“Creo que cada vez voy refinando más mi oficio”
EntrevistasKurt Vile

“Creo que cada vez voy refinando más mi oficio”

JC Peña — 06-09-2022
Fotografía — Archivo

Hace unos meses, el de Philadelphia publicó el que bien podría ser su álbum más ambicioso,Watch My Moves” (Verve/Virgin Music, 22): quince canciones en las que se emplea a fondo usando la totalidad de sus armas expresivas.

Kurt Vile defenderá sus nuevas canciones en concierto junto a The Violators en el malagueño Andalucía Big Festival (8 septiembre).

El ex The War On Drugs lleva años refinando su capacidad para crear álbumes generosos en los que explora su personal capacidad introspectiva en canciones llenas de espacio y detalles de sus delicadas guitarras. Su noveno disco llega dos años después del estupendo EP “Speed, Sound, Lonely KV” –que incluía dos versiones de John Prine y otra de “Cowboy” Jack Clement–, que pasó algo desapercibido al publicarse en plena pandemia.

No es ningún secreto que la locuacidad del compositor norteamericano no es la misma fuera de los bucles infinitos de su guitarra. El melenudo e introvertido geniecillo de la Costa Este puede llegar a desconcertar cuando despacha ciertas preguntas con lacónicos monosílabos. En cualquier caso, se muestra cordial desde el inicio: por lo que explica, la entrevista anterior le ha acabado irritando, pero cuando conectamos con él por audio su disposición es óptima. “Ahora preparado para hacer un Zoom eterno”, dice uno de esos artistas obsesivos que habitan en su propio mundo.

Todos los discos que haces son personales, pero me da la impresión de que éste es más especial. ¿Es así?
Sí, tienes razón.

¿Por qué es tan especial para ti?
Tiene un tono animado, yo diría que luminoso. Hay un montón de calidez, lo cual puede sorprender por todo lo que hemos vivido en estos últimos años.

¿Querías hacer un disco que consolara?
Creo que últimamente he tratado de consolarme a mí mismo. Me he dado cuenta. Es como cuando te haces una mixtape de tus canciones favoritas, pero son mis propias canciones y lleva mucho trabajo hasta ordenarlas. Cuando todo encaja es un subidón, como si estuvieras haciendo una película doméstica o algo así, pero en audio. Trata de cómo es mi vida.

“Me gusta meterme en todo tipo de viajes psicodélicos”

Es evidente que te gustan mucho los discos largos. No es nada nuevo, pero creo que nunca habías llegado a las quince canciones. ¿Los disfrutas particularmente?
Sí, es mi cuarto doble. Es que tiendo a ello. Admiro a quienes hacen discos concisos sencillos, pero yo tiendo a profundizar y meterme en todo tipo de viajes psicodélicos [risas], o perderme en la guitarra. Pero sí, “Watch My Moves” mola porque hay también canciones de dos minutos, un buen puñado de ellas, y de alguna manera eso lo compensa. Pero a mí nada se me hace demasiado largo, porque es como si me metiera en una especie de pequeño laberinto psicodélico.

¿Te consideras un compositor prolífico?
Sí, pero depende: a veces escribo un montón, y en otros momentos disfruto de los intervalos de no hacer música en absoluto. No lo fuerzo.

En cuanto a la diversidad y profundidad de las canciones, ¿crees que estamos ante tu disco más maduro, en el buen sentido, y ambicioso?
Bueno, creo que soy una persona ambiciosa, de modo que estoy siempre tratando de hacer algo un poco épico, pero creo que lo que sucede es que cada vez voy refinando un poco más mi oficio. Y te diría que este es mi disco más clásico. Es clásico, y luego, además, mis voces son las que más me gustan de todas las que he hecho. Hay una especie de madurez en ellas, o será que canto mejor. Pero, a fin de cuentas, estoy orgulloso de todos mis discos, pongo en ellos todo lo que tengo. Suelo terminar agotado cuando los termino. Lo doy todo.

