Choca manos a diestro y siniestro. Cierra el gesto llevándose el puño al pecho, en señal de camaradería, mientras sus collares tintinean en su pecho. No conoce a casi nadie de la sala, la sede de Radio Primavera Sound en Barcelona, donde el joven está de promoción. Pero reparte buenos gestos como si cada persona a la que saluda fuese de una batalla de esas de freestyle que merodeaba desde adolescente. Allí se le inoculó el gusto por el verseo. Unos años después ha sumado al hip hop ritmos más pop, accesibles. Y está en la picota de músicos de su país. Junto a artistas como Duki representa lo más nuevo y mejor del trap argentino.
Sus colaboraciones con el citado Duki, pero también con Cazzu, Bad Bunny o Alex Rose, lo han puesto en el punto de mira. Pese a la edad, Ivo Alfredo Thomas Serue, el nombre tras el alias, desprende seguridad y ganas de trascender la escena de los pegaos. Uno de sus referentes es Justin Bieber, al menos en la forma universal de entender su carrera. Cita el directo como uno de sus puntos fuertes. Está por ver en casa; estos días tenía que pasar por España a presentar su live, pero cuestiones de producción demorarán la visita hasta el año que viene. Tocará esperar.
"Mi misión en cuanto a mi música es estar todo el tiempo presente en la gente, sea mucha o poca. Yo apunto a la mayoría".
Se te ve cómodo en esto del show business. Camaradeas con todos.
Eso es una de las cosas más lindas que tiene este trabajo: viajar, ver vidas nuevas, verlo todo distinto todo el tiempo. Eso es lo que más remarco de esto.
¿Te ves en esto durante años?
La música la llevo conmigo. Lo que cambiará será la intensidad de lo que me rodea. A mi ahora me toca trabajar duro. Pero creo a que algún día podré estar más relajado y hacer mis cosas. Estoy subiendo, soy pequeño, tengo 19 años.
¿Te gustaría hacer otras cosas? ¿Tipo producir?
Exacto. Mi misión en cuanto a mi música es estar todo el tiempo presente en la gente, sea mucha o poca. Yo apunto a la mayoría. Pero quiero buscar otros roles. Guiar a gente dentro de la industria, sería muy bueno. Esa industria mala puede comerse al artista. Yo prefiero ayudar.
¿Tu has tenido esos referentes dentro de la industria? ¿Qué guías has tenido estos años?
Tuve amigos que me vieron hacer lo que hago y me dijeron que me metiera hasta el fondo. Duki… Yo no era nadie y Duki ya era un rapero conocido por las batallas y enseguida se sumó a mi arte. Tuve ese acompañamiento. Yo era chico pero ellos sabían que tenía potencial. Les estoy eternamente agradecido. Hoy día vivo con algunos de ellos en la misma casa en Argentina.
Tu no hiciste muchas batallas, como Duki, por eso…
No, pero estuve ahí. Yo no participé tanto. Pero participé del movimiento de rap. Me gustaban las batallas para verlas, acompañar a gente a batallar, pero no participar. Le tenía mi respeto. Siempre quise dar el atacazo por el lado de la música.
¿Qué parte de culpa tiene esta cultura del rap, la de las batallas, en el fervor argentino musical de hoy día?
En Argentina, esa es la base. La gente encontró algo que hacer en el día a día. Eso ayudó para que con la música todo se expandiera. Ya había base de público. Los raperos que se ponen a hacer música... la gente ya les conoce. Viene de antes, tipo El Quinto Escalón. Pero fue creciendo con pasos lentos pero grandes. Siento que todavía falta más por llegar.
¿Viviste el rap en casa?
Mi familia es muy musical, con música de todo tipo. Pero lo que es rap lo empecé a conocer a los 14 años. El rap me dio el manejo de palabras y las técnicas que yo no tenía. Cuando combiné mi lado de melodías de pop con las letras, encontré el lugar.
¿Hubo algún momento más encerrado en el rap duro?
Sí, cuando entras... Buscas todo el día palabras en Internet. Al principio estás modo rap. Caminar la calle, salir con amigos a la plaza… Después esa es la esencia, pero el rap es mucho más: puedes saltar y usarlo a tu favor en tu propia vida.
"Yo me salí de un sello y de una productora y recién estoy teniendo mis propias decisiones, me armé un equipo y manejo más mis cosas".
Citas referentes que no son nada rap. Justin Bieber. ¿Te interesan a nivel musical o por la amplitud de públicos de sus carreras?
Ambos, para hablar de rap, yo escuché SFDK o Canserbero, pero como carrera musical, por ahí cuando cito a Justin Bieber, me interesa la variedad. Disfruto mucho de la música ajena.
¿Como es tu rutina a la hora de hacer temas, todo el día de aquí para allá?
Escribo mucho en los viajes. No me queda otra. Mi bloc de notas tiene como 20 cosas nuevas, pero después lo que más hago es meterme al estudio y ver qué vibra tengo: tristeza o de romper todo, freestyleo mucho… Así armo los temas. Depende mucho de cómo esté yo personalmente.
¿Y no hay mucha distancia entre esos impulsos hasta que la canción sale?
Yo hago maquetas, ideas; lo hago por partes. Le corrijo la letra y cambio melodías. Tarda un poco, sí…
Hitboy, por ejemplo, ¿tardó?
Sí, fue largo, un proceso como de siete meses hasta llegar al tema final. Las canciones se trabajan con amor. Pero depende mucho de tu persona. Hay cosas que quiero que mi gente las escuche rápido; otras quiero un vídeo distinto con más contenido. Por suerte, la música te da muchas posibilidades de cómo comunicarla…
¿A nivel industrial siempre te hicieron caso en tus tempos?
Yo me salí de un sello y de una productora y recién estoy teniendo mis propias decisiones, me armé un equipo y manejo más mis cosas.
Hablas de esa forma sensitiva de acercarse a la música. ¿Cómo intentas entrar en ese mood en directo?
Las interpretas. La letra te baja algo. Te baja esa sensación. En directo es fácil, fácil para mi que yo compuse. Mucho más fácil hacerle sentir algo a la gente que en Spotify. Tu voz y tu onda, va a llegar mucho más; haces llegar la vibra del tema.
¿Qué preparas para tu gira?
Sorpresas. Muchas. Quiero que piensen: quiero más de Khea. Quiero hacer cosas nuevas y mágicas.
El boom del rap o el trap argentino... ¿A qué nombres vamos a ver por aquí en breve?
Están surgiendo muchos artistas. Luchito es un chico de 17 años, trapero o rapero, está muy loco. Ahora sacará un EP. La escena argentina se viene polenta, porque hay mucha versatilidad.
¿Piensas en hacer disco? ¿Te interesa el formato?
No sé que hacer, es una disyuntiva que siempre pasa. Por ahí saco un par de temas y otros con video, otros con mixtape…
Me dicen que eres muy aficionado de la UFC, franquicia de las artes marciales mixtas. ¿Te aportan algo a la música?
[Ríe] Me gusta demasiado. Me gusta mucho el deporte. Todo en general, pero especialmente las MMA. Allí en argentina fui el Bellator, al Luna Park, a ver un par de piñas. Antes practicaba, ahora entreno a veces… Siento ahora que todo el deporte que hice en mi vida lo siento para la gira. He tenido hace nada diez shows seguidos y los salto todo el rato. Ahora tengo que ir metiéndole equilibrio, no tengo tanto tiempo, pero me pongo un toque y luego me relajo. El equilibrio es lo que me va, todo en exceso hace mal.
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