Lo cierto es que el Palacio de los Deportes no llegará, ni de lejos, a sus tres cuartas partes y que cuando Asian Dub Foundation aparezcan en escena, pocos serán los que les presten una verdadera atención. ¿Injusto? Sin duda, pero el público de RATM no parece muy abierto a innovaciones estilísticas, a texturas más arriesgadas, a sonidos menos convencionales. El particular batiburrillo ragga-jungle, hip hop, tradición hindú y rock que sorprendió a la crítica especializada gracias a la relectura de su segundo álbum («Rafi’s Revenge») tiene ahora su continuidad, nunca mejor dicho, en el disco que nos vienen a presentar «Community Music» (London/Dro, 00). Un trabajo con el que profundizan en las pautas que les lanzaron al estrellato, pero sin aportar realmente algo nuevo a no ser una menor crudeza en el sentir general del álbum y un mayor peso de su legado étnico. «Amamos experimentar. Experimentar con los sonidos y con la forma de las canciones. Puede que este disco siga en algunas partes la línea del anterior, pero eso es algo que nunca nos planteamos, el próximo disco podría ser totalmente distinto. «Community Music» sirve por lo menos para reflejar cómo son ADF musicalmente en este momento. No nos planteamos si vamos a sonar más rock o más funk, solamente nos preocupa ser nosotros mismos».
El que habla es Deeder Zaman, el jovencísimo cantante de la formación que junto al excepcional e innovador bajista y programador Dr. Das, atienden a nuestras preguntas sentados en el suelo del jardincillo que rodea el exterior del Pabellón. Gente sin complejos, de una accesibilidad total y franca que ojean interesados las páginas de nuestro último número… Pasando las páginas ávidamente Dr. Das se detiene en una entrevista en concreto y riendo en voz alta exclama: «¡Matando Hippies!, ja, ja, ja…» . Se está refiriendo a la entrevista que publicamos de Primal Scream. Un grupo que les ayudó a salir del pequeño círculo en el que se movían cuando apenas nadie les conocía y como es de bien nacidos ser agradecidos nos comenta: «El nuevo disco de Primal Scream es genial, refleja perfectamente el sabor de la Inglaterra actual. Un país en el que la gente está descontenta con el gobierno, dónde mucha gente quiere que las cosas cambien y el disco lo refleja. Primal Scream han sido siempre uno de los grupos más inquietos que ha existido, especialmente desde «Screamadelica»… También eran un grupo distinto en «Vanishing Point» y «Echo Dek» mostraba otra faceta… En un país en el que todo parece establecerse a partir del brit-pop, Primal Scream están intentando destruir esa situación». Cierto, si hay algo que no se les puede negar a los de Gillespie es lo de ir siempre a su bola, pasando de lo que sucede a su alrededor o bien adelantándose a ello, pero si hablamos de destruir situaciones también ADF tienen muchas cosas que decir, no en vano son un grupo comprometido y cuando digo comprometido no me refiero a escribir cuatro letras incendiarias que lancen a las hordas descerebradas a la conquista de un poder con el que luego no sabrán que hacer. Me estoy refiriendo a un grupo que mantiene distintos proyectos paralelos para luchar contra las desigualdades y el racismo en su país. «No, el mensaje que ADF difunde no es nada nuevo, es más viejo que nosotros, mucho más. Tiene cientos de años, la gente siempre ha tenido estas creencias y existen documentos antiguos que lo confirman. Puede que la forma sea nueva, pero el mensaje es antiguo porque el hombre también lo es…». Un mensaje y una actitud mental y musical que ha llevado a la crítica de su país a enclavarlos como representantes de un movimiento, el New Asian Underground motivados por su procedencia étnica, algo con lo que los propios ADF no parecen estar muy de acuerdo. «¡Estarás hablando del new asian overground! Eso es un invento de los medios de comunicación. ¿Dirías que Prodigy son asian underground? No, por supuesto. No puedes decir que por el hecho de ser indios todos los músicos que vengamos de aquello tengamos que estar metidos en un paquete. Los músicos indios han trabajado y trabajan en muchos estilos distintos, así que no entiendo porqué debemos tener cosas en común. Es odioso que tenga que relacionársenos por el color de nuestra piel, mientras que ese concepto solamente apareció para facilitar el trabajo de los medios y para potenciar la promoción que los sellos discográficos pueden hacer de algunos artistas. Puede que tengamos en común el color de la piel, incluso el uso de la tecnología, pero no tenemos más en común con Fundamental, Cornershop o Black Star Liner. Nosotros podemos tener más en común con Audio Active del Japón o Zebda de Francia… esas son las bandas con las que nos identificamos y no tienen nada que ver con el new asian underground».
