La acústica salvaje y la distorsión de caramelo
EntrevistasTanya Donelly

La acústica salvaje y la distorsión de caramelo

Jorge Obón — 01-09-1997
Fotografía — Alicia Gosálvez

De todas las olas musicales, han quedado unas pocas cabezas sólidas a las que les han sobrado las etiquetas y que han trascendido. Se han acercado con pavor al territorio de lo clásico hasta que se han acomodado ahí. ¿Alguien discute que Sonic Youth son clásicos?.¿Alguien se acuerda de sus primeras apariciones en la prensa española en 1984?. ¿Alguien va a discutir que a Tanya ya no hay quien la tosa?.¿Alguien se quiere acordar de lo saludable que era lo indie en 1986?.Tanya es una de esas cabezas sólidas con pasado, presente y futuro sobre sus breves hombros. Su nombre, en diferentes proyectos, está condenado a acompañarnos muchos años.

Pero siempre ha llegado tarde.

Llegó tarde a demostrar con Throwing Muses que no era sólo la segunda de abordo, llegó tarde a discutir con Kim Deal sobre quién debía manejar el cotarro en Breeders, llegó tarde a formar Belly, hicieron dos discos estupendos que coincidían con el cambio de mentalidades que empezaban a renegar de lo alternativo. Tanya ha compuesto canciones tan excitantes como las de sus compañeros de generación Mascis, Francis, Hersh, Dando o Deal, pero no estuvo en el momento justo,¿por qué?

- Es una pregunta escalofriante. A veces lo he hablado con Kristin, pero no me siento mal con lo que he hecho, y después de todo, estoy orgullosa de haber podido conservar mi integridad. Me gusta la vida que llevo y tengo todo el reconocimiento que esperaba tener, es suficiente para mi ego.

Me enfrento a la sonrisa y a los ojos de los que se ha hablado tanto,con necesidad de años, queriendo despejar incógnitas que me han carcomido durante mucho tiempo. Ella se ríe, mira el reloj y me anima. ¿Va a ser una entrevista interesante?. "Sí".Mierda, luego escribiré 20 folios y sólo podré publicar tres, ¿qué hago?. "Fusílalos y pregúntame".

A Tanya le cuesta definir su música. Le propongo que ha sabido hacer que las distorsiones más duras, sean caramelo puro, y los pasajes acústicos más intimistas, sean rabia salvaje. Ella sonríe,al fin lo vamos a comprobar en España en directo. Entonces presentará todos sus primeros discos: el primero, y el segundo de Belly, que también fue primero para la nueva banda que lo grabó, y "Love songs for Underdogs", su nuevo primer disco. Siempre quiere estar haciendo primerosdiscos: "Es mucho más interesante. Es muy raro encontrar bandas como R.E.M., que puedan estar juntos tantos años sacando buenos discos.Hay que buscar sangre nueva que excite la música. Si hubiese mantenido el nombre de Belly, me parecería estar vistiendo ropa vieja, y no quiero ese equipaje durante más tiempo."

