¿Qué tal estáis? ¿Qué tal ha ido la entrevista en la radio?
Zahara: Hemos estado ya un par de días con la presentación. Estuvimos en Madrid en una firma.
¿Como está siendo el primer día de estreno?
Zahara: Fantástico
Martí Perearnau: Ayer fue increíble lo de la firma. Yo no estoy acostumbrado a firmar discos. Estuvimos tres horas y media firmando.
Z: Esta tarde firmamos aquí, en Barcelona.
¿Cómo os sentís al ser entrevistados?
M: Lo llevamos muy bien. Yo me siento muy afortunado de poder de poder hablar de la música que hacemos y de contar nuestra historia. La verdad que me siento afortunado y agradecido.
Z: Es muy bonito que nos permitan volver al disco de esta manera: con la visión del otro, de lo que se ha interpretado. Ver qué cosas que para nosotros estaban muy claras, de verdad han sido así y se han interpretado bien… Otras preguntas que se han abierto que estaban ahí y no nos habíamos dado cuenta. Hemos descubierto cosas del disco en las propias entrevistas, también porqué tenemos muy mala memoria, yo a veces, narrativamente, mejor que él, pero aún así mezclamos cosas y acabamos un poco confusos. Volvemos otra vez a los viajes, a la vida que vivimos cuando escribíamos BCN _747 y nos está gustando mucho.
M: Sí, a mí me resulta de ayuda para asentar el disco que has hecho y darte cuenta del trabajo que has hecho. Para pasar página. Me da la sensación que ayuda mucho ponerlo en Spotify y verlo allí en las plataformas y decir: ‘Esto ya no es nuestro, ya esta allí, es del mundo’. Y esto pasa con las entrevistas también: ‘Ahora ya lo explico y en mi cabeza se asienta lo que he hecho, me sirve para seguir avanzando y para fantasear sobre cómo será lo que vendrá’.
"No hay simplemente contemplación, sino que queríamos contar una historia y por eso también la hemos ilustrado de todas las maneras posibles"
Supongo que para que el público entienda a más profundidad el trabajo, también.
M: Eso también. No lo había pensado (ríe).
Z: Sí, porqué además en este disco hay muchos por qué y motivos que nos llevan a hablar de las cosas que hablamos. No hay simplemente contemplación, sino que queríamos contar una historia y por eso también la hemos ilustrado de todas las maneras posibles: en nuestro Instagram con esos capítulos postapocalípticos, en el disco, quien lo tenga, y en el vinilo con el fotobook en el que vienen muchas imágenes de los sitios a los que hemos ido que han inspirado las canciones y que están en Youtube y que llegarán a Instagram. También habrá videos de cada una de las canciones formados con los propios viajes, pues son todo videos caseros, en el sentido de los videos que se hacían antes, cuando nuestros padres viajaban con una VHS y luego se sentaban a verlo.
Los míos lo siguen haciendo
Z: Claro, lo bueno es que lo hemos comprimido en lo que dura la canción y no te obligamos a sentarte en el sofá a verlo (Ríen). Pero, si quieres ahondar y entender más cada una de las canciones, intentamos proporcionar…
M: Toda la información posible (Ríen).
Z: Y sobre todo que puedan entrar en este universo que hemos creado.
¿De dónde surge _BCN747?
Z: ¿Digo yo? (Ríen ambos)
M: Sí, empieza tú porque me resulta difícil y largo responder
Z: Primero, que ya hicimos _BCN626. Allí todo sucede en una sola habitación. Es un disco muy intimo y esa intimidad es muy concreta. Esta ubicada en una habitación y, aunque narrativamente pueda hablar muchas cosas, siempre volvemos a esa habitación. Y aquí, nos ha gustado mantener esa intimidad y creemos, de hecho, que en según que aspectos está más desnudo, este álbum, pero lo hemos llevado por el mundo. Hemos querido salir de una habitación y viajar. Había una intención de contar estos viajes, primero porqué surgió por casualidad en las primeras canciones (Santiago de Chile y Londres), _SCLHR. El caso es que Chile fue uno de los últimos viajes que hicimos y nos impactó muchísimo ver como estaba el país en llamas. Además, el primer viaje que hicimos fue en plena pandemia cuando, en España, las restricciones eran severas aún y en Londres estábamos en una rave con 5000 personas. Todo esto nos impactó tanto que cuando vimos que estábamos viajando tanto a Londres y que esta ciudad formaba parte del disco, pensamos que el álbum se iba a llamar _LHR410. Pero no queríamos problemas con la habitación ¿roja? (Ríen). Además, en ese entonces, teníamos por delante toda la gira en México, bueno gira… fueron dos conciertos, pero… (Ríe) teníamos la oportunidad de tocar en México y aprovechamos y nos fuimos a visitar Estados Unidos. Fue emocionante ver esos viajes que teníamos como oportunidades para hacer canciones y nos gustó invitar a la gente a que nos acompañara en estos viajes.
