Afortunadamente, La Secta no se ha conformado con quedarse instalados plácidamente en el imaginario colectivo del rock hecho en nuestras fronteras, siendo para toda una generación la puerta de entrada durante los años noventa a un ruidoso y excitante sonido. Los diferentes reencuentros con los escenarios en los últimos años han derivado en la chispa adecuada para trasladar su renovada pulsión al estudio de grabación. El resultado es un nuevo trabajo, "Buscando la luz", que mantienen en liza su identidad, esa que agitaba con fruición el punk, una oscura electricidad, el garage o la psicodelia, pero también asimilando el momento actual.
Canciones llenas de energía y ambientes evocadores pero intensos que se agolpan en un álbum sobresaliente que convierte a la formación no ya en pasto del mito nostálgico, sino bajo un perfil escrito por un rotundo presente. Hablamos con dos de sus integrantes para recibir como se merece esta siempre anhelada novedad y conocer más en profundidad su germen y desarrollo.
La Secta actúan el 15 y 22 de noviembre en Stereo R'N'R Bar de Logroño y sala Mytho de Bilbao respectivamente, dentro del festival itinerante Orbitan 3 junto a Los Tupper y El Cuarto Verde.
Aunque el regreso de la formación a través del Festival de Tobalina en 2017 ha significado vuestra vuelta a los escenarios, no es hasta ahora, 28 años después, cuando dais continuidad a vuestra carrera discográfica en formato largo. ¿Hubo algún momento concreto que despertó esa necesidad de grabar material nuevo o cómo se gestó esa decisión?
Gorka: Cuando empezamos a tocar era divertido interpretar esos temas antiguos que no habían envejecido con el paso del tiempo, revisitados en la actualidad, eso sí, con mayor soltura y empaque sin perder esa energía con la que fueron compuestos. Pero hubo un momento en el que las circunstancias pedían dar un paso adelante, debíamos componer y grabar algo. Empezamos con versiones para tributos y un single, “My Sonic Brother/Save My Soul”, con dos temas inéditos, uno de ellos nuevo y el otro un tema de principios de los noventa que lo tocábamos a modo instrumental en directo, “La Sónica”, que pasó a llamarse “My Sonic Bother”. Este sencillo fue incluido con el libro de la historia de la banda escrito por Pablo Salgado. Además ya estábamos sacando otros temas de cara a un futuro incierto, ya que no sabíamos hacia dónde nos iba a conducir todo esto.
Vino el encierro de vaquillas y Alberto, que vive en Araba cerca de Nafarroa, no podía venir a ensayar y echamos mano de Ricky, quien fue el último batera que tuvo La Secta antes de su reunión, para seguir trabajando los ocho temas que ya teníamos perfilados y dos que de momento sólo eran proyectos. Alberto dejó la banda y entró Ricky, que ya tenía los temas madurados y sabía lo que queríamos. Eran canciones que vimos potencialmente buenas, por lo que nos volcamos en ellas y en trasladar algunas al directo para ir rodándolas.
En ese instante casi todos en la banda querían grabar por miedo a perder la frescura o espontaneidad y no caer el aburrimiento, yo en cambio sentía que los temas estaban evolucionando y que todavía no estaban en el punto de maduración idóneo. Esperamos un poco más y en el 2023 decidimos que era el momento -pero yo seguía creyendo que algún tema tenía todavía posibilidad de cambios- y así fue, ya que el disco lo grabamos en dos tandas, lo que provocó que se notara una gran diferencia en alguno de los temas que repetimos.
Patxi: Creo que todo fue una evolución natural que buscaba expresar nuestra creatividad en el estudio. Tampoco se puede vivir de rentas de lo grabado hace décadas, se hacía necesario editar un disco para ser tenidos en cuenta de cara a poder dar conciertos, participar en festis, etc...
¿El origen de estas canciones se sitúa en un tiempo cercano y relativamente común o son ideas que habéis ido acumulando durante estos largos años?
