En el mismo colabora con una serie de artistas vascas (Izaro, Maren, Olatz Salvador y Bea e Idoia Asurmendi) que a partir de unas composiciones originales en catalán, ella las lleva al terreno del euskera. Una aventura colosal de una artista a quien no le falta implicación, dedicación, y ganas de explorar. Esta es una prueba más.
Para empezar, quisiera saber cómo surge el proyecto y como es ese puente que te une a Euskal Herria.
El proyecto es una propuesta del manager y editor Ñako Beato. Se conocieron con mi manager Catalina Rosselló en una feria y empezamos a trabajar conjuntamente. Gracias a Ñako he empezado a tocar en Euskadi desde hace un par de años. Estos conciertos que hemos dado allí me han permitido acercarme a la realidad musical de Euskadi porque he podido colaborar con artistas del territorio como Olatz Salvador, Idoia, Bea Asurmendi, Olaia Inziarte o Miren Narbaiza (MICE) entre otras. A eso le sumamos mi amor por las lenguas y el respeto que siento hacia todas las culturas, por lo que siempre que estoy en un lugar intento presentarme en el idioma que usa el público que tengo en frente. Las presentaciones que hice en euskera me acercaron un poco más al idioma en sí y sobre todo a la ilusión y emoción que se genera en el público cuando un artista tiene ese gesto. Esta realidad la vivimos también en Catalunya y es por ello que estoy muy sensibilizada y intento cuidarlo siempre. La combinación de todo ello nos llevó un día a bromear con Ñako porque le dije que me pondría a aprender euskera en un barnetegi y él me dijo “Si haces un disco en euskera vamos a medias!”, y así, entre broma y broma, nació mi decisión y motivación para hacer este disco. Ñako me propuso que fuera un disco lleno de colaboraciones y enseguida me motivé también con el formato de los dúos y también con la decisión de ser únicamente mujeres cantando. Me emocionaba y me emociona la idea de que existan estas canciones en catalán-euskera y el reto ha sido que suenen naturales desde que empiezan hasta que acaban, con la emoción de estar cantando y honrando nuestras lenguas maternas.
Y luego, ¿cómo fue el proceso de creación y grabación del disco?
El proceso de creación fue precioso porque yo empecé componiendo la música y la mitad de la letra en catalán y en mayo de 2024 nos fuimos a Suralita (una residencia artística y centro de creación en Manacor, Mallorca) con Olatz Salvador para traducir y adaptar las letras al euskera. Nos guardamos cuatro días y la verdad es que fue mucho más ágil de lo que esperábamos. Olatz es una artista muy sensible, una persona muy especial con mucho amor por su idioma y cultura que supo trasladar de la forma más poética posible todo lo que yo decía en catalán. En septiembre grabamos los músicos (Darío Barroso, Adri González, Isaac Coll y Arnau Figueres) uno a uno en distintos estudios y luego traje a todas las cantantes (Olatz Salvador, Izaro, Idoia, Bea Asurmendi y Maren) a mi pueblo, Vilassar de Mar, donde está el estudio del productor del disco Arnau Figueres. Estuvimos aquí conviviendo unos cuántos días, cada una grabó su canción y finalmente grabamos todas juntas ‘Mendien artean’, la canción que cierra el disco y que es obra de Quico Pugès, un violonchelista catalán que vive en Euskadi desde hace unos años y que tenía esta composición precisamente en las dos lenguas.
Esta es una reunión de mujeres y una celebración de las lenguas, ¿qué propósitos tenías con esta aventura?
El propósito es exactamente este, celebrar las lenguas, honrarlas, aportar arte en ellas porque eso las mantiene vivas. La reunión de mujeres pretende visibilizar esta tribu de creadoras que no para de crecer y que estamos en todos los territorios del estado haciendo proyectos sensibles y honestos y musicalmente propios.
Olatz Salvador ha traducido las letras al euskera, ¿cómo llegaste hasta ella? ¿Qué aprendiste en este proceso?