M: Sí, también yo me estoy dando cuenta de que quizás ha sido nuestra manera de volver a la vida. Te encierran en casa con todo el drama que eso trajo. Tuvimos la oportunidad de poder actuar, aunque el público tenía que estar sentado y con mascarillas. Y creo que quizás, incluso nosotros mismos, nos fuimos poniendo estas aventuras como para volver a la vida y ver que había allí fuera, a la vez que eso iba de la mano de descubrir nuestra propia manera de vivir la música electrónica y techno, meternos en raves y tener nuestras propias aventuras. Volver a nutrirnos de ese plancton en el océano de la música que necesitamos para hacer canciones. Tú, supongo, que después de hacer ese disco como “Puta” que no debió ser fácil…
Z: Para nada (Ríen)
M: De sacar todas tus cosas fuera y, de repente, volver a tener esos nutrientes adecuados para volver a hacer canciones… No fue algo premeditado, pero…
Z: No, pero había una premeditación en viajar y que esos viajes hicieran las canciones, pero no sabíamos que nos iba a pasar. Había una parte muy naif… un impulso muy naif en viajar y contar eso… lo que nos devolvió el disco fue una visión de la realidad y de nosotros mismos que no nos esperábamos. Así que, mientras viajábamos descubríamos sobre nosotros como especie, como civilización, como humanos…
M: Como nosotros mismos que también formamos parte de este sistema
De hecho, _BCN747 es un álbum introspectivo para después irse al mundo y acaba posicionando al individuo como alguien más, sin que sea alguien especial
Z: Claro. En una parte de la composición de este disco nos cabreamos con el universo, con todo el mundo… (ríen) Os odiamos a todos. Creo que eso es algo que salió postpandemia, de haber estado tan aislado y tener que volver a relacionarte… tienes ganas, pero los odias a todos (Ríen). No es un odio real, pero sí que nos llevó a un cabreo y a una visión crítica con todo que al principio era… desde un lugar lejano, como si nosotros no perteneciéramos a lo que estábamos criticando. Y sucedió el giro de manera natural, componiendo y produciendo las canciones, que nos íbamos dando cuenta de que todo lo que criticábamos era lo que nosotros éramos. Hubo una frase que nos marcó mucho, cuando hicimos la promo en México, que nos la dijo un chico que era de Barcelona, pero llevaba mucho tiempo viviendo allí y decía: “Claro, aquí han venido muchos españoles a decirles mirad un espejo”. Como si no lo supieran. Esa supremacía, ese eurocentrismo… nos dimos cuenta estando allí que es repugnante… que falsa superioridad, que mal estructurado está y que poca empatía, conocimiento y respeto.
En el disco decís, creo que la cantas tú sola, “Lo que nos merecemos es la aniquilación”
(Ríen)
Z: ¡No no! Lo que pasa es que la canta tan agudo (ríe) que parece… (ríe) que los dos soy yo
¡Vaya! ¡Perdón!
Z y M (entre risas): ¡No que va! ¡Es fantástico!
M: ¡Era lo que queríamos!
Z: De hecho, en la canción yo estoy un poco en mi límite
"Es muy sano para nosotros tener este proyecto porqué es una manera de dejar ir un poco la autoconsciencia y el ego maximalista que tenemos los artistas"
De hecho, y siguiendo con este tema… ¿Cómo habéis logrado empastar vuestras voces tan bien? Lograrlo es muy difícil.
M: Creo que hay una cuestión frecuencial en la que funcionamos bien. Además, llevamos años tocando en directo. De hecho, es por esto que nos conocemos. Yo era el que llevaba la voz cantante de los coros cuando tú eres la cantante. Vamos, que llevamos tiempo haciendo eso en directo. Una vez lo haces en directo, te das cuenta donde tienes que posicionar tu voz para acompañarla a ella y que salga de manera muy natural. También conocemos muy bien nuestro sitio. Luego ya está la otra cosa: a la hora de grabarnos ella es la ingeniera de mis voces y yo el de las suyas. Hacemos el proceso de grabación, pone el previo, los ecualizadores, los compresores…
Z: Eso es un momento de confianza precioso, tanto en el otro como en uno mismo que le brinda, también, la oportunidad a la otra persona. Esto no lo había hecho nunca…
M: Llegamos a la conclusión que nos cansábamos más siendo el que está detrás de los mandos que el que está cantando en ese momento.
