Con este primer single, centrado en la transformación de una pareja, Julieta inaugura además una nueva etapa como artista independiente de la mano de Altafonte. Hablamos con ella de su nuevo trabajo, de su llamativo debut como actriz o de la situación de la lucha feminista en México, pero también de quienes la recuerdan solo por los tiempos de “Limón y sal”.
Esta canción es tu regreso tras varios años, y además supone el inicio de una nueva etapa fuera de una multinacional. ¿Qué sientes al respecto?
Es un cambio de etapa en todos los sentidos, yo sentía ganas de empezar a trabajar con otro equipo desde hace mucho. Necesité pensar cómo quería llevar las cosas, cómo quería mostrarla. Tuve una linda experiencia con Sony, pero supongo que sentía la necesidad de llevar las cosas de una manera más personalizada, algo más representativo de lo que yo busco. En todas las etapas de mi vida ha sido importante no caer en la inercia de “Bueno, yo es que hago las cosas así”. Ha sido un gran aprendizaje, muy especial y muy distinto, también es la primera vez que me pongo a trabajar la parte de producción ejecutiva.
Alex Anwandter produce la canción, ¿pero también el resto del disco?
Sí, es el productor.
¿Qué te hizo decidirte por él?
Realmente somos amigos desde hace tiempo y siempre fui muy fan de su trabajo, nunca se me ocurrió llamarle como productor, no sé muy bien por qué, pero como tengo mucha confianza, con el confinamiento le iba mandando cosas, que en la cuarentena la verdad es que me dio por escribir mucho, aunque sin una idea de sacar material en mente, simplemente por sentarme a escribir. Necesitaba sentarme a escribir o me iba a volver loca... Hice como veinticinco canciones, se las pasé a Álex y le comenté “Necesito que me digas si aquí hay un disco, porque un día me encantan todas, otro día las odio, etcétera”. Y ya me dijo que le encantaría trabajarlas en un disco, y desde el primer día empezó a darme mucho feedback y a trabajar. Aún así tuvimos que hacerlo muy lentamente por todas las restricciones.
"Yo, como mujer, siento miedo. No puedo salir a la calle por la noche porque siento miedo"
Entiendo que de esas veinticinco canciones, no todas habrán pasado el corte...
¡Qué va! Quedaron once.
¿Y cuál fue el filtro para esas once? ¿Hay un concepto en que hayas querido englobarlas?
No diría que hay un concepto, pero sí es verdad que buscamos para el disco que estuvieran conectadas. Hay canciones de amor, desamor, amor filial y amistad, conexión de personas, hay también una canción sobre el miedo. Es sobre el miedo que tenemos las mujeres... Yo, como mujer, siento miedo. No puedo salir a la calle por la noche porque siento miedo.
Justo te iba a preguntar si tocabas temática social en los temas nuevos, porque una de tus mejores canciones a mi parecer es “Explosión”, que entra de lleno en ella. Veo que así es.
Sí... Hace dos años saqué una canción, “Mujeres”, que iba también sobre este tema. La escribí porque acá en México es muy reciente que las mujeres empiecen a marchar el Día de la Mujer. Me emocionó mucho ver las marchas, aunque hace tiempo que no vivo aquí de manera permanente, pero es mi tierra, y me encanta que esto empiece a suceder. Siento que el juntarnos y mirarnos en las marchas es una parte esencial de cómo se empieza a generar un cambio en la idea que tenemos de feminismo. Por desgracia, el feminismo, al menos a través de los medios, se convierte en una palabra con una carga distinta a la verdadera, distinta al goce de encontrarte con un montón de mujeres y saber lo que nos une, en lo que somos afines. Esa canción la vi porque me frustró ver cómo se reducía esa marcha a un incidente chiquitito, a vandalismo... Es una oportunidad perdida, porque al final de lo que estamos hablando, al menos aquí en México, es de la violencia tan tremenda contra las mujeres, y la despenalización del aborto. No me puedo creer que en vez de fijarte en lo estupendo que es que las mujeres estemos saliendo a la calle, centres tu atención en un incidente que lo ha habido aquí como lo hay en todos los lados. Es como tocar solamente la superficie para hablar del conflicto y del conflicto. También influye que se hace raro ver a la mujer enojada, ¿no? La mujer bonita, sumisa, callada... enojada si acaso en la cocina, pero ¿saliendo a la calle enojada? Eso no se puede comprender. Y oye, es muy importante generar ese cabreo, y para ello es esencial que las mujeres nos miremos a la cara... ¡y el goce! Las marchas tienen un componente muy divertido también.
