Tensión

Fieles a la cita con sus fans, los valencianos La Habitación Roja entregan otra nueva colección de canciones en la que, por supuesto, vuelven a hacer gala de su enorme capacidad para construir algunos de los hits pop en castellano de este año. Más eléctrico que su predecesor, “Fue eléctrico” supone por derecho propio la banda sonora de los días de un buen puñado de seguidores.

“Fue eléctrico” arranca con “El resplandor” y la canción lo hace con un sonido de guitarras y una contundencia que no deja de ser familiar para quien firma. Y es que los valencianos han decidido grabar con el responsable del sonido de algunos de mis discos españoles favoritos, Santi García. “Desde el primer momento vimos que existía química y un gran respeto recíproco por lo que concertamos una comida en Sant Feliu de Guíxols a principios del verano pasado. La sensaciones fueron inmejorables. Le fuimos mandando las maquetas de las canciones que teníamos y el feedback que tuvimos de su parte fue muy bueno. ‘Vamos a elegir los mejores temas y a grabarlos de la mejor manera posible, con buen ambiente, disfrutando’. Al final ha resultado ser la grabación más placentera que recordamos y hemos dejado muchos amigos en Sant Feliu. Además nos encanta el disco y a Santi también”.

Se han hecho acompañar además de Dorian, quienes han remezclado “Ayer”, un pildorazo pegadizo con vocación de himno. “Somos muy buenos amigos y nos tenemos un gran aprecio. Siempre habíamos comentado la posibilidad de hacer una gira juntos, o un split single. También teníamos la sensación de que no hay prácticamente canciones bailables y pinchables a lo largo de casi toda nuestra discografía. Yo crecí con los discos de The Cure, New Order, Simple Minds, Echo And The Bunnymen y todos estos grupos tenían versiones maxi y remezclas de sus singles. No sé por qué no lo hemos hecho antes pues es algo que siempre tuvimos en mente. Cuando estábamos preparando el disco surgió ‘Ayer’, una canción a la cual queríamos dar un enfoque rollo The Cars. Sonaba muy ochentas, muy bailable, y pensamos que estaría bien tener nuestro ‘Boys And Girls’, salvando las distancias”.

Jorge Martí, a quien más de una vez he puesto frente a mi grabadora, se muestra tan ilusionado como si de su primer disco se tratara, pero también es rotundo cuando hablamos de los sentimientos encontrados que despierta la banda. “La verdad es que es un tema que ya me cansa un poco y que no llego a entender del todo, sobre todo hoy en día, que podemos escuchar la música a la carta. Hasta nuestra agencia lo utiliza en la biografía del grupo que tienen en su web. No me gusta, y no me gusta alimentar polémicas. Yo no entiendo a la gente que malgasta su tiempo dedicándose a leer y a escribir acerca de los grupos que odia. Es tan triste que no logro entenderlo. Es una gran pérdida de tiempo y propio de gente frustrada y miserable. Yo nunca he escrito en el foro de un grupo que me gusta, así que ¿cómo iba a hacerlo en el de uno que detesto? Dicho esto, creo que tal vez sea ley de vida y que, como una especie de yin & yang, la vida es vida porque existe la muerte, y el éxito es tal, porque existe el fracaso. Son como las dos caras de una misma moneda. Así que supongo que es algo con lo que tenemos que vivir y que, ciertamente, es mejor que pasar desapercibido y no despertar ningún tipo de pasión. ¿Qué es lo que hace que provoquemos esas pasiones? No lo sé realmente, pero siempre ha sido así, desde la primera canción. Supongo que tiene que ver con la música, pero también con nosotros como individuos. Siempre nos hemos mojado, hemos dicho lo que pensábamos, hemos escrito lo que sentíamos, sin ataduras y hay gente a la que no le gusta escuchar ciertas cosas. Hay mucha gente infeliz y demasiado preocupada por lo que dicen los demás. Afortunadamente también en esto, siempre hay otra cara de la moneda que equilibra el balance y hace las cosas más soportables. Y de nuevo vuelvo a repetirte que somos afortunados. Hay un montón de gente que nos quiere”.

Y gente nueva: el relevo generacional en su caso es algo evidente, además de algo necesario para seguir ahí tras tantos años de carrera. “Sí, claro que sí, si no no sería posible tener una carrera larga y fructífera como la nuestra. Además hoy en día es fácil comprobar esto mirando las estadísticas del Facebook por ejemplo”.

Tienen una enorme responsabilidad para con sus fans. Son las canciones que muchos usamos para descargarnos, para comprobar que lo que sentimos lo sienten otros y que, a veces, hay solución y otras hay que parar y empezar de cero. Mientras algunos usamos sus canciones como terapia, ¿Qué terapia usan ellos? “La música es como un analgésico para el alma (a veces hasta un anestésico, como la canción de Eels), no cabe duda de ello. Supongo que la gente utiliza nuestras canciones para lo mismo que nosotros utilizamos las canciones que nos gustan de nuestros grupos favoritos. Nos han pasado muchas cosas en los últimos dos años y las canciones son la manera que nosotros tenemos de, superar en unos casos, y de rememorar y celebrar en otros, los momentos que la vida nos ha ido brindando. En mi caso han sido años muy duros y traumáticos. Me han pasado ese tipo de cosas que siempre crees que le van a pasar a los demás y que a ti nunca te pasarán. También otros componentes del grupo han pasado momentos complicados. Ha habido separaciones, enfermedades, depresiones, problemas económicos y muchas dudas e incertidumbres. Para colmo una coyuntura política y socialmente desoladora. He tenido la sensación de tocar fondo, y la música ha sido la tabla de salvación y la forma de desahogarme y salir adelante”.