Se hace necesario mirar hacia atrás, volver a preguntar sobre el pasado que la ha empujado hasta el respeto que tiene hoy, y el primer capítulo fueron las Throwing Muses que ahora continúan como vehículo de las canciones de su hermanastra Kristin Hersh: "Venimos de la misma tierra (soil), tenemos la misma sensibilidad, aunque yo tenga una estructura mucho más tradicional de los sentimientos, y eso es algo que siempre supimos las dos". Paz, de acuerdo, pero "The Real Ramona", el último disco de las Muses con Tanya, sembró la discordia, siendo un disco estupendo. Y sin embargo, se repudió después por sus creadores y admiradores: "porque es una de nuestras grabaciones más alegres. Incluso, Kristin lo pasó mal grabándolo, porque pensaba que la gente no podía imaginársela contenta.La gente esperaba que les contásemos cosas sobre nuestras miserias...pero el disco me gusta realmente". Entonces, aunque suene a tópico,a uno le gustaría verla de nuevo haciendo música con Kristin:"No lo sé, probablemente cuando tengamos cincuenta años".Ni un lamento, sonrisa de oreja a oreja, aunque de Breeders, tiene mucho menos que decir: "Frank Black y Kim son dos personas del todo diferentes,y no entiendo cómo estuvieron juntos en una banda tanto tiempo, haciendo cosas interesantes. Muchas de las cosas que hicimos con las Breeders, eran canciones que Kim había escrito mientras trabajaba con los Pixies.Pero para Kim fue muy difícil desengancharse del recuerdo del fenómeno de los Pixies". Y nada más. Entonces, Tanya sorprendió hasta a los reticentes británicos con "Star", el primer disco de Belly, donde consiguió tener la libertad que Kristin y Kimle habían negado (siempre con una sonrisa); sin embargo, "King",el segundo primer disco de Belly, hizo que se arqueasen demasiadas cejas:"creo que el tiempo tiene bastante que ver. Había más singles en "Star", y "King" fue más un concepto.Cuando salió "Star" había mucho espacio alrededor de Nirvana, y después fue muy difícil entrar ahí. Cuando se publicó "King" el grunge y el brit-pop estaban a punto de pasar de moda y eso no benefició al disco". Pero no fue malo:"¡No, en absoluto!". A pesar de lo cual, Tanya echó el cierre a Belly, el vehículo de sus maravillosas canciones: "Algo falló. Gail quería hacer música sola a toda costa,teníamos caracteres muy fuertes y explotó. Aunque ahora volvemos a vernos, en parte nos han empujado nuestras familias". Otra vez la sonrisa y la seña de la V que hacía ya en "Star",que no es más que una reminiscencia puramente hippie. Paz y convivencia,como en el nuevo disco, en el que hay una banda distinta en cada tema: "porque he querido conseguir cosas diferentes. Para los conciertos, me voy a llevara Dave Narcizo de Throwing Muses, mi marido va a tocar el bajo, y habrá una mujer tocando teclados y guitarra, a parte de mi". Entonces, no hay un nexo de unión en el disco: "no lo sé, pero hay uno, y me parece que hay una progresión, un concepto de coherencia entre las diferentes partes. Es algo así como un punto de partida para mi"... como un primer disco "¡... sí, como un primer disco, y la próxima vez volveré a cambiar mi nombre!".Tanya siempre ha compuesto canciones y sonidos que la han hecho ir unos segundos por delante de los demás, e insiste en su rock diáfanamente sucio, dando la espalda a los que ahora van unos segundos por delante, con la electrónica como bandera. "Sí, pero si algún sonido captura mis oídos, lo incluiría, como ahora, que he grabado un par de cajas de ritmos, aunque me interesan más los sonidos orgánicos como la oposición al lado electrónico dela música".Para lograrlo, se ha rodeado de los músicosque mejor podían encarnar el calor que está transmitiendo con su disco, como David Lovering, el Pixie perdido, que era "el chico perfecto para varias de las canciones....", canciones neuróticas de amor que enseñan su lado oscuro, "como cuando se empieza una aventura con alguien y se le pone a prueba, se hacen cosas que jamás se harían para uno mismo".

- Esto, debe ser difícil vivir contigo...

- Sí.

De todos modos, Tanya, aunque lo pretenda a veces, no es de hielo. Su canción favorita del nuevo disco, "Manna", ha hecho que se le saltasen las lágrimas en varias ocasiones, a pesar de que: "en el disco no hay ningún lamento, me hizo llorar la primera vez que la grabé, y eso no es algo normal en mi. Es una canción que salió de una conversación muy directa con mi marido, así que la canción soy yo, básicamente hablando con él,y eso es algo que realmente no había hecho antes. Es un muro entre mi corazón y mi boca que se va derribando poco a poco". Y para expresarlo, sigue utilizando su abanico de metáforas que hieren,acarician... "que son el refugio de tus miedos, y a veces son la única manera de describir algo, como el amor, que es una palabra que se ha vulgarizado tanto que ha perdido su significado". Tanya, la oscura, ha tenido que explicar en varias ocasiones su canciones, pero termina prefiriendo que lo que no entendamos, lo sustituyamos por ese sentimiento con el que hemos soñado: "creo en un lenguaje de sonidos. Cuando escribo una canción sacrifico las sílabas a veces, porque me parece que la musicalidad es lo más importante... aunque me hayan llamado para que dé el visto bueno a las traducciones de mis canciones al japonés".¿Perdón?

Salpicado por su risa y temiendo que en cualquier momento vuela a mirar el reloj, intento acercarme al fondo de "Love songs For Underdogs",donde se muestra un poco más suspicaz y escocida que en anteriores proyectos, porque: "con los años, te acercas a otro tipo de experiencias. Te concentras mucho más en ti misma y te preguntas dónde estás, como persona, y qué relación mantienes con el mundo, es una perspectiva mucho más seria e interesante, me parece". Probablemente son las mismas preguntas que se hacen otros compañeros de generación como Lou Barlow o Steve Malkmus,que también han limado asperezas en sus discos. Parece que la generación de la rabia se ha olvidado de la furia, pero es que "puedes ser tranquilo con furia, puede ser que haya demasiadas cosas que se hayan hecho con rabia, y ahora, tal vez, hemos elegido la otra opción". Su público
ha crecido con ellos y prueba hierbas distintas, pero siempre
recordando que hubo un momento en el que a algo se le llamó Boston
Sound, mal que les pese a Morphine, un sonido sin definir que fue
apreciado por propiosy extraños, y que ahora se ha quedado en una
pequeña ceniza de la que apenas se recuerda ni siquiera su lado más
lúdico de pasión por la ciencia ficción. Por lo menos, seguimos teniendo
un nuevo primer disco de Tanya Donelly, y un recuerdo maravilloso que
comparte,de principios de 1993, cuando algún energúmeno rabioso tenía
que llamar la atención cantando "Killing in the Name of",mientras que
Tanya arañaba las conciencias y las sensibilidades con"Someone to Die
for". Vamos, que la generosidad absoluta también es un grado.

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