Gorka: “Perfect Time” es un tema antiguo, creo que el más antiguo de la primera etapa de la banda en inglés. Se trata de una canción que surgió en el local de ensayo con un riff de Patxi y mi melodía de voz y que nunca fue grabada en estudio, solo salió en algún disco en directo o en maqueta como una versión primitiva. Esta grabación actual tiene una estrofa nueva manteniendo el espíritu de esa primera versión y sin perder esa frescura que emana en directo.
“A Distant Star” , “In A Deep Dream” y “Burning Love’”, que las hemos traído Txetxu y yo, están compuestas recientemente, de hecho in a “Deep Dream” fue acabada en la segunda visita al estudio y “Burning Love” tiene dos versiones, siendo la no editada más garagera. Por su parte “I’m Fine Now” y “I Did It” las trajo Patxi medio acabadas de casa con música y letra, la primera tuvo más participación en la composición en el local por el resto de la banda. Y en todas las demás Patxi trajo riffs y han sido completadas por todos, aportando letras, melodías de voz, cambios, estructuras etc.. Algún riff de estas canciones era de la época del “Blue Tales” que no pudieron ser trabajadas por la salida de Patxi de la banda en el 92.
Patxi: En el caso de las canciones que aporto al disco, algunas son compuestas en los años 90, otras sin embargo se escribieron durante la pandemia o posterior.
“Querríamos mantener el público de siempre y también ganar nuevos seguidores, aunque esto ultimo parce ser algo mas difícil por el el tema generacional”
¿Qué tenía “Perfect Time” para ser “merecedora" de sumarse a un repertorio nuevo?
Gorka: Es una de mis canciones favoritas de toda la discografía de la banda (me identifico mucho con ella), y creímos que había que grabarla ya, aunque teníamos miedo de que perdiera esa espontaneidad y frescura, ya que siempre la tocamos con variaciones, dependiendo del momento de cada uno o del público en ese momento. Es una canción libre y sin ataduras, por lo que meterla al estudio dependería de cómo nos encontráramos a la hora de grabarla, al final la registramos en directo, como el resto de los temas. “Perfect Time” es la sencillez absoluta que va evolucionando y transformándose golpe a golpe de caja, nota a nota de punteo, melodías que te mecen sumergiéndote en un viaje sónico donde el tiempo no existe y estarías eternamente en ese estado.
Patxi: Le teníamos muchas ganas a esta canción, la grabamos muy al principio en 1989 con pocos medios, en un cuatro pistas, y hoy en día, como en directo creaba sensación, pensamos en tocarla para este disco.
Ese cambio de batería que ya habéis apuntado, ¿supuso ese hecho al principio un escollo o significó espolear y afianzar más vuestro sonido y las ganas de grabar?
Gorka: Son dos baterías muy diferentes… Alberto es más primitivo y hace arreglos extraños que a veces rozan la brillantez; Ricky es más contundente y técnico, con muchas ideas a la hora de componer y estructurar, y también hace coros (aunque esta formación no se caracteriza por los coros ya que tiende a la sencillez y contundencia). Con Ricky las canciones cogieron mucha fuerza y se adaptó al concepto de la banda con facilidad, hay arreglos de batería que han sumado y dado más calidad al conjunto.
Patxi: Creo que entre todos hemos conseguido adaptarnos para que La Secta no perdiera su esencia a pesar del cambio de batería.
¿Hasta qué punto sentís este disco como un renacer o una continuación de vuestra carrera? ¿Sentís que vuestro público es el mismo que treinta años atrás o aspiráis a ganar nuevos adeptos?
Gorka: Con este disco queríamos ser lo más fieles a lo que realmente somos en directo, sin ‘plugin’ ni efectos, un sonido lo más fielmente posible a lo que salía de nuestros amplificadores y batería. Creemos que es un homenaje a toda nuestra carrera, realizando el disco más maduro tanto en lo musical como en lo personal, y no podíamos volver a grabar un álbum sin más, sino ‘el disco’ con el que estar orgullosos y felices, un trabajo sin rellenos ni corta pegas, como habitualmente se hace, donde todo lo que aparece es aquello que hemos grabado de principio a fin.