Z: Sí, estábamos muy concentrados. Yo le escuchaba cantar a él de una manera muchísimo más consciente, analizando y sintiendo que si a lo mejor hubiese un ingeniero de por medio grabándolo y haciéndole tomas. Yo tenia que estar allí con él y él conmigo. Nos unió mucho más.
M: Eso hace que se genere el empaste, seguro.
Z: Eso y que también, por ejemplo, que había mi frase favorita de todo el disco, que está en _la biblioteca nacional - “Tiene miedo cuando ondean las banderas” – cuando esa frase se compone, yo me la imaginaba por mi… (ríen) porqué me encantaba, es mi frase favorita del disco. Siempre que llegaba ese momento, yo me imaginaba con mi bandera (ríe)… me muero (ríe)… pero cada vez que la cantaba me quedaba fatal, fatal, fatal… horrible… Y Martí me consolaba diciéndome que estaba bien, pero no, estaba fatal… No la estaba cantando bien… De repente él la cantó y dije… (ríen todos) madre mía, si es que esto es muy fácil…
M: También es que somos muy desprendidos con eso y sabemos que esto es al 50% y que hay que diluir el ego de cada uno a la hora de hacer esas canciones. Creo que esto es muy beneficioso para que salga nuestra música de la forma que lo hace. Es muy sano para nosotros tener este proyecto porqué es una manera de dejar ir un poco la autoconsciencia y el ego maximalista que tenemos los artistas. Aquí nos viene muy bien, porqué lo diluimos con el del otro en este ente que se llama _Juno que tiene dos cerebros, cuatro brazos y piernas…
Z: Y dos culos (ríen)
M: Y dos culos, sí (ríe)
Z: Perdón
Que va, no te preocupes
(Ríen ambos)
Hablando sobre lo de la ingeniería y la masterización… ¿Es por esto que es un disco más minimalista?
M: ¡Sí! Esto si que es totalmente consciente y es algo que queríamos hacer. El hecho de no hacer capas… si el elemento principal de la canción era el piano, intentar que todo viniera de ese piano. Que no hubiera tantos efectos. De hecho, en _Anikillación, que el otro día lo estuvimos mirando, tiene bombo, clap, bajo, piano y voz. Es esto, pensar en hacer las canciones con cinco o seis elementos. Eso hace que la música tenga mucho más espacio y que si quieres hacer procesos de efectos y tal, que todos nazcan de un elemento principal, en vez de sumar capas por sumar capas, como hemos hecho en el pasado. Eso era algo que no queríamos volver a hacer.
El minimalismo está cogiendo fuerza
Z: Y es muy difícil.
M: Sí que lo es.
Z: Es muy difícil de hacer, pero nos encanta. Lo admiramos profundamente.
M: Somos fans del “minimal techno” de Richie Hawtin que es de las cosas que más nos fascinan de la vida y yo cuando escucho sus discos no doy crédito de lo bonitos que son y la escasez de elementos que tiene. Me parece lo más difícil de hacer.
Z: Bueno, en el Pop también. Nos fascina quizá también porqué, como decía Martí, venimos de la generación multi-capa en los discos.
M: Generación lasaña (ríen).
Z: Si, podríamos llamarlo así. Parecía que para producir una canción tenias que llenarla de todos los instrumentos que tuvieras a mano y que para darle cohesión a un álbum estos instrumentos se tenían que repetir constantemente y estar hasta el final. Además de estar todo doblado. Llega un momento que empiezas a diseccionar los discos que te gustan y piensas que son muy audaces. Como por ejemplo Rosalía que grabó una orquesta, no le cuadra y la quita.
La pone solo en un trocito.
Z: Pero es producción, eso es osadía e ir más allá. No tengo que dejar las cosas porqué las tengo, voy a dejar las que me funcionan. Y hemos intentado hacerlo nosotros también. Nos costó mucho esto con "_Anikillación".
M: Este minimalismo lo tenemos como algo a que aspirar.
Aunque la producción es minimalista, si se nota una evolución desde _BCN626. En los coros sobre todo.
