“Massive Underground”, un disco, el último que nos presenta el trío de Barcelona, que comienza en clave dub y que acaba en drum'n'bass, con reggae, rock y jungle de por medio, un arco que ofrece todas las pistas sobre las que discurre el camino de La Kinky Beat en la actualidad. Grabado entre la banda misma y el productor Dive Dibosso, encontramos notorias diferencias entre las cadencias suaves de sus inicios y el más tecnologizado discurso de esta Kinky. “Sin duda la electrónica ha ido ganando terreno en nuestras producciones, intentamos encontrar un buen equilibrio entre la banda y las máquinas y creo que lo vamos encontrando. No hay nada definitivo en La Kinky, seguimos buscando y aprendiendo pero nos encontramos a gusto en estos estilos y vamos a seguir por aquí. No somos una banda con prejuicios musicales y no queremos un público que lo sea. En este tiempo han pasado muchas cosas y ni la banda es la misma. Cambiar es crecer, ¿no?”. El estado de gracia que se deriva de una escucha del disco de día y de su mejor disfrute de noche se traduce en rompepistas como "Vampires" (pura adrenalina para sus conciertos), la rítmica clásica de “Good System", el embrujo de "Love On Line" o la profundidad jamaicana de "Ganja Farmer", que conforman un conjunto en el que poco desperdicio hay. Un album concebido de principio a fin como una sesión de baile. ¿Rastro de aquel llamado sonido Barcelona?. Ellos lo tienen clarísimo. “No sé, no fuimos nosotros quienes pusimos esa etiqueta y nunca la acabamos de entender muy bien. Suponemos que se refiere a las bandas de mestizaje y nosotros hace años que no lo somos”. Ausencia del italiano Rude aparte, ahora más centrado en La Mâquina, uno de los puntos de interés en el currículum de La Kinky Beat es el de sus incansables e internacionales giras en las que van dejando seguidores en cada país que visitan. Prueba de ello son sus directos en plazas latinoamericanas de audiencias tan vibrantes como las de México, Brasil o Colombia. “Siempre nos han recibido muy bien en todos los países en los que hemos tocado. Lo especial de Latinoamérica es lo lejos que está y la cercanía que sientes cuando estás allí. No esperas viajar a otro continente y que de repente todo el mundo cante tus temas en el bolo… ¡una muy buena experiencia!”. No es extraña esta buena acogida en un continente en el que el baile y los aspectos sociales a los que le canta La Kinky Beat no están muy desunidos. Sin embargo, como ellos mismos se encargan en subrayar: “La Kinky no es una banda panfletaria, las letras están posicionadas por la persona que las escribe, pero no hay ninguna intención de hacer propaganda de nada. Nuestros conciertos no son mítines”. En activo desde hace casi diez años, con discos como “Made In Barna” y sus remezclas, “One More Time” o “Karate Beat” y varios cambios de formación a sus espaldas, la banda barcelonesa ve también como sus componentes Willy Fuego (guitarra) y Chalart58 (baterías y ritmos) prueban suerte en solitario con sus recomendables bandas homónimas. Al tiempo que esto, en palabras del trío, es enriquecedor para el propio grupo, son conscientes del cambio que han experimentado tanto sus directos como también su público. “Ya son casi ocho años como banda y está claro que hemos hecho un cambio importante a lo largo de este tiempo. Hay mucha gente que nos sigue ahora y mucha gente que ya no le gustamos. Lo vemos positivamente, hacemos la música que nos gusta y esta es nuestra propuesta”. Y como última novedad, preparan nuevo formato para presentar “Massive Underground”. “La Kinky Dub Machine digamos que es una formación reducida que nos permite defender el disco siendo más fieles a los conceptos de los estilos, podemos dubbear en directo de una manera más directa que con la banda. También nos deja meternos en garitos más pequeños donde con la banda se nos complica un poco más. Este año nos apetecía hacer más clubes”.
La Kinky Beat estarán presentando su nuevo álbum este jueves 19 de mayo en la sala Apolo de Barcelona
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