Con motivo del estreno, charlamos con Guille (vocalista), Pau (bajo) y Albert (guitarra) sobre su relación con el mundo de la música.
En primer lugar, ¿cómo os sentís frente a este nuevo trabajo?
(Guille) Todos tenemos muchas ganas de que salga ya nuestro tercer hijo, porque han sido muchos meses de mucho trabajo, pero al mismo tiempo estamos también un poco sobrepasados de trabajo. Porque, claro, ahora viene como el sprint final del lanzamiento, entrevistas aquí y allá... Y al final, nosotros no podemos dedicarnos únicamente a la música y tenemos que intentar compaginar todo el tiempo que le dedicamos al grupo con nuestras obligaciones personales. Pero con ganas, ilusión y amor por la música, que es lo que tenemos, al final se consigue.
También es verdad que la gran mayoría de las canciones ya las conoce la gente. Por esa parte, os quitáis un poco de presión de encima.
(Guille) Aunque haya temas que ya haya escuchado la gente, para nosotros es cerrar una etapa que nos ha llevado un año y medio de trabajo, además estamos muy contentos con el resultado final y con ganas de seguir creando.
¿Cómo surge la idea de lanzar prácticamente todo el disco en dos EP’s y en sencillos?
(Pau) Todo esto surgió hace casi dos años, cuando de hecho empezamos a plantear el disco y hablábamos de qué formato queríamos hacer y todo eso. Creo que nosotros, como consumidores de música, éramos muy conscientes de cómo funcionan las cosas hoy en día y que, aunque nos encanta el concepto de un disco, somos muy conscientes de que se consume todo rapidísimo, y que quizás la gente no le daría el mismo cariño a doce canciones si salieran en un disco.
(Albert) Spotify tiene la culpa de todo eso.
(Guille) De todas formas, aunque en un principio lo hicimos con esa intención, creo que a la larga hemos visto que nos ha abierto muchos caminos. Hemos tenido tiempo para hacer un proceso muy vivo, sacar canciones cada semana, darles vueltas en el estudio... Hemos ido haciendo el disco al momento. Y mola porque sabíamos que teníamos que grabar cuatro canciones, pero lo que venía después no. Estamos contentos de haber podido dedicar tanto tiempo a los temas, uno por uno, tratándolos como si cada uno fuera un mundo diferente.
“Quizás la gente no le daría el mismo cariño a doce canciones si salieran en un disco”
Entonces, ¿cómo acaba surgiendo el concepto del disco de “XMI", "XTU" y "XTOTS"?
(Guille) Vi un denominador común muy claro en las canciones, que es la palabra “amor” o la palabra “sentimientos”. Si se escribe música es para expresar todo lo que sientes, porque para mí la vida no tiene sentido si no la ves desde el corazón. Ya sea por la pareja, por la familia, por la gente que te rodea, por el amor a la música... Son experiencias que dejamos escritas porque nos sirve de terapia y porque lo sentimos así, pero, si lo piensas bien, son como historias que has dejado inmortalizadas en el tiempo. Entonces, era ese concepto: que las puedes escuchar tú cuando quieras, las puedo escuchar yo cuando quiera y las podemos escuchar todos cuando queramos. Y que mucha gente puede sentirse identificada con las mismas vivencias que hemos escrito nosotros, porque al final escribimos para dejar emociones plasmadas para toda la vida.
Antes lo comentabais. ¿Cómo lleváis la vida adulta de la que habláis en “SETEMBRE”? El hecho de compaginar la vida de músicos con el trabajo, el ser videógrafos... Hacéis de todo.
(Guille) Creo que, involuntariamente, todo eso ha quedado reflejado en las letras de las canciones. Ya empezábamos con "CREMANT CARRETERA", que hablaba un poco de la velocidad de la vida que llevamos ahora mismo. Y es complicado, pero al final es lo que te decía al principio, que con ganas y con pasión, y moviéndonos desde el corazón, tiras para adelante y sacas horas para cumplir tu sueño. Así que es complicado y toda la gente que nos rodea tiene que entendernos y tener mucha paciencia. Pero esperamos que valga la pena y que lleguemos a buen puerto, porque la verdad es que estamos poniendo una energía y unas ganas que es alucinante.
Y con el tema de redes sociales, ¿cómo lo lleváis? Porque he visto el trend que estáis haciendo para "TORNAR-ME A ESTIMAR!!!" y estáis siempre a tope. ¿Cómo lleváis el hecho de tener que ser, además de músicos, influencers?
(Pau) Para mí ha sido un sobreesfuerzo enorme y ahora ya lo llevo con más naturalidad, pero al principio te sientes como un payaso.
(Albert) A mí me ha pasado lo mismo hace muy poco, ¿eh? Estaba haciendo un TikTok y pensaba “¿Qué haces aquí solo en casa, haciendo el tonto frente al móvil?”.