M: Exacto.
Pero luego hay canciones como "_LHR410" que dices… ¿Esa producción de dónde sale?
(Ríen)
Z: Si, esa es la primera canción en la que empezamos a trabajar y no sabíamos si quiera si entraría en el álbum. Fue en prepandemia, en verano de 2019, fuimos de vacaciones con una Gibson que me acababa de comprar. Hice el arpegio, lo grabamos allí, tu grabaste un arreglo… La cosa se quedó allí. La evolucionamos un día que quedamos, pero luego nos olvidamos completamente. Pero, la recuperamos cuando en septiembre de 2022 decidimos abrir a ver lo que teníamos y empezamos a desarrollarla lentamente.
M: Sí pero todo es de tu guitarra. De un elemento, sale todo.
Z: De hecho, lo que pasa al final, que está este beat superloco…
"Aprendemos de nuestros errores. ¿Lo habría podido hacer mejor? Creo que no, porque necesitaba equivocarme y aprender"
Que acaba de forma muy seca
Ambos: ¡Sí!
Z: Este beat suena encima de la guitarra multiplicada por cuatro su velocidad. Osea, la velocidad en que la grabé la subí tanto de velocidad que acabó habiendo ese sonido tan particular.
M: Todo es como coger un elemento, que era la guitarra que tenia ella y sus arpegios de la grulla del infierno… (ríen) y la parte A, B y C sale manipular este elemento hasta que no reconocerlo y hasta que genere cosas nuevas, en lugar de hacer capas.
¿Y cómo es este proceso? ¿Cómo decidís que poner?
Z: Es muy instintivo. Yo creo que surge porqué no tenemos ni pudor ni, que se entienda bien, ningún tipo de respeto en el momento, a lo que estamos haciendo. Para mi la clave es pensar que estás haciendo música, pero nunca es una canción o un disco. No es nada importante. A veces piensas en la canción como algo que va a permanecer y allí empiezan los fantasmas a nublarte el juicio. Aquí nunca está esto, estamos jugando. Nos lo tomamos como un laboratorio de ideas donde todo es posible y podemos experimentar. Si algo no nos gusta, se descarta. Si nos mola en el momento, se deja a ver que pasa… Se procesa mucho, se deja macerar.
M: Ahora, también, es que, en 2023, como llevamos tantos años teniendo ordenadores y máquinas que para nosotros es igual que un piano… Cuando tenemos elementos metidos así en el Ableton lo natural es tocar el ordenador como si fuera un instrumento. Por eso no hay ningún respeto. ¡Que pasen cosas!
Y eso es muy _Juno. Alejarse de las pretensiones y exigencias de la industria musical y las discográficas. Voy a hacer canciones para hacer música, no por vender.
Ambos: Si.
Z: Es que por suerte no necesitamos nada de esto. De vender, digamos, con _Juno. Porqué ya lo necesito con Zahara. Al final Zahara es mi proyecto donde lo vuelco todo, donde, aunque es muy libre con las letras y puedo hacer un disco como “Puta”, si que tengo una estructura, una visión…
Unas fechas supongo
Z: Claro, aunque me las pongo yo porqué soy mi propio sello. Pero si que quiero… compartirlo y tener una estrategia de marketing quizá más pensada, más larga, más procesada… y aunque buscamos siempre ser originales, al final siempre hay unas presiones de la industria a las que una debe doblegarse, y no pasa nada. Pero en _Juno decimos: “Vamos a ser felices, vamos a hacer la canción como la sentimos… si al final no la escuchan, no pasa nada porqué nos gusta”
M: Es nuestro reducto de libertad
Z: Ojalá nos escuchen desde el amor, pero sino no pasa nada.
Yo, personalmente, siento a _Juno como una especie de diario personal. Algo para vosotros, para desahogaros.
M: Si, nace de un sitio de desahogarnos nosotros de hacernos bien y de jugar. En inglés, “to play” es tanto tocar como jugar. Nosotros nos lo tomamos así. Es nuestro sitio. El diario, en este caso, rotundamente. Al final _BCN747 es el diario de nuestros viajes. Esto paso tal día… _Steffen Berkhahn es un día concreto que fuimos al Brunch In The Park de Madrid… Cada canción tiene una historia de un día o momentos concretos.