El videoclip de “Mismo amor” está dirigido por Anita y Lola Piñero. ¿Concebisteis la idea para el videoclip entre las tres, o te vinieron ya ellas con la propuesta?
Sí. Con ellas había trabajado antes, en el vídeo de “Mujeres”. Somos súper amigas, son como mis sobrinitas. Trabajamos mucho juntas la idea, yo quería transmitir la tensión, que las escenas te generasen tensión del cuerpo, del “Quiero pero no puedo”. Queríamos simbolismo, no queríamos ser literales, queríamos jugar con metáforas, por eso está contada de esa manera.
“Mismo amor” vuelve a tener un componente electrónico muy marcado, como muchas canciones de “Algo sucede” y “Los momentos” y tus fans son de sobra conocedores de la presencia de otros sonidos en tu música. Pero no sé si te da la sensación de que el público general se quedó en la imagen de “Andar conmigo”, “Limón y sal”, etcétera.
Sí... Pero también se entiende. En esas canciones mi disquera era Sony, cada disco tenía una cantidad de promoción brutal, que es algo que para mí ya es distinto. Pero me parece natural. No te niego que antes sí era un poco “Ay, otra vez éstas...”, pero ya no. Ya son canciones que toco en mis shows muy feliz, acompañándolas con otras que considero que son más “yo” en este momento. También por eso sigo buscando mi público, a través de discos distintos, con éste de hecho mi apuesta va a ser muy distinta.
En cuanto a canciones que ya tienen su tiempo, me gusta mucho “El presente”. Es curioso porque, por esa letra, la canción podría haberse escrito en 2022, porque estamos en un momento muy complicado y con un futuro muy incierto, y quizás el amor hacia una pareja, un amigo o un familiar es lo único que nos puede dar esperanza.
Es que a mí me ha pasado eso con muchas canciones, también canciones que no son mías. Las escuchas en el contexto que nos ha tocado vivir y como que las escuchas distinto, ¿no? Yo creo que la incertidumbre de estos últimos dos años te conecta con otras canciones de otra manera. Es chistoso porque esa canción nunca ha sido percibida como que hable del planeta, y yo estoy hablando ahí del planeta, de que solo tenemos uno, que este momento es el que tenemos.
¿Qué nos puedes contar del disco? ¿Tienes alguna favorita?
De momento no estamos anunciando siquiera los títulos, pero sí te puedo decir que todas me gustan [risas]. De hecho, varias ya las había ido tocando en conciertos porque las escribí hace tiempo, y de hecho en estos conciertos que voy a hacer en España tocaré algunas, y tocaré también la versión acústica de “Mismo amor”, porque el show que llevamos a España es acústico, y más adelante iremos a hacer una gira de presentación más clásica.
¿Hay alguna colaboración pensada?
No, no hay featurings. El año pasado estuve haciendo mucha colaboración, y a mí me gusta mucho la colaboración, pero en este disco, después de tanto trabajo para elegir las canciones, nos parecía forzado meter a alguien, fue una decisión artística no hacerlo. Meter a alguien habría sido decirle “Vente a cantar en este tono, vente a hacer esto así...”, y a mí las colaboraciones me interesan más cuando pueden ser desde la composición, cuando el trabajo es entre los dos. Muchas de las colaboraciones que hice el año pasado no fueron así, pero en mi disco sí quiero que sean así.
