Sin Palabras
EntrevistasLa Muñeca De Sal

Sin Palabras

David Saavedra — 12-09-2002
Fotografía — Archivo

Hay grupos a los que resulta difícil definir con palabras, máxime cuando carecen de ellas y aspiran a que sus pasajes instrumentales hablen por sí solos. En su búsqueda de un lenguaje tan poderoso, el quinteto valenciano se encuentra con “El objeto inexistente” (Everlasting, 02).

Hubo un tiempo en que esto no era así. Cuando sacaron sus primeros trabajos con el fenecido sello Tranquilo Niebla –“Ultra-Realidad” (97) y “Pirueta” (98)- bautizaban a sus recursos como "guitarra celeste", "latidos de percusión", "guitarra hipnótica" o "lágrimas de trascendencia digital". “Esa fue una época en la que la poesía era mucho más importante que ahora”, recuerda Juan Luis Salmerón, miembro del grupo junto a Eduardo Cortés, José Juan López, Pedro Roque y Jorge Sasera. “Ya no damos tantas pistas”, añade. El salto cualitativo llegó con su Ep “Marina”, editado el pasado año, y en el que José Juan pasaba de escribir y cantar a lo Corcobado para girar hacia un rock instrumental y oscurecido en la línea de Mogwai. Pero “El objeto inexistente” es bastante más que su ampliación del campo de batalla.

“Ahora hay mayor madurez en el oyente y mayor apertura en los músicos”

La turbiedad un tanto agobiante que se apuntaba entonces evoluciona ahora hacia atmósferas más abiertas, con unos ambientes entre misteriosos y románticos que se intuyen más cercanos al post-punk que al ya decadente post-rock: “Sí, eso está ahí un poco. Sobre todo queremos transmitir emoción, y es cierto que algunas canciones quedan muy inquietantes. Al no haber voz y al no saber qué va a pasar, cuándo va a estallar todo, se crea esa sensación de misterio. ´Stuttgarten´, por ejemplo, es muy ochentera”. Tan cierto que hasta parecen apuntarse los paisajes lúgubres de “Carnage Visors” -aquella banda sonora realizada por los Cure en la época de “Faith” (81)- o, aunque la comparación ya esté muy trillada, el ambiente creado por Angelo Badalamenti para “Twin Peaks”. “Bueno, Robert Smith me parece un guitarrista grandioso y sí que se nota la influencia, y yo siempre he dicho que nos encantaría hacer una banda sonora”. Pero hay más puntos evolutivos. El mayor dinamismo de la sección rítmica y el uso sutil de programaciones hace pensar en una leve filiación con el movimiento indietrónico. Juan Luis no le hace ascos: “Creo que es inevitable, todo el tema electrónico es un elemento más y tenemos esa opción ahí. El ritmo es una parte fundamental, y también me atrae el meter melodía por encima de la electrónica, ya que los discos de ese estilo a veces son demasiado densos. Para el próximo queremos limpiar el sonido y meter más electrónica y ritmo”. El presente álbum llega, además, repitiendo y mejorando el tema "La alfombra mágica”: “En ´Marina´ tenía unas bases pregrabadas que originariamente eran otras. Nos gustaba más la original, que además es un estandarte en directo, así que teníamos una razón de peso”. Si hay hallazgos, parte de su culpa habría que atribuírsela a Kaki Arkarazo, con quien la banda grabó en sus estudios de Andoáin (Guipúzcoa). Ya saben, un entorno idílico del que todos los grupos salen encantados. “Nuestra compañía tiene muy buen trato con él, y tuvimos la suerte de que le mandaron el ´Marina´ y le gustó mucho. Fue él quien se ofreció a producirnos y nosotros fuimos un poco asustados porque no sabíamos muy bien cómo sería su método de trabajo. Pero es un tipo increíble: le explicas qué sonido quieres y él te lo saca con cuatro parámetros”. A nivel compositivo, La Muñeca sigue recurriendo a un método basado en el descontrol y la improvisación como punto de partida. Tras rematar la jam, el trabajo consiste en irla acotando hasta quedarse con lo mínimo. A un estilo propio al que cada vez parece que tienen más claro cómo llegar, el quinteto aporta un complemento visual lleno de intencionalidad: “La idea original es de Pedro, el batería. A ´Marina´ le faltó resolución, pero ésta portada sí que tiene un simbolismo, que se puede reflejar en el rojo y el azul: la intensidad y la calma. También hay ciertas referencias a Chillida”. Ojo, que aún hay más, porque la banda planea un Ep de remezclas: “Nosotros mismos ya lo hemos hecho con ´Crimea´ y hemos hablado con Polar, Kindergarten e incluso Juan Alonso de La Monja Enana para ver si lo llevamos a cabo”. Exploradores casi aislados de este tipo de sonido en España, La Muñeca convive ahora con bandas como Balago que, llevando menos tiempo, han obtenido más rápidamente el reconocimiento de la prensa especializada. Aunque, como dice Juan Luis, “el fenómeno fundamental es que la gente ha dejado de adoptar bandos. Hay una mayor madurez en el oyente y mayor apertura en los músicos. Creo que el mercado está ahora más preparado para nosotros, aunque no hayamos creado ningún movimiento”.

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