"Toda mi vida he sido un nerd de la música"
EntrevistasKakkmaddafakka

"Toda mi vida he sido un nerd de la música"

Marta Terrasa — 10-10-2022
Fotografía — Archivo

Los noruegos Kakkmaddafakka acaban de publicar su nuevo trabajo, “Revelation” (Bergen Mafia Records, 22), el sexto de su carrera. Sobre él hablamos con Axel Vindenes, vocalista y guitarrista del grupo.

Además, se ha confirmado ya que estarán presentando este nuevo material en nuestro país en marzo del próximo año, concretamente en Barcelona, Valencia y Madrid. Puedes ver las fechas y adquirir las entradas al final de esta entrevista.

“Revelation”, vuestro sexto disco, supone la vuelta a los estudios y a los escenarios, tras un parón forzoso debido a la pandemia. No sois gente de quedaros demasiado tiempo quietos…
Esta pandemia ha sido una bendición y una maldición a la vez, porque tocar no era una opción y estamos muy acostumbrados a grabar un disco y enseguida emprender la gira. Publicamos “Diplomacy” (19) y no pasó nada; no se podía hacer nada. Pero durante dieciocho años no hemos hecho otra cosa que viajar, así que necesitábamos una pausa. Al principio era como dejar la heroína, necesitábamos ese chute del público. Pero la parte positiva fue que podíamos centrarnos en hacer discos, en tener tiempo de calidad en el estudio. Al final, en “Revelation”, pasamos por distintas fases y de ello salió algo que nos gustó y aprovechamos el tiempo para grabar como toca. Fue muy divertido.

Entonces ha sido también como un viaje, en cierta manera.
Todos nuestros álbumes lo son, tienen ese punto de viaje. Mi objetivo es que cuando mires atrás, a través de nuestra discografía, puedas ver cómo hemos crecido, cómo nos hemos desarrollado como artistas… Por eso decimos que este disco ha sido muy inspirado por nuestro debut, “Hest” (11).

"Cierto es que hemos hecho temas indies muy guays y también algunos más disco, y otras de corte de rock más clásico. Y de eso va precisamente Kakkmaddafakka"

Sí, lo habéis mencionado en alguna ocasión recientemente, pero más allá del eclecticismo en los géneros de las canciones, no encuentro un nexo común.
Se trata más del cómo se ha hecho. Antes de “Hest” teníamos todo el tiempo del mundo porque no habíamos salido de gira. Después, todo cambió. Además, durante estos meses tuvimos todo el tiempo que quisimos para grabar y básicamente volvíamos a ser mi hermano y yo juntos, también al mando de la producción y todo lo demás. Nos juntábamos cada día e íbamos haciéndolo juntos. Con los otros discos, hemos contado con distintos productores. O con “Six Months Is A Long Time” (13) nos fuimos a Berlín a grabarlo. Ahora ha sido más como lo hacíamos antiguamente: con muchos géneros mezclados y nosotros al mando.

Sí, precisamente se vuelven a encontrar varios géneros (pop, disco, AOR…). La primera parte del disco es mucho más enérgica, como si fuera la banda sonora de una serie juvenil. Pero la segunda parte se abraza a sonoridades más ochenteras, de rock de radiofórmula de padres, casi.
Sí, entiendo lo que dices. Para mi es complejo estar en medio del proceso creativo y por eso ves una diferencia entre las primeras canciones, que se hicieron al principio y las últimas, que son las que hicimos al final. Amamos todo tipo de música y de lo que estamos más orgullosos en Kakkmaddafakka es que hacemos música Kakkmaddafakka. Siempre lo decimos, lo único que importa es que cuando escuches las canciones digas “Sí, es el sonido Kakkmaddafakka”.