A Olatz la conocí gracias a nuestros managers, que al conocerse decidieron juntarnos y colaborar cada una en un concierto de la otra. Nos conocimos en Bilbao donde yo hice un pequeño concierto sola en una sala y allí cantamos por primera vez. Luego ella me invitó a un concierto grandísimo que hizo en Donosti con un montón de colaboradoras artistas y después la volví a invitar yo a la presentación de mi quinto disco LAR en el Coliseum de Barcelona. Tuvimos una conexión inmediata y que se sumara al proyecto de Artean me ha permitido conocerla aún más y constatar que es una persona hiper generosa y comprometida con lo que hace. En este proceso he aprendido (más) a componer conjuntamente, me he dado cuenta de que confío absolutamente en Olatz, y es precioso darse cuenta de que confías 100% en alguien, y he aprendido también a escuchar y dejar que cada una aporte desde su visión y abrirme a sentir cómo me conmueve cada una.
“El propósito es celebrar las lenguas, honrarlas, aportar arte en ellas porque eso las mantiene vivas”
“Dones d ́aigua” está inspirada en una novela de Irene Solà. ¿Qué significa para ti ese libro? ¿Por qué lo elegiste?
Este libro es muy especial para mí porque me emocioné al leerlo y sentí que alguien puede poner palabras a una sensibilidad muy concreta y a menudo invisible. A parte de esta sensación como lectora me encargaron la música para la obra de teatro homónima dirigida por Guillem Albà y Joan Arqué. Una obra que tuvo mucho éxito y por la que recibimos varios premios incluidos los Premios Max, entre ellos el de mejor música. La propuesta de Irene Solà en la novela es que las “dones d’aigua” recuperen su relato porque hasta el momento en que ellas explican en primera persona quiénes son y qué buscan siempre lo han hecho los hombres; es decir, sabemos quiénes son y qué generan en los hombres porque los hombres narran su existencia pero Irene propone el discurso en primera persona. Esto no deja de ser lo que está pasando con todas nosotras, hay ejemplos actuales clarísimos en los que las mujeres hemos tomado el mando y somos dueñas de lo que somos y lo que nos pasa, por eso era muy importante también incluirla en el disco al ser un disco de mujeres. Esta canción estaba en la obra y la rescaté para este proyecto porque hablando con Olatz me contó que ellos tienen también la leyenda de las lamiak, que son las “dones d’aigua” en Euskal Herria. Eso y que Olatz es una persona con una magia muy especial me llevó a decidir grabarla y además que la cantara ella precisamente.
En “La meva llengua” dices que tu lengua es un tesoro, ¿crees que cuidamos lo suficiente las lenguas?
Creo que se podrían cuidar aún más; hay intentos terribles recientes por parte de la derecha y extrema derecha de retirar contenido en catalán, ataques constantes a la lengua, dificultad para hablarla de forma espontánea en la calle. Es muy importante intervenir institucionalmente para fomentarlas y que no se pierdan. Euskadi por ejemplo, por lo que sé, es un buen ejemplo de recuperación del euskera a través de la política de las ikastolas. Todo lo que esté en manos de la política hay que hacerlo y obviamente el ciudadano de a pie tiene mucha responsabilidad en mantener la lengua viva. A ello le sumo la decisión de los artistas que también es importante; crear en catalán y en euskera es poner granitos de arena a la causa y es una forma de agradecer también a los artistas que defendieron el derecho a expresarse en estas lenguas cuando la dictadura lo perseguía.
Has cantado en varias lenguas, ¿cómo te sientes con el euskera?
Me siento muy bien, aún me lo aprendo de memoria a nivel silábico y no soy capaz de recordar cada palabra exactamente qué significa, pero sé qué es lo que estoy diciendo en general porque es la traducción de la letra en catalán. Es un idioma precioso y me parece igual de musical que cualquier otro, todo depende de cómo se cante y cómo se componga.
Y las colaboradoras, cuentas con cinco, Izaro, Maren, Olatz Salvador, y Bea e Idoia Asurmendi. Un lujo contar con todas ellas, ¿no?
