la pandemia hubo dos tipos de personas: las que aprendieron cincuenta idiomas y perdieron cincuenta kilos, porque aprendieron también a cocinar mejor; y, al otro lado, las que se pasaban el día llorando y comiendo chocolate. Si eras del segundo grupo, al menos esa tristeza es cierto que la podías aprovechar para componer.

 

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