Te preguntaba justo por el tema del año pasado. ¿Cómo es que se juntaron tantas? Hiciste además cuatro colaboraciones muy distintas entre sí: la más sonada fue Bad Bunny, pero colaboraste también con Sen Senra, con la banda vasca Huntza y con Nación Ekeko.
Sí, y también con Dom La Nena, la de “Quién podrá saberlo”. Esa la hicimos antes de la pandemia, pero en general lo de hacer tantas colaboraciones fue más por los tiempos pandémicos. Además acabaron saliendo bastante pegadas, y ese es el tema también, quiero pausar las colaboraciones porque no quiero estar sacando cosas de aquí y allá, y además prefiero hacer colaboraciones desde la composición.
Tu último disco de estudio fue “Algo sucede”, hace seis años, pero en 2019 tuvimos “La enamorada”, muy interesante al ser las canciones de una obra de teatro en la que, además, tú asumías el papel protagonista, debutando como actriz. ¿Cómo ves esa experiencia ahora?
Una locurilla, la verdad [risas]. Yo no tenía ganas de irme de gira, me había mudado de país, estaba en como en una medio-crisis de qué hacer con mi vida y todo eso. Me llamó la atención el texto de Santi Loza. Así que le pregunté para escribir algo con él, no sabía si musical, pero acababa de ver a Albert Pla y su espectáculo, que me pareció increíble, y quería hacer algo que se pudiese quedar en un teatro, más relacionado con las palabras y no tanto con las canciones. Así que se lo planteé, pero su respuesta fue decirme que una productora estaba buscando a la actriz protagonista para el monólogo... Yo le dije que yo no era actriz, que jamás en mi vida actué, que estaba loco. Él me dijo “Bueno, llámala y la conoces a ver qué onda”, y fue muy chistoso porque a ella le había dicho lo mismo pero al revés sobre mí, diciéndole que yo estaba muy interesada en el monólogo [risas]. Él dio una patada para que sucediera, y acabamos haciéndolo. Y tiempo después dije “¿Por qué no escribimos canciones para esto?”, y así salió el disco. Fue una experiencia muy linda, la verdad. No sé si volvería a actuar, porque no es algo que a mí naturalmente me salga, pero sí aprendí muchísimo, me dio una seguridad extra en el escenario además. Lo disfruté mucho.
También publicaste hace poco un tema para la serie “Cecilia”.
¡Sí! Es que me gusta mucho formar parte de una estructura de este tipo, ser un elemento más en algo que quiere contar en una historia. Además me gusta mucho Mariana Treviño, que además ha trabajado mucho con Manolo Caro, y también me gustaba que la historia fuese en relación a enredos familiares. Todas las familias somos excéntricas, no hay familia que conozcas y digas “Ay, todos están súper ubicados”. Y es lindo cuando lo ves en una historia. Yo quería expresar la sensación que tiene este personaje, Cecilia, una chava cuya familia depende mucho de ella, hasta el punto de que ella está ya desbordada.
Ya que mencionas a Manolo Caro, hay algo que te quiero preguntar y por lo que pensaba que ya te habrían preguntado, pero no lo he encontrado por ninguna parte. “No hombre, ganas tiene la Julieta”...
[Risas] Ay...
Aquella frase de Cecilia Suárez en “La casa de las flores” se acabó convirtiendo en un meme. ¿Cómo lo viviste tú? ¿Te avisó Manolo antes?
No me avisó, pero me encantó [risas]. Ya había trabajado anteriormente con Manolo. Le quiero mucho y me divierte un montón que haga estas cosas. Ya es casi un chiste interno, no es que nos veamos y me diga “Oye, voy a hacer esto”, sino que de repente lo veo y muero de la risa. Manolo se me hace súper talentoso y que no para su creatividad, y me encanta que haga esas movidas, me muero de la risa. ¡Además gracias a él ya soy meme!
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