Me parece interesante eso que dices en la nota de prensa de que miras simultáneamente atrás, al pasado, y adelante.
Sí, trato de ser fiel a mis raíces y vengo de un sitio familiar pero también yendo hacia delante y procurando encontrar nuevas formas de expresarme y evolucionar. Me gusta la idea de estar en el espacio exterior, pero al mismo tiempo con los pies en la tierra. Tener la habilidad de ir hacia arriba y hacia abajo.

¿Te gusta meter nuevos instrumentos y sonidos en tus canciones?
Sí, claro.

Has grabado por primera vez en tu propio estudio. Me pregunto si te interesa el aspecto técnico de la grabación (Vile coprodujo el último largo de Dinosaur Jr).
Bueno, me interesaba la idea de meterme más en el proceso técnico y he aprendido un poquito más. Pero al final del día, me gusta que haya ahí gente ayudándome para no tener que hacer otra cosa que coger la guitarra, tocar y cosas así. Está bien saber cosas, tengo un montón de equipo, pero si puedo hacerlo prefiero no ser responsable de las cosas técnicas.

Supongo que es mucha carga de trabajo ser el intérprete y estar pendiente de cómo suenan las cosas.
Sí. Me gusta hacerlo de vez en cuando, y me gusta que sea en analógico. Me gusta grabar en cinta cassette. Siempre estoy grabando maquetas en multipistas o en grabadoras Zoom [una marca], cualquier cosa que sea rápida. Pero también he estado grabando también con Pro Tools y he aprendido un montón. Volveré a ello en algún momento, pero últimamente disfruto de no tener que preocuparme de la parte técnica.

En “Say The Word”, por poner un ejemplo, la guitarra y el sintetizador suenan con una calidez clásica.
Oh, gracias. Sí, en esa canción habíamos añadido un montón de cosas, pero al final la desnudé hasta dejar solo la guitarra acústica en directo y la banda. Muchas veces te pasa que metes de todo y luego es probable que acabes quitando lo que has grabado encima. La línea de sintetizador la añadí al final en casa, pero también hicimos muchas cosas así en el estudio de Rob Schnapff en Los Angeles.

En canciones como el single “Like Exploding Stones” te gusta dejar mucho espacio entre los instrumentos, lo cual no es lo más frecuente en el rock alternativo. ¿De dónde te viene esa estética?
Pues no sé por qué es, pero es verdad. Me gusta simplificar las cosas, y que te puedas perder en la guitarra. Supongo que le da un aire meditativo.

¿Cómo se te ocurrió la idea para el vídeo de esa canción?
Los que lo dirigieron tuvieron la idea de que fuera un poco psicodélico. La idea de patinar fue de mi mujer, porque hace unos años llevamos a las niñas [sus hijas] a patinar. Era la primera vez que yo patinaba desde que era pequeño, y a mi mujer le pareció que lo hacía bastante bien. Luego surgieron otras ideas, como la fiesta del baile, y se terminaron combinando. En general, me he involucrado en los vídeos de este disco. Es divertido lanzar un montón de ideas y ver si cuajan.

“Las voces de este disco son las que más me gustan de todas las que he hecho”

Hablando de tus hijas, ¿qué me dices de la portada? Lo de la máscara de cocodrilo que llevas puesta debe ser algo muy personal.
Pues se me ocurrió porque estaba en casa más a menudo. Por alguna razón, muchas veces siempre solía estar de gira en Halloween, y esta vez me encantó estar en casa con mis hijas. Estaban tan emocionadas con que estuviera en Halloween, que lo de la portada se hizo obligado. Me di cuenta de lo que molaría que llevara a mis hijas al bosque ponerme esa máscara, y el contraste del verde de la máscara con las hojas de otoño. Sabía que iba a molar mucho, con todos los colores.

De nuevo has trabajado con algunos músicos, además de tu banda The Violators. Quizá el más destacado es el saxofonista James Stewart, de Sun Ra Arkestra, que también aparece en el vídeo, ¿no?
Sí.

Entiendo que eres fan.
Soy fan de Sun Ra, y particularmente de James Stewart. Me flipó cuando les vi hace un par de años, y me di cuenta de que quería tocar con él en algún momento, si podía. Y ahora estoy en Verve, y Jamie [Krents], el director del sello, nos presentó. La cosa salió así.