La energía notas que cambia, como dices, en la segunda mitad del disco, con guiños a los ochenta en canciones como “Wage Slave”, o la decadencia placentera de un piano bar a las tres de la noche como en “Silver Moon”. ¿Cómo te has sentido durante el proceso de grabación? ¿Cómo vives esa segunda parte del disco?
En este caso queríamos hacer un álbum completo, es decir, que tuviera una canción en acústico; una balada; también quería canciones para ir de fiesta y una que fuera más disco. No nos importa una mierda, solo hacemos lo que nos apetece y lo que nos parece que será divertido. Y una vez metidos en ello, nos pasamos una eternidad haciendo que esas canciones sean buenas. No hay una planificación tan clara sobre lo qué queremos o cómo nos sentimos. Es más, si hiciéramos siempre las mismas canciones indies, sería todo muy aburrido. Cierto es que hemos hecho temas indies muy guays y también algunos más disco, y otras de corte de rock más clásico. Y de eso va precisamente Kakkmaddafakka.

Suponemos que sigues escuchando todo estos tipos de música…
Sí, ¡sí! Toda mi vida he sido un nerd de la música y no hay estilo que no me guste. Escuchamos muchos tipos de música, sobre todo jazz y gangsta rap, que me relaja.

¡Pero aquí vemos menos gansta rap que en otros trabajos vuestros!
Sí, ¡lo sé! Pero “Bombibidy” lo es y encima es una historia verídica. Va sobre cuando viajé a Alemania y me detuvieron en la aduana por mi marihuana medicinal. Y al final, tuvieron que dejarme marchar.

Las letras son algo distintas de vuestros discos predecesores, con algo más de frustración, de amor no correspondido, cuestionarse a uno mismo… Aunque también las hay más luminosas. ¿Son basadas todas en vivencias reales, como “Bombibidy”?
Hay mucha cosa personal, porque siempre intentamos hacer canciones sobre historias reales que nos pasan o si no, sobre lo que les sucede a amigos y conocidos. Creo que cuanto más personal sean, mejor [risas]. Al final, estoy a favor del buen arte. El arte siempre. El arte es lo primero. Así que para mí es importante que las canciones sean lo más buenas posible. Lo mismo pasa con los cuadros. Cuanto más te alejas de la verdad, menos diverso es el resultado que produces. Elige siempre la veracidad, porque hará que el arte sea más potente.

"Con este disco volvemos a las raíces de Kakkmaddafakka: amor, risas y disfrute. Aunque hablemos de un montón de cosas tristes"

La última vez que hablamos mencionaste a Erlend Øye, porque gracias a él aprendisteis a valorar las letras en las canciones; a cuidarlas. Y que para el grupo, el peso de una canción, el noventa por ciento, recaía sobre éstas. ¿En “Revelation” sigue siendo así o la exploración sónica tiene mayor importancia (más horas en el estudio, cambios en los intérpretes de las canciones, etcétera)?
No, las letras siguen siendo lo más importante. Es imposible hacer una canción guay sin una buena letra. Así que todo empieza con las letras que escribimos y cuando las producimos, tenemos claro que queremos que todo gire en torno a ellas. Algo nuevo para nosotros ha sido que cada canción la hemos concebido como una película. Bueno, ya lo hacíamos en cierta manera antes así, porque tenía un video musical en mente cuando componía la canción. Esta vez hemos intentado construir a partir de ello, de una película; invitar al oyente a un lugar sónico. Por ejemplo, en “Sixt Gear” tenemos los sonidos de los coches de carreras para que te sumerjas en la historia [risas]. Suena raro, pero así lo hacemos.

¿En Bergen tenéis coches de choque? Hay ciertas canciones que bien podrían sonar en esta atracción, dejáis atrás las guitarras más nostálgicas e indies, para adoptar una electrónica más contundente, pero con un punto festivo, de feria casi.
Con este disco volvemos a las raíces de Kakkmaddafakka: amor, risas y disfrute. Aunque hablemos de un montón de cosas tristes.

