“Un rumbo sin destino” es el tema bandera con el que La Sra. Tomasa abre su disco. Canción fundacional que define en un solo verso el momento vital en el que se encuentra la banda en la actualidad. Justo cuando entonan lo de: “Vivo pisando el camino, el que siempre he querido”. Y es que escuchando “1040” con detenimiento, cualquiera diría que los seis integrantes de la Tomasa estaban predestinados a forjar la bonita historia que esconde este álbum desde el principio. Pero vayamos por partes.
"Para mi ya es importante antes de que pase nada con el disco, por cómo y dónde esta hecho"
A estas alturas de la jugada los seguidores de la banda ya saben que “1040” hace referencia a los días que han tardado en confeccionar este álbum. Tres años en los que la banda se marcó una única premisa: Aprovechar los países que iban a visitar durante sus giras para, una vez allí, involucrar a músicos populares con sus instrumentos y tonadas tradicionales, y confeccionar una enorme galería de samplers que luego utilizarían para armar al álbum. Una idea en la que el azar jugaba también sus cartas. Porque, cuando la definieron, ellos desconocían por completo los países que iban a visitar en el futuro. (Pau Lobo, cantante) “El rumbo era hacer un disco allá donde pudiéramos, en el máximo de sitios posibles. Pero del destino no teníamos ni idea, porque no sabíamos a dónde íbamos a ir. El único objetivo era hacer música por el mundo”. Y quiso la diosa fortuna que los países que durante este largo periodo solicitaron el directo de la Sra Tomasa fueran Colombia, México, Vietnam y Estados Unidos. Aunque son los dos primeros los que más huella sonora han dejado en el disco. Solo hay que escuchar temas como la propia “Rumbo sin destino”, pero también “Bébeme agua”, “Camino” o “Vive en ti” para rastrear samplers que nacen del folclore latinoamericano y que han sido utilizados del mismo modo que otros han hecho con anterioridad. Me refiero al trabajo de productores como Nicola Cruz o El Búho y proyectos como Chancha Via Circuito o Bomba Estéreo. (Marc Soto, batería) “Nosotros no somos un grupo de world music al uso. Somos como productores de World Music, al igual que lo puede ser Nicola Cruz. Y luego está el hecho de que hemos grabado muchos samplers que son de Colombia o de México y que luego, cuando te pones a trabajar con ellos, te llevan a un sitio concreto que nosotros procuramos sacar de contexto. Pero, aún así, no deja de ser un sonido muy latinoamericano que hemos mezclado con electrónica, que es lo que nos gusta y lo que queremos defender en directo. Entonces sí, Nicola Cruz podría ser una referencia como muchas que tiene el grupo, dependiendo del proyecto o el disco que haga”.
“1040” es toda una pieza de orfebrería y ese es uno de sus principales valores, aunque no el único. El propio Marc Soto me comenta que han llegado a plantearse mostrar las diferentes y múltiples capas de sonido con las están hechas las canciones: “para que los más firkis como yo puedan apreciar en su totalidad el enorme trabajo de post-producción que tienen cada uno de los temas del disco”. Porque la premisa inicial de que todas las canciones tuvieran al menos un sampler de cada uno de los países que visitaban, pronto saltó por los aires y cada una de ellas contiene varios, incluso muchos de esos mismos samplers. Eso sí, siempre desde el respeto a los músicos populares y tradiciones para evitar meter la pata. (Marc Soto): “Han habido samplers de voces que, el resultado final, luego se lo hemos pasado al intérprete para tener un feedback y no fuéramos a hacer nosotros cosas que estuvieran sin querer muy fuera de lugar. Por ejemplo, en Colombia vino una chica, que se llamaba Mónica, y que se cantó cinco o seis canciones tradicionales. Y me acuerdo que usé una de ellas y, cuando le enseñamos el resultado, nos explicó que esa precisamente era una canción que se canta en los funerales de los niños. Y, claro, de repente fue ¡Qué hacen unos tipos de Barcelona usando una canción así con una base electrónica y súper fiestera!. Estaba absolutamente fuera de lugar porque, además ¡quiero volver a Colombia! (risas). Y tampoco nos hemos querido meter en terrenos religiosos”. El respeto, y que los músicos invitados se sintieran lo más cómodo posible, era algo básico para que del intercambio se obtuvieran unos resultados óptimos y no se produjera ningún desencuentro. Porque ¿lo hubo? (Pau) “Pues mira, en México sí, nos juntamos la primera semana con una gente para componer y esa canción en concreto no la hemos vuelto a escuchar. Pero es el único momento que destacaría así como medio raro y que lo que salió no ha entrado en el disco”. Todo un proceso de aprendizaje que no puedo evitar decirles me recuerda mucho al viaje que emprendió hace décadas Mauricio Aznar de Mas Birras y que ha quedado magistralmente reflejado en una de las sensaciones cinematográficas de la temporada ”La Estrella Azul”. (Pau) “¡Cierto! Y pensé mucho en nosotros cuando la vi, porque ya habíamos terminado el viaje, pero estábamos en la producción del disco y sí obviamente me vi reflejado en muchos momentos. Y no solo en mí, porque había partes que lo veía a él y partes que veía a Alberto… (Marc) “De hecho Alberto (Limiñana, bajo) se puso como loco cuando vio esta peli, y nos dijo a todos que teníamos que ir a verla".