Un lujo absoluto porque aparte de cantar todas con una personalidad y un talento únicos hemos podido compartir mucho sobre el hecho de ser artistas, qué momento vivimos cada una con nuestras carreras, qué es lo que nos resulta inspirador y qué es lo que nos agota; y esto es muy importante poder hacerlo porque al final ser artista puede llegar a ser un camino muy solitario y compartir siempre libera. También ha sido un lujo compartir con los músicos de mi banda y los dos colaboradores que hemos tenido, Xavi Lozano y Quico Pugès.
El bosque y la libertad y el misterio de la montaña están muy presentes. ¿Cómo suena la música en esos parajes?
Qué curioso, ¡no lo había pensado! Es verdad que esta juntada es como una especie de akelarre de mujeres; si pienso en un paisaje para el disco es claramente el bosque porque allí es donde nos hubiéramos reunido si estuviéramos en otro siglo y quisiéramos cantar todas estas canciones juntas. La libertad está muy presente porque es una búsqueda constante que tengo, sentirme más y más libre siempre. La música en estos parajes suena libre, porque suena encima de ese espacio sonoro tranquilo y lleno de lo ancestral del bosque, los árboles testigos de décadas y décadas de vida humana.
Ah, y una curiosidad. ¿Por qué el rojo como color de vuestros vestidos? ¿Hay alguna connotación especial?
Esto fue una sugerencia de Marta Mas @leentrelineas, la directora de los videolyrics y autora de las fotografías del proyecto. Estuvimos dándole vueltas precisamente a los parajes y al decidir precisamente el bosque sugirió este color vino para que contrastara con el bosque. pero tampoco demasiado.
El disco lo ha producido Arnau Figueres. Era muy importante que entendiera el concepto del disco, adaptarse a sus circunstancias. ¿Cómo fue trabajar con él en un proyecto como este?
Trabajar con Arnau es una delicia, es absolutamente brillante como productor, trabaja desde la calma y la excelencia, disfruta muchísimo del proceso y es un gran acompañante a la hora de grabar, ya sea con instrumentistas y cantantes, porque genera el espacio ideal para que cada músico grabe cómodo y dé lo mejor de sí. A parte de esto ha mezclado el disco porque es también excepcional como ingeniero de mezcla y el sonido resultante me encanta y me representa. Es por ello que le encargué este proyecto, es el tercer disco que me produce (Aire, LAR y Artean).
Supongo que para ti, este es un reto estimulante, cada vez te enfrentas a algo nuevo y siempre sales airosa. ¿Dónde pones tus límites?
¡Gracias! Yo no sé si es porque soy aries, pero cuando se me ocurre alguna cosa y quiero hacerla la hago sin dudar. Obviamente hay proyectos o circunstancias que no salen como esperaba pero siempre tengo un motor que me lleva hacia adelante. Este proyecto era un reto grande pero en ningún momento dudé de que sería precioso y que valía la pena, y esa energía me llevó a organizarlo todo y a hacerlo realidad. La verdad que una vez publicado me lo he escuchado varias veces porque me encanta, me siento orgullosa y me lo escucho como usuaria, no porque sea mío porque no suelo escuchar mis discos, pero este que hay tantas cantantes y que las canciones me gustan no me canso de escucharlo. También la confianza y la inversión de Ñako Beato y todo el equipo de Balaunka ha sido clave porque sin ellos habría sido imposible.
Y finalmente, ¿dime algunos referentes de la música y cultura vasca que te hayan influido?
Hace muchos años que canto “Txoria txori” de Mikel Laboa, una canción que me conmovió desde el primer momento y que incluí en mi segundo disco. A parte de esto no había tenido contacto con la música en euskera ni los artistas de allí. Este disco es un acercamiento desde mi recorrido a la lengua y culturas vascas, una especie de saludo, una oportunidad para conocernos y de ahí ver qué es lo vendrá. Mis referentes vascos ahora mismo son mis amigas colaboradoras y las que he ido conociendo en los conciertos, he estado escuchando sus discos y me encanta estar al día musicalmente de lo que está pasando allí.
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