Dos años más tarde de aquella grata sorpresa llamada “China es otra cultura”, Ana Naranjo ha vuelto a llamar a Bart Davenport para que le ayudara en San Francisco a tejer las melodías de este “Con mi tiempo y el progreso” en el que Linda Mirada toma como punto de partida aquel “Solo” y “Hermosilla 69” de su debut que se enorgullecía de las sombras del pop sintético de los ochenta. “El proceso ha sido muy parecido al del primer disco, aunque esta vez mi hermana María me ha ayudado a pulir las bases de las canciones. Todo el mundo tiende a recordarte el reto que supone un segundo disco, pero lo cierto es que ello no me ha influenciado. Para el primero había muchas cosas que no sabía cómo hacer, estaba algo insegura y sonaba muy diferente a la maqueta, la cual era mucho más electrónica. Ahora he sido yo quien ha tomado todas las decisiones. Siempre hay pequeños errores y cosas que se me olvidan de grabar en el estudio, como unos coros que había incluido en las primeras demos. No obstante, estoy mucho más satisfecha con el resultado de este álbum que con el de ‘China es otra cultura’”, confiesa Naranjo sobre este nuevo largo que suena mucho menos naïf que sus primeras composiciones. “Mientras trabajaba en el primer disco escuchaba mucho disco-funk. Desde que tengo algo de uso de razón me pongo todo tipo de música, pero en esta ocasión me obsesioné con las bandas sonoras de las películas de Brian De Palma, Jan Hammer y el sonido de bandas como XTC”. Incluso, en una pieza como “Aire”, la favorita de quien esto escribe, nos hace desempolvar el “Tango In The Night” de Fleetwood Mac. “Este tema en concreto parte del mismo retal que ‘Secundario’. Al principio me quedó muy Radio Futura, pero lo que precisamente quería era que sonara con aquellas baterías tan horteras y reverberadas de Bananarama o la producción del ‘Kalimba de Luna’ de Boney M”.
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