En el disco hay una versión de “Wages Of Sin” de Bruce Springsteen. La haces completamente tuya.
Hay ciertas canciones que me hablan. Llevaba intentando recrear esa canción desde que tenía veinticinco años. En 2007 lo intenté, pero ha sido últimamente cuando me ha vuelto a hablar y ha salido. Springsteen es para mí como un miembro de la familia. A estas alturas, me he metido tanto en su música que no nos hablamos todo el tiempo. Pero de repente vuelvo a visitarle, porque tiene muchísimas grandes canciones. Esta canción era un descarte, pero es muy sólida. Es única, y sabía que podía hacer mi propia versión de ella: es tanto de Springsteen como mía. Sé que estaba hecha para mí, y al final salió. Lo llevaba intentado desde 2007.

“Bruce Springsteen es para mí como un miembro de mi familia”

¿Por qué has cambiado de sello (de Matador a Verve Records)?
Sólo porque mi contrato con Matador, mi familia, se acababa. Pero únicamente apareció Verve. Me contactaron ellos, no es que estuviera vendiendo el disco por ahí, y me halagó que me llamaran. No sé… Soy un poco mayor ahora y he firmado un contrato que me ayuda a tener un estudio en el sótano y mantener a mi familia. Pero por encima de todo, conocí a todo el mundo del sello, me cayeron muy bien, y quería probar algo nuevo.

Hablando de Verve, me pareció que una de las mejores versiones del tributo a The Velvet Underground que se publicó a finales del año pasado es la tuya de “Run”. ¿Fue divertido hacerla?
Mucho. De hecho, fueron ellos quienes me pidieron que la hiciera y ahí es cuando les conocí. Pero Jamie me había visto hacerla con John Cale hace unos años, cuando celebraba algún aniversario de los Velvets.

El mismo Jamie me contó en una entrevista sobre el tributo que sabes más de la banda que nadie dentro del sello…
Sí. Crecí con The Velvet Underground de adolescente y Lou Reed fue mi primer favorito de los rockeros clásicos. Obviamente es una figura muy atractiva, pero su voz conectó conmigo cuando era muy joven.

Me pregunto qué opinas de ser una figura tan respetada por los críticos.
¿Lo preguntas o lo afirmas?

Te pregunto qué te parece.
Lo valoro, sin duda. Soy sensible a ello, si te soy sincero. Sé que no lo es todo, pero no sé… Dentro de mi mundo, en webs como Pitchfork no siempre son fans, pero obviamente quiero que me quieran. Quiero que me acepten [risas].

Me parece que no se pone mucha énfasis en tu faceta como guitarrista. ¿Cómo te llevas con tu instrumento?
Bueno, la cojo y la dejo. Llevo tocando el tiempo suficiente para sentir cuándo debo estar un tiempo sin tocar y dedicarme a otra cosa.

¿Has llegado a estar cansado de ella?
No, porque cuando me canso no toco y ya está.

Sigues viviendo en Philadelphia. ¿Cómo es la escena allí? Desde aquí en España nos son más familiares las escenas musicales de otras ciudades norteamericanas.
Está bien. Ha ido evolucionando. Entre 2000 y 2008, cuando yo empezaba, había una especie de escena psicodélica. Pero también hay una escena punk. Me encantan algunas bandas.

La última: en septiembre tocas en España. ¿Cómo llevas lo de estos grandes conciertos?
Ahora los disfruto mucho. Pero me ha llevado bastante tiempo sentirme cómodo en los festivales, porque a menudo tienes que tocar con equipo alquilado. Esta vez igual giro con un bus, pero no lo sé. Ahora se me hace más natural estar en el escenario, pero siempre había tenido problemas con el equipo: amplificadores demasiado altos, acoples y esas cosas. Ahora salgo y trato de relajarme, sabiendo que tengo el control, conectando con los fans. Antes solía ser más tímido, hoy soy capaz de mirar al público y cosas así. Me gusta conectar. Me gusta tocar para la gente.

 

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