Sorpresa de las grandes: tras el instrumental “Rexer Flash”, Andrés Costureras acaba de volver con un álbum, “Dormihcum”, en el que demuestra sus dotes como cantante y su cinética perspectiva musical. “Cuando conocí a Patti Deluxe la idea era hacerle un EP en el que ella cantara, pero al final decidí tirarme a la piscina y componer una serie de canciones que fueran como el guión de una película”, confiesa el madrileño sobre esta segunda criatura que vuelve a tomar el nombre de uno de esos fármacos a los que se ve preso desde que le detectaron un trastorno obsesivo.
“En ningún momento he tenido la idea de hacer una ópera rock. Para mí estas canciones son más oscuras que las anteriores, pese a haber momentos temporales donde se desprende mucha luz”, comenta el artista sobre esta infecciosa obra en la que expande su paleta sonora hasta el melodrama típico de musical (“Let Me In” o “Killer Shangri-Lah”), el dance-punk (“Tigers Fighting Spiders”) o incluso los recodos italo (“Rooms”). “La escena electrónica de nuestro país está muy polarizada. Por lo que veo nadie, en estos momentos, está haciendo discos como este, que parten de un argumento sólido”.
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