(Guille) Yo ya las utilizo prácticamente como si fueran mis redes personales y es la única manera de gestionarlo bien para poder darles la actividad que requieren actualmente. Y sí, esa locura del baile de "TORNAR-ME A ESTIMAR!!!" fue una invención de cuando estábamos haciendo el guion y la idea del videoclip. Ahora solo falta que todo el mundo lo comparta, pero bueno, la idea está ahí y estamos dándole caña.
Lleváis ya relativamente bastante tiempo en la industria, quiero decir que vuestro primer álbum es de 2017. ¿Qué ha cambiado desde ese primer lanzamiento?
(Albert) Guille ha cambiado. Antes había otro cantante, en el primer disco, pero también nos tomábamos las cosas de una manera mucho más calmada y no teníamos a nadie detrás. Luego, con el tiempo, él entró, pasamos a formar parte de una discográfica y todo empezó a ser más profesional. Ahora ya todo ha tomado la forma que debía tener.
(Pau) También hemos ido madurando a nivel creativo, hemos ido aprendiendo... Siempre hemos sido muy curiosos y en este disco se nota muchísimo, porque la diferencia con el anterior es muy grande. Se nota que nos hemos abierto a explorar nuevos sonidos, nuevos estilos, etcétera. Veníamos de algo mucho más marcado y el cambio ahora ha sido mayor.
(Albert) Hemos llegado hasta el punto en el que los cuatro estamos cómodos haciendo lo mismo.
(Pau) No es que nos hayamos cansado de lo que hacíamos ni nada de eso, simplemente ha sido probar. No tenemos que tener miedo a probar, porque al final, si no, acabaremos haciendo siempre el mismo disco, nos lo pasaremos muy bien y el público de siempre lo agradecerá, pero ¿qué pasa si hacemos cosas nuevas? Esa ha sido la pregunta que nos hemos hecho y creo que nos ha salido bien porque la respuesta está siendo muy buena.
En una entrevista en Qualsevol Nit de hace dos años decíais que vuestra música era menos triste, y ahora ya prácticamente no queda nada de tristeza. ¿Qué os ha llevado a hacer este cambio de enfoque a la hora de escribir las canciones?
(Guille) Ha sido algo muy natural. Se ha dado la casualidad de que estábamos en un momento muy feliz de nuestras vidas y entonces salieron canciones así. Teníamos muy claro desde el primer momento hacia dónde queríamos ir, qué tipo de canción queríamos hacer: temas para todo el público, que puedas escucharlos y se te queden en la cabeza, que sean muy pegadizos. Pero siempre he dicho que algo tiene que ir vinculado con nuestro contexto personal del momento y entiendo que éramos afortunados y estábamos contentos y por eso ha salido así también.
Además, este cambio no se ha dado solo en las letras, sino también en la filosofía de la banda y, sobre todo, en la estética, porque en este proyecto es evidente que es importantísima, está muy cuidada. ¿Cómo conseguís, trabajando todos los singles de manera individual, que todo tenga un sentido coherente para que finalmente forme parte del disco?
(Guille) Realmente creo que es porque ya estábamos dentro de este universo y al final todo lo que nos salía era del mismo tema. Pero, respecto a eso que dices del cambio de imagen, éramos conscientes de que si queríamos hacer un proyecto profesional que tuviera carácter y carisma, al final había que cuidar todos los aspectos del proceso, ya fuera el vestuario, el videoclip, los visuales… Y es lo que hemos intentado: hilar muy fino y ser perfeccionistas al máximo, tanto en la composición como en la producción y en todo lo que rodea la música. Pero, al final, llevándolo todo prácticamente nosotros, porque no tenemos más recursos actualmente. Y como ya estamos inmersos en esta lavadora que es La Tour de Carol, pues imagino que ya todo cogía coherencia, pero de forma natural.
Hablando de la producción, ¿habéis estado implicados en ese proceso también?
(Guille) Hemos pasado tantísimas horas en el estudio con Noel [Campillo, productor]… Ha sido una parte fundamental porque al final le ha dado coherencia a todo.
(Albert) Y que se ha adaptado a nosotros también, que eso se agradece bastante.
(Guille) Pero, al mismo tiempo, yo creo que ha sido un proceso de aprendizaje para todos, incluido Noel, porque hemos investigado muchas veces sonidos que no habíamos trabajado nunca y ha sido un disco de estar muchas horas en el estudio rompiéndonos la cabeza todos juntos. Y al final nos pasaba que era como “¿Y ahora qué vendrá?”. En cada nueva canción que hacíamos, éramos aún más perfeccionistas. A veces hasta daba vértigo. Fuimos añadiendo más y más elementos y nos hemos ido superando canción a canción.
(Albert) Yo me acuerdo de que siempre le decía a Noel “Buah, la última que hemos grabado, ¿eh? Es la mejor que hemos hecho nunca”.
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