Z: Sí, decía una amiga nuestra que había casi más intimidad en este disco que en el otro. En el otro teníamos la metáfora de mirar por la mirilla de una habitación de hotel, y para ella este nuevo disco se siente “como haber abierto el diario a mi hermana mayor y de tenerlo que cerrar por el a ver qué voy a encontrar”. De hecho, las fotos están en el limite de lo que se puede mostrar, de lo que censuraría Instagram. Precisamente, esto es lo que nos gusta, que son fotos que mientras viajábamos nunca mostrábamos. Por ejemplo, la de San Francisco, la clásica de la cuesta que es super típica y mainstream fue la que mostramos, mientras nos guardábamos todas las dos mil fotos (ríe) que hicimos en nuestro viaje. Y ser explícitos, mostrar esta intimidad en el disco… el hacerlo con el álbum (no se si tu te lo has planteado) me da esa protección del “es una obra artística” … puede ser peor, mejor, más bonita o más fea, pero está en un contexto artístico, no está en mi Instagram personal donde me hago un selfie… Que casi no me hago selfies en Instagram, pero, en contraste, el disco esta lleno de selfies o de fotos que nos hacemos mutuamente y, sin embargo, me parece que tienen un valor distinto y cuentan una historia que a lo mejor se hubiese quedado diluida si lo hubiese contado en otra plataforma. El disco nos protege. Mientras lo hacemos no pensamos en que estamos haciendo un disco, pero una vez que esta terminado sabemos que nos hemos sentido libres.
M: Totalmente de acuerdo contigo.
Además, habéis utilizado los viajes como metáfora. _BCN626 ocurría en la habitación de un hotel y eso colindaba con el confinamiento. Ahora, con _BCN747, salís al mundo. Ya no hay confinamiento. Es la postpandemia.
Z: Si, nos gusta mucho eso.
M: Si, lo cuidamos a saco y va en paralelo el hecho de ir haciendo las canciones con ir asentando el concepto del álbum. Es como si las canciones te fueran hablando a medida que las vas terminando. Te van contando su historia y de repente tiene que ser con nuestras fotos, tenemos que salir nosotros… hasta que llega el punto de que tenemos que mezclarlo nosotros porque ya que el álbum es un “ego trip” debemos ser nosotros los mezcladores del álbum, aunque no lo seamos, sea la primera vez que lo hacemos y suene un poco peor que si lo hace alguien profesional, pero si lo hacemos nosotros sabemos que va a sonar muye personal y completamente a nosotros.
Z: Y con las fotos pasa lo mismo. Tenemos a una fotógrafa genial, que se llama Noemi Elias Bascuñana, con la que yo siempre trabajo, pero aquí apostamos por nuestras propias fotos para darle más veracidad a la historia que estamos contando y más personalidad. De hecho, viendo las fotos, no nos habíamos dado cuenta porque son analógicas, mandas los carretes a revelar y ya te llegarán, nos dimos cuenta que casi todas eran yo haciéndole fotos a él (Ríe). Eso no estaba planificado porque no había un fotógrafo en el viaje, sino que éramos nuestros propios retratistas. Y eso es fantástico, es más coherente con lo que estamos contando, pero sí que no había esa intención tan egocéntrica en las fotos, sino que nos lo revelo la foto al desvelarse… que estábamos hasta arriba de nosotros mismos (Ríen).
"Pretendemos que en el directo las salas y sitios donde tocamos se conviertan en nuestros particulares Limbos, invitar a la gente a que se muera un poco con nosotros y a que se dejen llevar por ese viaje musical"
Los buenos proyectos artísticos, y viendo la historia del arte, son los que salen de dentro, los que no se planifican.
Z: Que bonito. Yo creo que si y lo siento así. Si tu pones el corazón allí el proceso se nutre de eso.
Al final el arte es eso ¿no? Crear por necesidad, como una especie de segunda respiración. Al final cuando haces arte es como lanzarte al abismo sin paracaídas. Como Van Gogh o Oscar Wilde, que hicieron arte toda su vida y murieron como mendicantes…
Z: Vamos a acabar mendigos (Reímos).
¡No, no! No lo decía por eso. Lo decía por qué al final las obras que hicieron ellos, que las hicieron desde el corazón, han acabado sentando las bases de lo que ahora se hace. Escuchándoos, me ha venido este paralelismo a la mente.
Z: Dios que bonito, muchas gracias.
M: Que bonito eso.
Z: No sé si podemos aspirar a tanto.
M: No, eso son palabras mayores.
Z: Pero que nuestra música está hecha desde el corazón, eso seguro. Y en lo de ser mendigos también (Ríen).