Sí, de hecho, hablabas de la importancia de las letras, pero en algunos momentos tiráis bastante de repeticiones y de frases bastantes sencillitas. ¿De verdad le habéis dado tantas vueltas a las letras?
¡Sí! Cada letra es muy buena. Te doy la razón que, en alguna, hay un montón de coros. Pero de eso trata la música pop: de la repetición. Así que lo hemos hecho a propósito. Tenemos el directo muy presente y a veces caminamos una delgada línea y si la pasas, la canción se vuelve muy cursi. Pero cuando encuentras el equilibrio, es genial, como pasa en “Your Girl”; hay un montón de repeticiones, pero funciona bien. Así que habrá que ver cómo responde el público con estas canciones. Yo estoy muy seguro de las letras de este disco; del leitmotiv de “Revelation”, intentando que la gente sea consciente, que tenga una revelación.

¿ Una revelación del tipo? Ya habíamos hablado de la importancia de ser políticamente incorrecto. ¿O te refieres a ser consciente después de todo lo que hemos vivido con la pandemia?
¡Es un poco todo! Una revelación sobre todas estas cosas: hay gente que vive siendo demasiada buena, como en la canción “Good Guy”; otros que son esclavos de un salario mínimo (“Wage Slave”) y algunos de mis amigos son como peces de colores atrapados en una pecera (“Gold Fish”), cada día haciendo lo mismo y sin ningún tipo de aspiración. No piensan, solo hacen lo que les dicen, ya sea el gobierno o un jefe. No importa, de verdad, lo que hagas o donde estés, porque como humanos ya hemos intentado muchísimas veces organizarnos y que se de una revolución. Pero una revolución solo nos lleva a dar vueltas sobre nosotros mismos, como los peces en el acuario; en cambio, la revelación te lleva hacia arriba, a salir. Y ese es el objetivo del disco. Ahora es el momento de despertar y de mirarse a uno mismo y ser consciente de cómo vivimos los minutos que tenemos en la tierra, qué hacemos con ese tiempo que tenemos.

¿Crees que ese tipo de razonamiento está ligado a todo lo que hemos vivido con la pandemia? El hecho de que mucha gente se plantee cambiar de trabajo, de lugar de residencia, etcétera…
Creo que no podemos cambiar la sociedad sin cambiarnos a nosotros mismos, como individuos, primero. Mucha gente está de acuerdo en que trabajamos demasiado y disfrutamos demasiado poco. Esta es la revelación. Y también la injusticia. Hay muchísima injusticia en esta vida, donde unas pocas empresas están acumulando toda la riqueza; riqueza que debería pertenecer a la gente. Eh, y yo no creo que todo debería ser gratis ni mucho menos. Pero si más justo. Cuanto más estemos informados, cuanto más educados estemos, menos nos podrán timar o haremos menos caso a la desinformación que circula por ahí, como lo de las antenas 5G. Tenemos que caminar juntos para evitar todas esas mentiras. No intentemos hacerlo desde una revolución, no queremos forzar a nadie a pensar o hacer lo que nosotros hacemos o pensamos. Yo solo escribo canciones que creo que demuestran todo esto que digo.

"Nosotros creemos que la gente que es tan políticamente correcta es sospechosa"

Existe ese debate sobre si los artistas deberían o no implicarse en ciertos aspectos de la vida social. Al final, es casi una paradoja si pensamos por ejemplo en el rock, que es un género que te anima a pensar por ti mismo, a cuestionarlo todo, a ser libre. Pero después existen bandas que utilizan los escenarios como altavoz, más allá de la música. ¿Deben los artistas implicarse?
Nosotros creemos que la gente que es tan políticamente correcta es sospechosa. Pero esta es una buena pregunta, porque a mí mismo no me gustan las bandas que son muy políticas, pero tampoco los artistas que no dicen nada. Es una cuestión de equilibrio. Tienes que creer en algo; tienes que luchar por algo. Y además, el mundo está demasiado preparado para dejar de creer, para no pensar en nada.

