“El machismo no solo ha hecho daño a las mujeres, también a los hombres”
EntrevistasLa Maria

“El machismo no solo ha hecho daño a las mujeres, también a los hombres”

Carlos Pérez de Ziriza — 29-04-2023
Fotografía — Ainhoa Muñoz

Me disculparéis el comentario viejuno, pero si hace veinte años me llegan a decir que iba a entrevistar a una chica de 24 años con blusón fallero que hace música tradicional valenciana fundida con electrónica, hubiera pensado que alguien iba hasta arriba de setas.

La tradición y la modernidad parecían mundos irreconciliables. Pero hace ya algún tiempo que dejaron de serlo también en tierras valencianas. Maria Bertomeu es La Maria. Me atiende por zoom desde un casal fallero de su localidad, Oliva (València), y la escandalera de petardos que ameniza nuestra charla es igual que si estuviéramos en pleno centro de València. Por algo estamos a solo tres días de la cremà.

Vale la pena encarar ese ruido de fondo cuando se tiene delante a este talento de la música valenciana, ex estudiante de magisterio infantil y de conservatorio profesional en la especialidad de canto valenciano, fenómeno viral desde que su interpretación de “Arranquen vinyes”, una havanera tradicional de Alcàsser (València), empezó difundirse por las RRSS a finales de 2021. Ella ha hecho de "L’Assumpció" (Propaganda Pel Fet, 2023), su primer álbum, compuesto por canciones inspiradas en el cant d’estil valenciano y los motivos de la música tradicional mezclados con sonidos orgánicos y electrónicos, uno de nuestros debuts más estimulantes en los últimos tiempos.

¿Cómo has vivido la transición de fenómeno de youtube a tener ya tu primer álbum en el mercado?
Lo vivo de una manera muy alegre. Es como que ya me he aclimatado. La rutina es no tener rutina. Ir haciendo. Y nutriéndome de la gente que me rodea, que es la que me ayuda. Ahora estoy dedicándome solo a la música.

Aprendiste música en el conservatorio y te especializaste en cant tradicional valencià. ¿Qué te atraía?
Comencé en la música tradicional gracias a las fallas, porque aquí en Oliva cantamos albaes. Fue cuando comenzó a gustarme y empecé a rascar un poco más, y descubrí muchas cosas de la música tradicional que no había visto, porque normalmente todos esos estilos se trabajan más en otras zonas, como en la comarca de L’Horta de València o en la del Camp de Túria. Ahí es cuando decidí entrar al conservatorio.

"Cuando un artista hace siempre la misma música, se puede llegar a aburrir, y eso es algo muy triste, que no queremos que pase"

Has hecho versiones de Ovidi Montllor, Lluís Llach, Extremoduro, Sílvia Pérez Cruz, Rihanna o Måneskin. ¿Eran algunos de tus referentes?
De todo, sí. Siempre me ha gustado mucho escuchar música. Mis padres ponían en casa toda esa música, que no es tradicional. Si hago una versión de alguien, es porque ha sido un referente para mí. Como persona, como artista o por la música que hace. Tengo muchos referentes. Todo enriquece, la verdad.

El disco empieza y termina con dos audios de tus respectivas abuelas. Al estilo de lo que hizo Rosalía en “G3 N15”, una de las canciones de su último disco.
Cuando salió el disco de Rosalía yo ya había comenzado, y fue como “¡ah, tío!” (risas). Pero bueno, fue sobre todo porque cuando voy a ver a mis abuelas a su casa, siempre cuentan historias, y me encanta escucharlas. Hay gente a la que no, que piensan que divagan, pero a mí me encanta, y muchas veces pongo el móvil a grabar cuando me cuentan cosas de su vida. De cuando cogían naranjas en el campo, de cuando fueron a Francia, todo eso forma parte de mí. Y lo utilizo también para averiguar a qué se dedicaba la gente de los pueblos, y qué música hacían. Quería registrarlas en este primer disco porque las voy a recordar siempre y si no lo hago ahora… en un segundo disco ya no podría.

Hace poco me decía Pep Gimeno Botifarra, al hilo de su último disco, Ja ve l’aire (2023), que está dedicado a la figura de las mujeres, que fueron ellas quienes más cantaban y quienes más hicieron para que se preservara toda esa tradición, y sin embargo son hombres quienes luego han grabado. Es paradójico, ¿no?
Eso ha pasado como en otros ámbitos de la vida. Es bien sabido por todos que las mujeres siempre han cosido, pero después en las grandes pasarelas siempre eran modistos y diseñadores los protagonistas. Igual que en la cocina. Los chefs siempre han tenido más repercusión que las chefs, cuando la mujer es quien se ha encargado de la cocina toda la vida. Y aquí pasa un poco lo mismo. Es cierto, y Botifarra lo explica muy bien, que eran ellas quienes cantaban. Pero el machismo no solo ha hecho daño a las mujeres, también a los hombres, porque al hombre que antes cantaba también le tachaban de ciertas cosas. Sobre su orientación sexual. Y todo esto acerca de su teórica insensibilidad, lo de “los hombres no lloran”, ha hecho mucho daño. Muchos no querían que se les registrase cantando. Ahora tenemos a Jonatan y Christian Penalba, a Xavi de Bétera, a Botifarra, a Hilari Alonso… gente que ya no tiene ninguna clase de pudor en grabar un disco entero de música tradicional siendo hombres. En mi caso particular, sí que es cierto que cuando voy a casa de mis abuelos, él puede estar leyendo el periódico y ella en la cocina es la que suele cantar, pero bueno, son generaciones en las que es normal que sigan comportándose así. Veremos si en un futuro conseguimos eso: que los hombres puedan estar trabajando y al mismo tiempo cantando. Sea lo que sea.