M: Muchas veces si que lo hablamos. Esto que hacemos lo siento como jugarse la vida. Aunque llevo toda la vida jugándomela con la música, porqué nunca sabes lo que va a pasar. Así que lo mejor es hacerlo jugándotela toda y hacer algo que te haga feliz.
Z: Sí. Además así es como aprendes. Si intentas hacer algo porqué quieres copiar a otra persona, porqué quieres copiar un proceso, porqué quieres aspirar a ser algo y sale mal, no hay ningún aprendizaje allí. Porqué estas copiando una cosa y no sabes que es lo que ha fallado. Sin embargo, si tu pones todo lo tuyo y eso falla, es guay porqué sabes donde has acertado y fallado. Tú te llevas un aprendizaje de ello. No tienes que tener miedo a nada, porqué ahora los artistas están siendo valientes y rompen con lo establecido. Si haces todo esto siguiendo las opiniones y criterios ajenos a ti, ya te garantizo yo, bajo mi propia experiencia con mi primer disco con Universal, que los errores de los demás tú no aprendes. De los de uno mismo, todo el rato, para bien o para mal. Y, también, por eso arriesgarnos con la mezcla. Aprendemos de nuestros errores. ¿Lo habría podido hacer mejor? Creo que no, porque necesitaba equivocarme y aprender. Los errores y aciertos de este disco son nuestros y de ellos aprenderemos.
M: Totalmente.
Qué bonito eso también.
M: La verdad que sí.
Queda poquito tiempo de entrevista, así que aprovecho para preguntaros si queréis decir algo sobre _Juno o sobre el disco.
Z: ¡Pues que tocaremos aquí en Barcelona!
¡Es verdad! ¿Tenéis ganas?
Z: ¡Muchísimas! Ahora estamos montando las canciones y yo me enamoro de ellas otra vez.
M: Yo igual. Hemos empezado a montar el directo antes de que el álbum estuviera terminado. Montamos el grupo con Ezequiel Gómez que nos está ayudando con el show. Él es el de “Somos Luz” de aquí Barcelona. Montamos el grupo de Whatsapp en el que hablamos de nuestro limbo, que el Limbo aparece en el disco. “Nuestro Limbo, morimos a las 7:47 de la mañana” porqué era una sesión de Dixon, un DJ increíble. Pretendemos que en el directo las salas y sitios donde tocamos se conviertan en nuestros particulares Limbos, invitar a la gente a que se muera un poco con nosotros y a que se dejen llevar por ese viaje musical. Tuvimos esa idea hace un año y la hemos ido desarrollando…
Z: Hemos ido soltándole ideas a Eze.
M: Llevamos trabajando en este show mucho tiempo, con las posibilidades que tenemos. Haremos una gira pequeña y no tocaremos en sitios grandes. Aunque, por ejemplo, aquí en Barcelona tocamos en el Auditori, un sitio espectacular. No dejan de ser sitios que favorecen esa introspección y ese viaje desde tu butaca o de pie, porqué habrán partes de fiestón.
Z: ¡Hombre y tanto! Además, nos dejamos mucho margen para crecer y para que la energía lo haga en nuestras canciones. En el disco hay esa intención. El directo nos da la oportunidad de desarrollarla, improvisar y extendernos lo que nos haga falta. De hecho, ya están ocurriendo unas Jams en los ensayos que son brutales. (Ríen).
Encima el Auditori es un sitio muy guay, con muy buena resonancia.
M: Sí. Nosotros tocaremos en la 2, en la pequeña.
Z: Yo he estado allí y es fantástica.
M: Sí, sí. Es fantástica.
Z: Cuando vivía aquí en Barcelona fui varias veces. Para mi es un sueño tocar allí. Nos hace muchísima ilusión. Muy agradecidos a Mil.leni, que siempre nos apoya.
M: Siempre nos apoyan.
Z: Ojalá salga bien. Aunque también vamos un poco al límite. Va todo muy medido, pero tocado en el momento. Entonces, pueden ocurrir unas averías catastróficas de las que también aprenderemos. Si fallamos y se fastidian todas las maquinas, es porqué nuestro espectáculo esta vivo.
M: Aquí no hay trampas. Además, cantar este disco es muy difícil.
Z: Uy sí.
M: Nos hemos metido en unos fregados…
Z: Bueno, pero ya lo controlaremos y nos saldremos con la nuestra.
Alex Martínez Fernández
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