Creemos que hay público de entonces que está encantado con esta vuelta y con el disco, otros que no nos controlaban -mucho- están flipando con el directo y sobre todo con este trabajo, hemos escuchado muy buenas críticas provenientes desde músicos a aficionados pasando por periodistas musicales. Creo que “Buscando la Luz” es una puerta de entrada a otros niveles y puede llevarnos a otras habitaciones, tanto en público como en circuitos de difusión, pero hay veces que todo eso no depende de hacer un disco bueno, hay otros factores que se escapan del control e igual podemos volver a ser una banda de culto maldita con un disco magnifico y quedarnos ahí. Yo ya estoy orgulloso de haber participado en este LP.
Patxi: Querríamos mantener el público de siempre y también ganar nuevos seguidores, aunque esto ultimo parce ser algo mas difícil por el el tema generacional, parece que la gente joven no está tanto con en el rock & roll como si lo estaba en el pasado.
El sonido del disco se inclina por vuestra representación más densa y envolvente, alejándoos algo de envites más directos y punk-rock, ¿significa este repertorio el ambiente sonoro en el que os sentís más cómodos en la actualidad?
Gorka: La primera época tendíamos mucho a fliparlo con las canciones, y perdiéndonos en punteos, partes, bajadas de intensidad… Lo disfrutábamos antes y ahora incluso más… Nos encanta y es una característica de la banda. Nos gusta ser un viaje sonoro donde transitamos diferentes paisajes con ese halo envolvente de sonido “sectario”. Y creo que es un denominador común de los cuatro.
Patxi: Creo que se ha evolucionado, y eso evita estar dentro de un género y reproducirlo de forma ortodoxa a piñón fijo. Tenemos cada uno unas influencias muy amplias y diferentes entre nosotros, que abarcan mucho más que el rock and roll o garage, estilos en los que se nos suele clasificar. En mi caso, esas referencias incluyen la música clásica, el jazz o los géneros del folk, blues… Todo esto se aplica a nuestra música de forma sutil, lo que no quiere decir que se incorporen estos elementos tal cual. Se podría decir que la música que en mi caso puedo aplicar al repertorio de La Secta sería ese rock psicodélico que estaba generalizado en los años 60 y 70.
Sobre el punk-rock, siempre me he querido alejar de esa calificación, más que nada por todo lo que tuvimos que sobrellevar en la época del rock radical vasco, aunque reconozco que la actitud punk puede ser su mayor valor.
“En todos nuestros discos siempre ha habido un abanico de sonidos y estilos”
Incluso nos encontramos con medios tiempos como “Luz (My Suicide)”, aunque siempre os ha caracterizado una heterogeneidad de estilos, ¿con el paso del tiempo uno pierde prejuicios a la hora de acercarse a cualquier tipo de ritmo?
Patxi: Este tema concretamente es un ejemplo claro de todas esas influencias variadas que comentaba...
Gorka: En todos nuestros discos siempre ha habido un abanico de sonidos y estilos. En “Blue Tales” estaba “I hate That Trip”’, un folk “tripico”. Nos gusta jugar, pero siempre dentro de ese espectro común de gustos, y si hay algo que se sale de ahí, intentamos meterlo en esa batidora propia para adueñarnos y domarlo, encarrilándolo hacía nuestro sonido. También somos cuidadosos con lo que traemos al local, tenemos que ofrecer algo que pueda excitar al resto para dar cada uno lo mejor de sí.
Para la banda qué ha sido más importante, ¿mantener unas señas de identidad concretas o intentar saber acumular enseñanzas y aprendizajes que añadir a esos rasgos identificativos?
Gorka: Mantener ese hilo conductor de personalidad es muy importante, y creemos que este disco es el que mejor define ese rasgo. Es el disco que más se ha beneficiado de ese aprendizaje; ya sea en lo musical, consiguiendo un espectro mayor de la mejor forma posible y con la mayor calidad, como en lo personal, pudiendo enfrentarnos a esos momentos en los que se tuerce algo y que en otra época podrían habernos empujado a desistir o mandarlo todo a la mierda. Ahora contamos con otras perspectivas que puedan consensuar y aunar fuerzas en pro de un buen camino para todos.
