La fuerza de la unión
EntrevistasCheb Balowski

La fuerza de la unión

Redacción — 21-06-2005
Fotografía — Archivo

Aunque sus propios componentes no se den cuenta, esta banda tiene poco de normal. ¡Diez componentes, diez! La mayoría de ellos se conocen desde la infancia. Su cantante proviene del Magreb. Llevan ya cinco años empalmando gira-disco-gira-disco y todo de forma alternativa. Ahora presentan “Plou plom. Musiqueta que enamora” (Kasba Music, 05).

“Plou Plom-Musiqueta que enamora” es el doble título de su última e impactante entrega y muestra algunas de las múltiples caras de esta macro banda en constante evolución. Generadores, casi sin saberlo y sin querer, de lo que sobre todo fuera de España se conoce como “sonido Barcelona” (pocos saben definir con exactitud de qué demonios se trata) y que está poniendo en boca de media Europa a la capital catalana. Cuando se les fuerza a definirse y, a pesar del consabido odio de los músicos por las etiquetas, ellos se atreven a definir como rock mediterráneo su mezcla de rock, ska, reggae, música raï, gnawa o música tradicional catalana. Pero es que “Plou plom” (“llueve plomo”) acaba de entrar en la lista de los veinte mejores discos de “world music” europea, elegida por numerosos críticos europeos. Por algo será. Cheb Balowski nace en 2000 y, tras un año de actividad, su música se inmortaliza en “Bartzeloona” (Propaganda pel Fet, 01), un primer disco sobrado de esa ilusión de la que hacen gala los artistas que empiezan una aventura. El siguiente paso fue “Potiner” (Propaganda pel Fet, 03), que les lleva al difícil trago de la profesionalización, o sea a dejar estudios, trabajos y demás aventuras para dedicarse de lleno a la banda.

"Cheb Balowski son diez individuos intentando expresarse a la vez y haciendo cada uno lo que quiere"

Ahora llega su tercera entrega, la que significa la madurez por propia evolución, no por concepto. Presentan trece canciones de lo más variado, con textos poéticos, pero directos, cantados en árabe, castellano, catalán, euskera, francés o inglés y que funcionan como una instantánea de su enérgico momento actual y que tendrá un reflejo vital en el escenario. De hecho se han pateado toda Cataluña en estos cinco años, las principales ciudades de España y media Europa y han mostrado y demostrado que lo suyo es vibrar y hacer vibrar desde el escenario. Quizá por eso visitarán países como Marruecos, Finlandia, Bélgica, Alemania, Suiza, Holanda, Jordania o su anhelada Argelia. Y todo de forma alternativa y al margen de los grandes canales de la industria musical. De todo ello hablamos con Yacine, su cantante. Fuera del escenario es un ser relajado y apacible, pero su carisma ha conseguido imbuir de sus vivencias musicales en Argelia a sus nueve compañeros catalanes. Tal es el punto que, cuando les ves, llegas a dudar si no estás ante un combo magrebí. La cita, en su local de ensayo. “En este disco hemos ido a buscar nuestro sonido de directo. De hecho las bases y teclados se han grabado juntos. Parece un tópico pero realmente se nota. También hacer bolos te hace madurar, a cada uno dentro del grupo y al grupo en general. El conocerse como amigos, personas y como músicos, componer, tocar en directo y grabar. Salir a tocar a otros países, conocer nuevos lugares, nuevas gentes y nuevas culturas. Todo enriquece y eso se refleja en lo que haces”. Mientras Yacine nos lo cuenta, van llegando el resto de miembros. Cada uno tiene su lugar personal dentro de la banda y del grupo de amigos. Llega Steff, productor, técnico y mago del sonido Balowski, conocedor de las virtudes y defectos de cada uno de ellos, sobre todo lo ordenados o desordenados que son. Isabel, voces y bailes, con su aire dulce, pero con las ideas muy claras de lo que significa Cheb Balowski. Marfi, violín y voces, con apariencia despreocupada, pero con palabras de peso cuando habla. Marc, bajo, la parte más simpática de la banda. Los buenazos de Tito, trompeta y Santi, guitarra. Felizmente este último se ha soltado a cantar en alguna canción. Dani, acordeón y teclados, y Arnau, percusiones, y que a menudo andan inmersos en sus mundos de claves. Jordi, el contundente batería y un punto de referencia en el grupo. Y Sisu, el imponente saxo recién llegado y sustituto de Marcel. Así que fieles a la idea del “no se trata de mezclar músicas sino músicos”, las referencias en su música son miles. “De hecho es una forma de comunicarnos entre nosotros. Cuando nos ponemos frente a una canción o cuando uno trae una idea, es muy normal decir que referencia nos da para transmitirlo a los demás, aunque cuando se acaba el tema no tenga nada que ver. En ´Widgi el Yum´, salía Natacha Atlas, en ´Somnis amb menta´ hay referencias a Radio Tarifa, en ´Els Indis´ salían ADF (Asian Dub Foundation) o en ´L´Home Testicle´ Dusminguet y La Carrau”. Todos curiosamente están de acuerdo en que el disco esta vez “ha sido más fácil, participativo y disfrutable” y insisten en la definición “Cheb Balowski son diez individuos intentando expresarse a la vez y haciendo cada uno lo que quiere”. Y nosotros lo celebramos.

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