"Nunca hemos hecho nada que no quisiéramos hacer"
Sin embargo, no todo ha sido experimentación y trabajo de estudio en “1040”. También encontramos momentos en los que la Tomasa no ha olvidado su ADN más genuino. Canciones como ese merengue salvaje titulado “El Cuadradito”; ese bolero maravilloso que es “Mala fama”; el crescendo electro que conforma “Mundo” o el drum’n bass de “Se va”. Piezas que, junto a las que hemos mencionado con anterioridad, conforman un álbum variado a la par que importante. Un disco que emite todas esas invisibles señales de que va a marcar un antes y un después en la carrera de La Sra Tomasa. (Pau Lobo) “Yo creo que es un segundo primer disco de la banda… Y todo ha sido tan novedoso, que no tiene nada que ver con lo antiguo, donde siempre hemos jugado en casa ¿no? Y de repente fuera, muy lejos, la experiencia ha sido súper larga y bonita. Y sí, creo que va a ser un disco importante. No sé de qué manera, aunque para mi ya es importante antes de que pase nada con el disco, por cómo y dónde esta hecho”. Pues a mí se me antoja incluso un disco catártico. Uno de esos trabajos que limpia y ofrece energías renovadas a una banda que ha pasado por momentos complicados y que ha paseado en más de una ocasión por el filo del abismo. (Pau) “Es que el nuestro es un grupo catártico hasta el máximo nivel (risas). Es un poco eso, en realidad”. (Marc) “Sí, creo que lo vivimos todo muy intensamente y el grupo en sí ya es catártico… Pero este trabajo, que nos llevó a sitios que no eran nuestra casa, que teníamos que improvisar, entendernos, componer, hacer letras, hemos hecho muchas cosas fuera de nuestra zona de confort. Pero, vaya, creo que estamos acostumbrados ha hacer muchas cosas siempre fuera de nuestra zona de confort y eso nos hace fuertes también". (Pau) “Siempre que estamos en zona de confort, nos inventamos algo para salir de la zona de confort”. En cualquier caso “1040” sí debería servir para colocar de una vez por todas a La Sra. Tomasa en el lugar que les corresponde dentro de la escena “mestiza” de nuestro país y compartir las mieles de éxito que sí han catado grupos como La Pegatina. Algo que, si sucede, se me antoja que tendría un componente de justicia poética. Pues me resulta obvio que a La Sra. Tomasa no la hemos tenido hasta el momento y en general en la consideración que sí merecían. (Marc) "A ver, sin rencores ¡eh!.. Pero al menos sí nos gustaría vivir de esto (risas) Y pensamos que como grupo hemos hecho suficientes cosas, poniendo en valor la música y el arte, como para que la cosa camine guay. Y seguimos luchando por ello". (Pau) “Nunca hemos pasado por el aro tampoco. O sea, nunca hemos hecho nada que no quisiéramos hacer y todo lo que hemos hecho ha sido con máximo respeto al oficio y con la intención de hacerlo lo mejor posible para nosotros y para el oyente sin tener en cuenta los números y si va a vender o no va a vender. Tenemos temas que antes de sacarlos ya sabemos que no van a vender, pero nos da igual sacarlos porque para nosotros es un temazo. Pero sí, sería muy bonito que de repente pasaran cosas con este disco, claro que sí”. (Marc) “Y a nosotros tampoco nos gusta vivir con la queja esta de no sentirnos suficientemente valorados. Sentimos mucho amor de poder viajar y haber podido visitar quince o dieciséis países y haber tocado y compartido un montón de cosas”.
Lo que está claro es que “1040” llega en un momento propicio para la propuesta que ofrece. Una coyuntura, la actual, que ha dado voz y escaparate a músicos como Rodrigo Cuevas, Maestro Espada o Tanxugueiras o productores como Baiuca y Bronquio que están armando una nueva forma de disfrutar de la música tradicional y el folclore pasado por el tamiz de la electrónica y dándole una coartada vanguardista a lo que forma parte de nuestro pasado. Una escena en la que la propuesta actual de La Sra. Tomasa encaja de lleno y que les puede jugar de cara. (Marc) “Yo creo que sí. Totalmente. Al menos a mí la música que me gusta en cuanto a producir y componer es ese tipo de música de raíz con electrónica. Y los que comentas son artistas en los que me veo. Y es cierto que se está viviendo un momento bonito como lo que está pasando también con el flamenco y artistas como Ángeles Toledano o los Califato desde hace años o lo que está haciendo Bronquio. Se está jugando mucho a esto y además de una forma muy artística, por así decirlo”. (Pau) “Sí, pero yo no creo que hayamos hecho el disco con esta sonoridad para aprovechar este momento”. Me queda claro, y lo atestigua el hecho de que el álbum se iniciara hace tres años y haya tenido tan largo recorrido. Pero hay que aprovechar las circunstancias actuales y más si aterrizas con un trabajo tan vital y completo como ‘1040’. Porque, como ellos mismo afirman en ‘Mundo’: ‘No pares de jugar con el tambor, aunque a veces estés fuera de la clave’. Y ‘1040’ es justo eso. No dejar nunca de creer en tus sueños porque, de lo contrario, jamás se cumplen. Y ¿lo demás? ¿Lo que se escapa de nosotros? Pues como dice el sabio Dylan "La respuesta, amigo mío, está flotando en el viento”.
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