La publicación de `Boreal´ coincide con la salida de Alberto Rodríguez (bajo) del grupo. ¿Qué es lo que ha pasado?
Tocar en un grupo supone una inversión importante de tiempo y dinero sin obtener muchas veces satisfacciones. Se hace básicamente por placer y hay que tener muchas ganas para mantenerse luchando. Alberto, simplemente, estaba cansado. Ha sido un golpe duro, pero teníamos el disco para sacar y el resto queríamos continuar adelante. Y así hemos hecho.
¿Cómo se ha acoplado el nuevo bajista (Álex Lacalle) a la dinámica de Juárez? ¿Teníais claro que queríais contar con él?
Álex se ha acoplado a la perfección. Se ha pegado un curro bastante importante para aprenderse todo el repertorio en tiempo récord. Era nuestra primera opción. Cris y Álex se conocían ya de la Escuela de Arte de Pamplona, habíamos oído que había salido de Exnovios y fue la primera persona en la que pensamos. Ha sido la hostia que quisiera tocar con nosotros.
En Pamplona hay muchos grupos en la escena de pop independiente, pero es curioso cómo se van rotando sus miembros. ¿Es una escena endogámica por necesidad o por naturaleza?
Al final supongo que acabas contactando con la gente que conoces que toca en grupo. Nosotros somos más de formación estable, llevábamos trabajando juntos en Juárez desde hace más de 6 años, y cuando Alberto decidió salir nos planteamos muchas cosas.
Otro dato en común es que todos tenéis más de 30 años, lo que viene a confirmar lo que decían vuestros paisanos Hey! Bastian en una entrevista reciente: a los más jóvenes no les interesa nada el rock.
Llevamos todos tocando en grupos desde que éramos adolescentes. No sé qué le interesa a la juventud de hoy, pero nosotros hacemos lo que hemos hecho siempre.
Aunque hay una canción llamada “Pleamar”, ¿es este el disco con menor vocación marina de Juárez? ¿Cuál es el concepto, si es que lo tiene, del álbum?
El mar siempre está ahí, tampoco pensamos mucho en los discos a nivel conceptual. Son algunas de las canciones que hemos hecho en este tiempo.
¿Por qué habéis metido solo 8 canciones? Es un número extraño: muy corto para un LP, demasiado largo para un EP.
Decidimos grabar 9 canciones, y una de ellas la acabamos descartando porque no encajaba bien con el resto. Es el material que más nos gustaba de lo que teníamos en el momento en que grabamos.
Lo grabasteis en otoño del año pasado, pero no ha salido hasta ahora. ¿A qué se debe tanto desfase? ¿No queríais que se solapase con el anterior LP?
El desfase se debe a que Hans Krüger (encargado de la grabación) es un hombre muy ocupado. Nos gustaría que hubiera salido antes, pero no pudo ser.
Musicalmente el disco parece estar dividido en dos partes: las primeras cuatro canciones son más pop y directas; las cuatro últimas, en cambio, más vaporosas y atmosféricas.
No lo concebimos como dividido en dos partes. Puede que dé esa sensación. Pero simplemente la forma que nos pareció mejor para ordenar las canciones que teníamos.
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