Perfecto, ha quedado bien claro, pero lo que no podéis negar es el importante poso que la tradición musical de vuestros orígenes deja en vuestra música, un poso que todavía se hace más evidente en este tercer (cuarto) trabajo. «Cuando empezamos no nos planteamos sonar ingleses, europeos o indios, usábamos guitarra con distorsión, bajo, samplers y sencillamente queríamos tener nuestro propio estilo. Esa música era nuestro ahora, pero la cultura de cada uno cambia cuando entra en contacto con otras personas, con otros idiomas y toda esa mezcla de culturas define lo que eres en cada momento. Por eso puedo decirte que no creo que exista una cultura realmente pura en la actualidad. En la música india de los últimos quince años puedes encontrar instrumentos que no eran habituales años atrás, mientras que en el rock puedes encontrar instrumentos tradicionales indios». Llegados a este punto de la entrevista tanto Dr. Das como Deeder Zaman se explayan a gusto, se nota que el tema les toca hondo y no entienden demasiado esa afán clasificador que tienen los medios. Una catalogación que muchas veces se basa en la utilización de según que instrumentos. «Nosotros podemos usar instrumentos de la India o de Portugal. El harmonium es un instrumento que llegó a la India con Vasco De Gama, así que era un instrumento europeo y en la India se usa. Nosotros usamos tecnología y no tiene por qué representar a nuestra cultura menos que si usásemos sitares o tablas. La gente debería olvidarse de los estereotipos cuando se refiere a nosotros. No estamos en eso. Al usar samplers podemos contar con cualquier tipo de sonido y no tenemos por qué usar un sitar real, podemos samplearlo… y en ese caso estaríamos acercándonos a otra cultura… ya sabes, samplers, tecnología… eso viene del Japón». Y es que ADF han rebasado todas las parrillas mentales. Ellos tienen como principal virtud el haber demostrado que las fronteras culturales pueden romperse incluso en un mundo como el del rock en el que su propuesta ha calado y fuerte sin embargo esa introducción no ha sido tan sencilla. «Cuando editamos el primer disco tuvimos problemas por culpa de la distribución, un montón de dificultades por las tiendas en las que estaba el disco. Muchos pequeños distribuidores enviaron cartas al sello diciendo que Asian Dub Foundation era un grupo que solamente podía vender discos al público indio y que eso no era bueno. Se crearon unos estereotipos a nuestro alrededor que son los que estamos intentando combatir aún hoy en día. Ahora la gente ya no tiene esa imagen de nosotros especialmente gracias a gente como Primal Scream o los Beastie Boys que han dicho públicamente que nuestro grupo es uno de sus favoritos. Ellos decían en televisión o en la radio que les gustaba ADF y que la gente debía hacernos caso. Entonces mucha gente gritó ¡Ahhh!, pero consiguieron que se fijasen en nosotros. Tuvimos algún enfrentamiento con los medios al principio, pero gracias a esos grupos apenas tenemos problemas de censura en la actualidad». Ya, pero me imagino que siendo un grupo concienciado y políticamente activo habréis tenido problemas con algunas de vuestras cancione
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