"Estoy satisfecha con los pasos que he ido dando"
EntrevistasJudit Neddermann

"Estoy satisfecha con los pasos que he ido dando"

Toni Castarnado — 08-06-2023
Fotografía — Archivo

Judit Neddermann tiene un nuevo disco, otro proyecto a sumar a todos los que tiene en marcha. Aunque este “Lar” sea el principal y prioritario. De él hablamos en esta entrevista.

La artista catalana es un alma inquieta, tiene la capacidad de estar en diversos frentes. “He tenido la sensación de que pasaba muy lento, pero si miro hacia atrás, me doy cuenta de que he hecho muchísimas cosas. Al mismo tiempo parecía que todo costaba que llegara, pero realmente ha ido bastante al ritmo que tenía que ir. Si hago algo de retrospectiva, date cuenta de que publicamos “Aire” y, además, con mucha expectativa, por lo menos de mi parte. Y un reto que tenía por delante que era el de tocar no sólo en Cataluña y Baleares, me apetecía estar en otros sitios de España. En Madrid ya lo hacíamos, pero ahora hemos pisado Sevilla, Granada, Valencia, pasé por Euskadi, me invitaron a México cruzando el charco por primera vez para cantar mis canciones… Por tanto, y aunque se me acumulaba la espera para todo ya que “Aire” salió un año más tarde de lo previsto, estoy satisfecha con los pasos que he ido dando, a pesar de ese año invisible que entonces me pasó factura”.

“Estoy indagando en la forma de cantar las cosas...  la manera en qué dices las letras, es algo que me interesa muchísimo"

Judit Neddermann tuvo un año parado la publicación de “Aire” y, tras este impás, tuvo la sensación de que tenía que recuperar el tiempo perdido. Si bien, ganó en otras muchas cosas. “Ese año, digamos que de perdida, hubo muchos cambios en mi vida. Me permití vivir las cosas con mucha profundidad, y como tenía tantísimo espacio, llegué a conclusiones muy bonitas que son las que están en este disco. La canción de “Celebrar”, por ejemplo. O todas las que he hecho de amor, han sido porque he tenido tiempo para hacer música. Y es por eso que “Lar” es un disco tan luminoso y optimista”. “Aire” era un disco más de reflexión y “Lar” es más de celebración de la vida”.

“Lar” es un disco que la define y en el que hay rasgos muy claros sobre la personalidad de Neddermann, siempre sonriente y muy cercana en el trato, lo que más le importa es compartir. “Refleja lo importante que es vivir y compartir. Es algo que a mi me define muchísimo, me gusta estar acompañada en los buenos momentos, pero también en los malos. Juntarse y celebrar es muy importante para mí. Cuando por fin lo pudimos hacer tras la pandemia, fue muy importante. Me hace feliz y, por otro lado, lo necesito. De hecho, me ha ayudado mucho la casa que tengo en Vilassar de Mar, me permitía estar tranquila oyendo los pajaritos y al mismo tiempo convocar a gente. Un equilibrio interesante, el contraste de mi intimidad y el abrir un espacio, por eso le puse “Lar”, porque aparte de ser mi estado emocional, de amor, alegría, paz y conexión con lo que siento, al final es lo que hago con mi música, un ejercicio conmigo misma, con mi guitarra y expresándome, al principio como algo muy individual que luego se expande como una experiencia colectiva”.

En el fondo, “Lar” es un álbum jovial y vitalista, tiene un concepto muy concreto. “Es un concepto que puedes trasladar a cualquier lugar o cultura, de hecho con “Aire” ya lo hice, lo de traspasar las lenguas. Y explicar cómo y dónde lo he sentido, esto no deja de ser la casa de la que hemos hablado antes”. En el disco hay influencias de la música brasileña y el de un folclore ibérico cada vez más frecuente en artistas jóvenes como Sofía Comas, Joana Dark o Magalí Sare. “En “Aire”, pero también en el resto de discos, esto estaba presente. También en el que hice con mi hermana de villancicos. Es que si niegas la música tradicional es como negar a tus ancestros. Puedes darle la espalda y no tenerlos en cuenta, pero están ahí. Además, tuve la suerte de entrar en Coetus cuando tenía diecinueve años, gracias a Silvia Pérez Cruz, pues conocí a Álex Tobias, a Eliseo Parra, a los percusionistas que estaban ahí, y para mí fue una experiencia que me cambió la vida porque accedí a un repertorio que no conocía pero que lo sentía como propio. Ahí entendí por qué cantamos como cantamos. Yo, de los trece hasta los dieciocho años lo cantaba todo en inglés, y eso me hizo pensar el por qué lo estaba haciendo. A todo esto, este disco para mí es una conclusión y un nacimiento”.  A fin y al cabo, lo que hace Judit Neddermann es explorar, la de Vilassar de Mar no quiere estar siempre en el mismo sitio. Con cada disco accede a nuevos sonidos sin importar ni el estilo ni la procedencia. “Estoy indagando en la forma de cantar las cosas. No sé si desde fuera resulta o no evidente, la manera en qué dices las letras, es algo que me interesa muchísimo, voy muy al detalle. Esto me inspira porque se puede llegar muy profundo con muy poco. Estoy disfrutando mucho de eso y del timbre, y me escucho y me gusta lo que suena; la clave está en donde pones el foco mental. Y en este nuevo disco me he notado como que estaba despierta en ese sentido, dejando ir mi voz y diciendo las cosas”.

A pesar del éxito, ella no es ajena a las dificultades de una industria musical compleja y caprichosa. “Tiene su parte buena y la difícil. La positiva es que sigue habiendo público y espacio para todas las músicas, y en mi caso es una fortuna porque hago lo que quiero hacer. No hago ninguna concesión y eso, la verdad, es un privilegio. Por otro lado, veo que hay una especie de presión enorme y de dictadura de las cifras, también de la imagen, es casi más importante quien eres que la música que haces”.

 

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