Raíces africanas, rock, funk, y un puñado de almas batalladoras e incendiarias como la de su cabecilla, Jupiter Bokondji. Con él hemos hablado.
Antes de nada, ¿cómo os ha tratado el verano? Para algunos ha sido un calvario –por los calores sobre todo–, pero para otros una bendición, a nivel de festivales por ejemplo se regresó completamente a la normalidad ¿cual es vuestro caso?
El verano está resultando de lo más excitante. Muy intenso. Andamos de viaje prácticamente todos los días. Por ejemplo, hace unos días volábamos desde Europa a Coachella, luego visitamos México, también Brasil... para acabar de nuevo aquí, en Europa. Más loco aún. Hicimos un total de treinta y dos conciertos en siete semanas por los Estados Unidos. Lo pasamos muy bien en el local de Nueva Orleans y en un festival increíble que tuvo lugar en Newport. Acabamos de regresar ahora de Japón para volver a sumar algunos shows por Europa. Cuando esto ocurra, será el final de este agitado y caluroso verano. A tope de viajes y actuaciones en las que hemos sufrido prácticamente siempre temperaturas entre los 30ºC y los 40ºC. No importaba donde, ¡en todos sitios! El sol nos da empuje y casi siempre es algo bueno pues no somos muy amigos del frío, pero te aseguro que cuando bailas sin parar durante una hora no es sencillo que el público te siga el ritmo con esos 40ºC. Sea como sea, la gente se ha comportado de sobresaliente ya fuese a tantos grados o bajo la lluvia ¡bailaron, y son lo más!
"El espectáculo que estamos presentando en estos momentos es una mezcla de los tres álbumes, también incluimos canciones que son nuevas, aún no publicadas"
¿Nos acercáis un poco más a cómo vivisteis o qué pensáis de eventos como el Coachella o el de Newport? ¿Japón os quiere?
Coachella es fantástico por el line up de artistas que tocan allí, da también una exposición estupenda. Pero reconozco que al ser un festival tan inmenso se pierde un poco el factor humano. Disfrutamos a tope en el de Newport. No hay tanta masificación de personas, pero todo el público es magnífico, muy entregado. Y no cualquier tipo de gente, sino verdaderos melómanos. Japón es también algo muy chulo, es toda una experiencia cultural. Ha sido nuestra segunda vez tocando allí. Los japoneses siempre nos han resultado muy agradecidos y educados. Es todo un puntazo este contraste cultural después de, sobre todo, girar por los Estados Unidos.
Y pronto, muy pronto, este viernes 8 de septiembre os vamos a tener bien cerca actuando: en el Festival Altaveu 2023. ¿Qué podemos esperar de este espectáculo?
Estamos muy contentos de poder actuar en este festival, ya que no solemos prodigarnos mucho por España, y queremos, entre otras cosas, mejorar nuestro español [risas]. Tenemos varios amigos por allí que ya lo han confirmado, se apuntan y vendrán a vernos tocar.
¿Es vuestro último álbum “Na Kozonga” la base principal en la que se cimienta vuestro actual directo?
El espectáculo que estamos presentando en estos momentos es una mezcla de los tres álbumes, también incluimos canciones que son nuevas, aún no publicadas, se prevé de hecho que salgan en nuestro próximo disco. “Na Kozonga” se lanzó durante la pandemia, y esta gira actual es consecuencia de aquel disco, ahora que finalmente sí se ha podido retomar el ritmo normal. Pero como pensamos que nuestro directo tiene que ser una fiesta en toda regla, donde la energía fluya por todos lados, hemos decidido fusionar nuestros tres álbumes favoritos.
Uno de los temas más exitosos de ese último trabajo discográfico es el que precisamente presta su título al disco. Una canción trilingüe en la que se fusionan ritmos tradicionales congoleños con rock y funk, ¿cómo nació la idea de atreveros con un sencillo ultra-famoso en su día a través de Boney M, basado a su vez en un original de los alemanes Hallo Bimmelbahn?