La producción ha corrido a cargo de un nombre mítico como Jack Endino, quien por problemas de salud no pudo estar junto a vosotros, teniendo que mantener la relación y el trabajo a distancia ¿cómo fue ese proceso de relacionarse de forma telamática?
Gorka: Al no poder venir Jack a la grabación, él no quería aparecer como productos por no tener el control sobre lo que podría ocurrir en el estudio, así que tomamos el plan B que él mismo nos propuso, que era el de mezclar el disco y masterizarlo. Y nosotros tomamos la responsabilidad de autoproducirnos con la ayuda del técnico Miguel, y esto nos dio más libertad en los temas. Mr. Endino no quería ni opinar sobre los temas, ni su duración, ni estructura, etc., él solo mezclas y master.
La comunicación fue toda por vía email, a veces no teníamos respuesta debido a su intensa vida como productor y técnico, y eso causaba dudas, pero realmente no le daba para todo: el estudio, producciones, email, teléfono… Cuando ya le enviamos todo, fue rápido y eficaz. Hizo exactamente lo que en nuestras mentes teníamos, todo equilibrado y potenciando el diamante en bruto que le mandamos.
“Éste es el disco que más se ha beneficiado de un aprendizaje tanto en lo musical como en lo personal”
Tal y como explicáis en vuestro blog, la grabación definitiva se hizo en dos tandas, ¿eso significa que las coacciones llegaron especialmente abiertas al estudio o refleja que os habéis esmerado mucho en buscar el resultado más óptimo?
Gorka: Casi todos los temas estaban planteados, había un par de ellos que estaban expuestos a la experimentación. En la primera grabación elegimos cinco de las diez grabadas, más dos que han quedado como outtakes, que era lo que queríamos. Fue una grabación exprés con muy poco tiempo pero que nos sirvió como toma de contacto con el estudio para los cuatro.
Las otras cinco fuimos a grabarlas unos meses después con las ideas mucho más claras sobre estructuras, tiempos, melodías, letras… Y fue una gozada esa sesión, los cambios, en algunos temas mínimos, funcionaron, y otros se alteraron profundamente, sobre todo los más experimentales, donde pudimos jugar con ellas en el estudio.
Al final hubo una mezcla de un disco preconcebido con otra parte más experimental surgido in situ al grabar, y el haberlo hecho en dos tandas nos dio más tranquilidad y perspectiva.
Patxi: Hemos intentado plasmar en el disco lo mejor de nosotros, claro que dentro de nuestras posibilidades y habilidades.
¿Los textos, o aquellas cosas que queréis contar en vuestras canciones, han cambiado o evolucionado en su forma de ser expresadas con el paso del tiempo o siguen siendo el mismo tipo de historias que al principio?
Gorka: En los ocho de los diez temas que he escrito hay un poco de todo, siempre está lo que uno siente desde lo más profundo, que es el amor y la entrega, pero dicho de otra forma y desde otro sitio. Y también está esa parte rebelde y certera respecto a que las cosas están difíciles y que puede haber cambios fuera y dentro de uno, pero hay que ser consciente y luchar por ello. Y por ejemplo, “Like a Freak” es una oda al freakismo, que lo somos todos.
P- En mi caso en las dos textos que aporto se intenta contar una historia dentro del estilo más clásico de escribir canciones.
Teniendo en cuenta que vuestros orígenes se remontan a los primeros años noventa, ¿os sentís “extraños” en el actual mundo musical o al final no es todo tan distinto como pueda parecer?
