La gran esperanza blanca

Demasiados blandos para los más duros e ineludiblemente muy cañeros para las hordas alternativas. ¿Bendito problema o logro plausible? Puestos a dilucidar, si hay que morir, mejor con las botas puestas. Todo o nada. Y “Destino Perdición” (Weight Recordings) se planta robusto como un roble como el disco de la fe, toda una declaración de intenciones inexcusable.

El hard-rock de finales de los ochenta más el grunge de los noventa con la perspectiva de que las cosas han cambiado mucho desde entonces. También para ellos. Y Alex, guitarrista de los valencianos, es consciente de ello. “Esta vez, todo ha sido distinto. En julio nuestro manager nos dijo que el disco tenía que estar en febrero. En ese momento, en pleno verano, se hacía imposible ponerse a trabajar, con el calor, sin aire acondicionado, deseando tener vacaciones, pero esa presión inesperada nos hizo ponernos las pilas como nunca”. 

Los estudios Music Lan fueron testigos directos. “Ni en el mejor de nuestros sueños hubiésemos imaginado grabar en unos estudios con esas condiciones. Era por fin llegar a un estudio y decir ‘aquí graba gente muy importante’. Todo eso influyó, que estuviéramos los cinco juntos con el productor y el ingeniero durante más de una semana, y creo que esta vez hemos vuelto a subir un poco el listón. Ya durante las pre-mezclas se te ponía la piel de gallina oyendo lo que salía de allí. Nos hemos dado cuenta de que vale la pena trabajar como un grupo profesional. Antes todo se tenía que hacer deprisa y corriendo, mientras que ahora hemos disfrutado trabajando sólo para el disco, sin el estrés de pensar en otras cosas”. Lo que más llama la atención es el terremoto sónico dominante en el álbum. “Con el anterior conseguimos estar todos al cien por cien contentos con lo que habíamos editado, en ‘Diablo Blvd.’ estábamos satisfechos con las composiciones, pero el sonido no cuajó. Con ‘Uzzhuaïa’ lo conseguimos, pero éste es una nueva vuelta de tuerca, para así reafirmar nuestro sonido. Queríamos seguir esa línea actualizándolo como hemos podido”. “Destino Perdición” se perfila como el disco que irremediablemente les ubica en el panorama como absoluta y fiable realidad. “Llevamos mucho tiempo escuchando que somos una gran esperanza para el rock de aquí, y vivimos con la ilusión de que con cada disco tenemos una oportunidad, pero el problema de este país es que o eres muy grande o no eres nadie, no hay un termino medio. En otros sitios vas creciendo poco a poco hasta que puedes ser una verdadera estrella. En España hay miles de grupos underground que van tirando y cuatro que realmente se ganan la vida con esto, y en el rock ya ni te cuento”.