El disco lo ha producido Tono Hurtado (Tardor, Mai Mai, Sierra Leona). ¿Cómo surgió el contacto y cómo fue el trabajo con él?
Fue muy gracioso, porque cuando en la cooperativa Neu al Carrer y en el sello, Propaganda Pel Fet, nos ponemos a buscar opciones, todos tirábamos hacia productores tradicionales. Pero yo me dije que no quería hacer un producto así. Que debíamos escoger un productor que fuera todo lo contrario, que no tuviera ni idea de música tradicional, porque si no se nos quedaría una cosa casposa, que no es lo que queremos hacer. Ha sido como una fusión exacta, en el sentido de que yo le ha dado al disco la parte folklórica que necesitaba y Tono (Hurtado) le ha dado la parte novedosa que también requería. Ha sido un tándem increíble, no podríamos haber escogido mejor. Cuando un artista hace siempre la misma música, se puede llegar a aburrir, y eso es algo muy triste, que no queremos que pase. Tono (Hurtado) estuvo muy activo, porque como era un género que no controlaba, que no había producido nunca, y yo tampoco controlaba la parte electrónica, ha sido un trabajo muy ameno y dinámico. Porque nos hemos enseñado mutuamente. Esa ha sido la pieza clave: encontrar muchos puntos en común a pesar de ser diferentes. Y darle al disco lo que queríamos, que era una cosa novedosa.

Son ocho canciones en solo 19 minutos. ¿Ganas de pulir un producto para quienes no suelen escuchar discos largos (o directamente ni cortos)?
Ha sido un poco casualidad, porque es lo que tenía. Y si el disco ya lo has enmarcado y tiene una historia estructurada en torno a estos romances y capítulos, ya no tiene ningún sentido añadir más canciones solo por un motivo de duración. Vamos a ser sinceros, y a decir que es corto porque no teníamos más canciones. Y ya está. Y porque desde “Arranquen vinyes” hasta que nos pusimos a grabarlo y a terminar de hacerlo, era esto.

¿Sientes sintonía con artistas también valencianas que mezclan tradición y modernidad, como Sara Monfort, o te sientes al margen?
Hay gente que me dice que mi disco tiene algo de pop, otra que me dice que algo de rock, otros que me dicen que es folklore renovado… sí que es verdad que al utilizar el folklore y quererlo renovar y acercarlo a 2023, es muy fácil que te asocien a Sandra (Monfort) o a lo que hace con Selma Bruna y Clara Fiol en Marala. Ellas añaden riqueza y creación a la música tradicional en 2023.

“Amodiño (Romanç 3: de ledicia)” está escrita en gallego. ¿Por qué?
Estuve allí un año y pico y, como con cualquier lugar que tiene su lengua y cultura propias, su propia música tradicional, me sentí allí como en una segunda casa.

¿Cómo entraste en contacto con Propaganda Pel Fet y pasaste a formar parte del sello?
Me sorprendió porque fue Fèlix (Castells), mi representante, quien me busca las fechas en directo, fue quien me dijo un día por teléfono, cuando yo estaba conduciendo, que podíamos sacar el disco con Propaganda Pel Fet. Me dijo antes que parara el coche, para que no me diera algo (risas). Me hizo muy feliz. Ellos tienen contacto con el sello. Neu al Carrer y Propaganda Pel Fet tiene una relación muy estrecha.

¿Cómo lleváis el disco al directo?
La premisa es pasarlo bien en el escenario, eso es lo primero que le dije a Tono cuando nos tomamos el primer café juntos. Nos pusimos a trabajar construyendo la casa al revés: ¿qué disco queremos hacer? ¿y qué directo podemos tener para explotar un disco de estas características y que no se quede cojo? Lo que hicimos fue configurar primero el directo, del cual estoy muy orgullosa, porque ha quedado muy potente y está teniendo muy buena respuesta de público.

¿En qué tipo de recintos crees que os vais a sentir más cómodos? ¿Festivales? ¿Salas? ¿Teatros?
Pues te voy a ser sincera: yo aún no he actuado en ningún festival. El Feslloch, que se celebra en julio, será una piedra de toque, por ejemplo. Creo que estará guay. Tenemos muchas expectativas. A ver qué pasa. Estoy muy tranquila. Pero también porque en un auditorio, que es donde solemos tocar, no hace ni frío ni calor. Te sientes más protegida. Pero el ambiente de un festival también tiene que ser increíble.

 

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