Gorka: Sí que nos sentimos un poco extraños, pero hay miembros del grupo que tocan en otras bandas y ya saben cómo se mueve el tema ahora, pero con cada banda la historia es diferente también. Para La Secta creo que es difícil pero sencillo a la vez, venimos de una época que tuvimos mucho recorrido con diferentes formaciones y una evolución. Hay fans y público que nos conoce que ya tiene una cierta edad, y tenemos un pequeño hueco dentro de la historia del rock, pero hay un periodo que nos perdimos y ahí es donde tenemos que reivindicarnos. No es fácil, ya que tampoco es tan sencillo tocar en directo con las salas reservadas muchísimos meses por adelantado, pero hay que hacer carretera y tocar en los lugares que podamos para darnos otra vez a conocer. Otra opción es tocar en festivales tipo Tobalina, Espinafest… que son eventos donde está ese público al que podemos interesar. “Buscando la Luz” nos puede ayudar mucho para movernos y volver a estar en el lugar que nos corresponde.
Patxi: Sí que creo que por motivos generacionales cuesta un poco mantenerse a flote en el mundo musical de hoy en día, si es que uno decide regirse por los usos y costumbres de esta época.
“Creo que sí hemos puesto un granito de arena en esa tarea de influí a otras bandas, y a ciertos oyentes también”
Crees que, con todos los adelantos a la hora de llegar a tantos estilos de música que hay en la actualidad, de nacer La Secta ahora tendría la misma identidad?
Gorka: No lo se la verdad, la gente ahora tiene muchísimo más acceso a todo, por lo que al final puedes perderte en ese océano… No es nuestro tiempo, por lo que no te puedo dar más datos, nuestro nacimiento fue hace mucho y ahora creo que es momento de ser y demostrarlo.
Hace pocos años se publicó un libro con una biografía de la banda, dada la poca obra que se suele escribir sobre bandas estatales actuales, ¿sentís que todos esos grupos como La Perrera, Cancer Moon o vosotros mismos significaron una puerta de entrada para toda una generación en los sonidos de rock contundentes?
Gorka: Creo que fuimos un eslabón entre los que se hacia en la época: por una parte el rock radical y lo que surgió más adelante con el Getxo Sound, por ejemplo, que es lo que teníamos más cerca. Fuimos de las primeras bandas en cantar en inglés por todos los gaztetxes, sin complejos y dimos mucha frescura en esos tiempos. Creo que esto precipitó a bandas que se estaban formando un poco más tarde, teniendo así una perspectiva más amplia, lo que daría paso al Getxo Sound. Cada vez había más difusión musical, tanto en las tiendas de discos como en la apertura de las salas que decidían incluir propuestas novedosas, llegando en un mismo concierto a poderte encontrar con rockers, punks, siniestros, garageros, mods… Fue un momento de apertura y disfrute musical total.
Patxi: Creo que sí hemos puesto un granito de arena en esa tarea de influí a otras bandas, y a ciertos oyentes también.
“La principal motivación fue, y es, la de divertirnos y hacer lo que nos apetecía, poder experimentar jugando y crear canciones”
¿En algún momento habéis aspirado, ya sea en el pasado o actualmente, a que el grupo significara el vehículo principal para subsistir económicamente o siempre habéis asumido que se trataba de una labor incapaz de generar un sustento material importante?
Gorka: Creo que desde el principio la banda ha sido una forma de escape y nunca nos hemos planteado vivir de ello, porque tampoco se dio la oportunidad, tal vez el no tener ese propósito hizo que nunca se propiciara esa situación. La principal motivación fue, y es, la de divertirnos y hacer lo que nos apetecía, poder experimentar jugando y crear canciones. Hacer versiones no nos motiva mucho, tienen que ser muy especiales, pero hace mucho tiempo que no tocamos ninguna en directo, no nos gustan las verbenas rock.
Patxi: Creo que todos hemos tenido claro que haciendo lo que hemos hecho, sería imposible vivir de esto, sobre todo en este país.
¿Sentís que este disco marca un regreso de la banda de cara a tener una continuidad en el futuro o de momento solo pensáis en el presente?
Gorka: La verdad es que preferimos pensar en el presente y en un futuro cercano, y ver hacia dónde nos lleva todo esto. Salen ideas nuevas y creo que podrían tener una continuidad, pero ahora estamos inmersos en tocar en directo y defender este LP. Y después de que se acaben los coletazos del disco, y si seguimos adelante, tendremos que ir grabando para poder mantenernos vivos y poder aportar nuestra música a la escena actual.
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