Está claro que hablas de ciertos temas que son de especial interés hoy en día, como el derecho a un sueldo digno, etcétera… Y aunque el disco apenas ha sido publicado ya, ¿estáis pensando ya en todos esos temas que se quedaron sin ser tratados? ¿En todo lo que queda por escribir?
Para nosotros, musicalmente sí. Porque en el próximo disco me gustaría hacer canciones para juntarse (“gathering songs”). Como lo que hacía Bob Marley [empieza a cantar “Three Little Birds”]. Esa es una canción en la que todos se encuentran en un mismo espacio. Quiero hacer ese tipo de canciones, porque no creo en la política, ya que ésta suele seguir la idea de divide y vencerás. Si miramos más allá de ella, encontraremos una solución mejor. Mira la canción de “Black Or White” de Michael Jackson, es brutal.

Tú podrías pasar como uno de nosotros, que la última vez que te vimos en el escenario, este verano en MoboFest en Mallorca, casi te desnudas si nos despistamos.
¡Ya! ¡Estoy atrapado en este maldito país [Noruega]! Me encanta tocar en España o hacerlo en lugares como México, porque la gente me quiere por como soy. Aquí en cambio, tengo que portarme mejor. La gente latina tiene una vibra más relajada. A ver, que también me desnudo si toca hacerlo en casa, ¿eh? Al final tienes que darle a la gente lo que ha venido a ver, ¡que han pagado su entrada! [risas].

Ya lo hemos apuntado antes, pero en este disco hay mucha más variedad en quién canta los temas. Hemos visto a tu hermano hacerlo en un par, pero también se han estrenado otros miembros del grupo. ¿Cómo lo habéis vivido?
Es importante para el grupo y además, es mejor para nosotros y los fans que haya algo de variedad. La canción “Wage Slave” la trajo Sebastian, nuestro teclista y me dejó super impresionado porque era la primera que hacía y luego la producimos juntos y fue super divertido. O Sti, Mamba Negra, que ya había cantado antes pero hacía tiempo que no lo hacía. Al final, ellos me dejan un espacio para que yo haga lo mío y me comporte como un crío y es importante compartir ese espacio; trabajar para ellos y que sus canciones sean lo mejor posible.

Sti Cobra, Wild Nature, Pish... hace tiempo que no escuchamos nada de vuestros proyectos paralelos, lo cual era una buena vía de escape para el ego más creativo.
Pish tiene un montón de canciones y probablemente las oigáis en un futuro próximo. Yo tengo el sueño de hacer más canciones, pero es tan divertido hacerlo con Kakk y nos lo curramos tanto, que yo, por mi parte, reservo todo lo mejor que me viene para la banda. Sigo sintiendo que la banda es lo más importante. Y además me encanta pinchar. Y soy un DJ bastante bueno. No te rías, que la gente aquí lo sabe. Como no lo saben en España, te toca a ti hacer correr el boca a oreja [risas]. Di que es muchísimo más barato que contratar a Kakkmaddafakka y me encanta. Igual intento hacer algo más housero. Y después tienes la otra parte de mi que está enamorada del jazz. Es mi primer amor. Vengo de una familia de músicos, así que crecí en una casa llena de música acústica, clásica… Tengo mucha energía, aunque me canso mucho también, pero estoy bendecido por dios, quien me ha dado toda esta chispa y las ganas por hacer cosas. Así que es fantástico. Incluso haciendo entrevistas, es genial, porque como nos vamos viendo cada ciertos años, revisitamos cosas de la última vez que hablamos, donde estamos ahora… ¡Es como ir al psicólogo! Estar hablando así hace que eche mucho de menos España. Queríamos comprar una casa en Mallorca, porque es ideal para nosotros y encima hay vuelos directos. Yo tendría una casa y gallinas, es un sueño. Una granja en Mallorca. Aunque ahora nos hemos comprado una casa en Italia, donde vamos a grabar un disco. Pero tienes gallinas, no tienes que trabajar tanto, porque ya tienes huevos gratis.

Agenda de conciertos:

20.00h Desde 25€
20.00h Desde 25
20.00h Desde 25€

Marta Terrasa

Lo siento, debes estar para publicar un comentario.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.