Tras una conferencia de Michelle Obama nos fuimos a tomar unas copas junto a nuestro manager François Gouverneur. Él me preguntó qué melodía tenía grabada en mi mente de cuando era un chaval y me pasaba horas escuchando la radio en Berlín. Y le comencé a tararear ese tema el cual como apuntas, la versión de Boney M, ya era un cover de una banda alemana. La letra de la canción trata sobre un viaje, eso me gustaba también, luego le dimos un doble sentido ya que “Na Kozonga” significa “regreso a casa” pero también a las raíces. De un modo muy trascendental. Para mí es como si fuese la muerte del mundo infinito. Tal cual. La gente siempre pidió que hiciéramos un cover y eso hicimos al final, pero intentando darle una vuelta de tuerca y por supuesto adaptándolo a nuestro particular estilo. La conexión que logramos con esta canción es total.
Dos años después, y ahora con tanto directo, ¿cómo ha evolucionado la canción cuando la tocáis en vivo?
En directo tocamos a todo trapo, ¡más rápido! ¡No nos gusta que se apalanque!
Desde el Congo y para el mundo entero. Más recientemente han salido a la luz “Brazil Is My Land”, “Mexico is My Land”… ¿Cuál es el propósito principal, más bien concepto, detrás de esta serie de EP y tendremos en el futuro un capítulo “Spain is My Land”?
Así es, arrancamos con esta serie de EP de remezclas ya que varios productores nos han estado remezclando desde hace un tiempo. Me gusta eso. El primero fue nada menos que Robert Del Naja, 3D de Massive Attack. Se pilló “Congo”, y lo bordó (está en la “Battle Box Series Vol. 02”). Hemos querido continuar con este delirio que son los remixes, demuestra además que nuestro sonido no entiende de fronteras. También está muy bien compartir nuestra música con la escena más electrónica, ya que como banda somos siempre más acústicos y rockeros. Amamos que nos transformen. Para una edición en España vamos a necesitar tirar de más amigos y productores que se las trabajen. Esperamos de verdad que pueda hacerse algún día.
La diversidad cultural enriquece y nunca debería suponer un obstáculo ¿lo ves de este modo? ¿Cómo prefieres absorber o empatizar con otras músicas y culturas?
La diversidad cultural es siempre lo más importante. Imagínate a todo un planeta postrado a un solo ritmo, a un único idioma o una única comida ¡eso sería terrible! Siempre empatizamos porque es en esa diversidad donde normalmente hallamos el puente a cualquier otra cosa o lugar. Incluso las raíces, los acentos al hablar pueden ir cambiando con el tiempo pero el alma siempre está ahí, y la podemos ir conectando con otros e incluso porqué no, mantener nuestras propias diferencias.
Por último, Jupiter, eres una persona diligente, honrada y preocupada –maestro, de padre diplomático, conocedor del lado oscuro de tu patria pero también de Europa (Alemania), etcétera- tanto en lo social como en lo cultural. ¿Qué es lo que más te preocupa en este momento? ¿De algún modo aportas soluciones?
Es muy complicado aportar una solución a tanta injusticia social. Yo, que soy cantante, mi intención es que la gente abra los ojos pero para que celebre la vida. Claro, puedo hablar sobre injusticias y problemas sociales que yo mismo he experimentado a lo largo de mi vida, o cerca de mi. Realmente no entiendo, por ejemplo, como en la barbarie de un conflicto bélico se envíe a chicos jóvenes a realizar atrocidades por “su” país. Todos desapareceremos al final, y ese país, esa tierra, quedará siempre ahí ¿Por qué matarnos antes por algo así cuando podemos vivir en paz? Una injusticia social que me trae de calle es la manera en la que conviven en un mismo planeta gente asquerosamente rica con otra extremadamente pobre. Esto, y las guerras, son esas cosas que jamás voy a ser capaz de comprender.
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