“El contraste entre luz y oscuridad está siempre presente”
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“El contraste entre luz y oscuridad está siempre presente”

Javier Corral “Jerry” — 07-11-2024

Juárez alcanza su quinto álbum dentro de una carrera ascendente y singular. "El ciclo del sol y el fin de los días" es su título.

Grabado en pleno bosque de Arantza, en un caserio no lejos de Pamplona al norte de Navarra, con Guillermo Mutiloa en la producción, prima el lado más western y crespuscular de la banda, en contraste con la ambientación kraut y el uso de sintetizadores o cajas de ritmo del anterior "Luna menguante". Con algunas sorpresas, sin desviarse de la coherencia marca de la casa. También presenta la novedad en forma de colaboración de los guitarristas Pedro de Dios de Guadalupe Plata o los cercanos Germán Carrascosa de La Alegría del Barrio y Juan Maraví de ExNovios.

-¿Qué grado de participación tiene el entorno, y más en concreto este entorno del bosque de Arantza, en la realización de un disco?
El entorno ha influido mucho. Aunque las estructuras estaban claras, esta vez fuimos a grabar con las canciones más abiertas que nunca. Fue allí, uniendo fuerzas y con Guille como productor, donde todo terminó de tomar forma. Con algunas canciones fue rápido y con otras más costoso. Canciones como "Bajo la tormenta" o "La deriva" apenas eran esbozos cuando llegamos a la casa y allí, al tocar toda la banda junta, se definieron y en pocas tomas quedaron registradas. Tener naturaleza alrededor influyó mucho, la convivencia, preparar las comidas, los paseos por el bosque… es una forma de parar el tiempo. Siempre vamos con prisas a todo, y esta vez nos hemos podido permitir ese lujo. Nunca habíamos estado tantos días dedicándonos de manera exclusiva a la música. Cuando se lo propusimos a Guille le encantó la idea, así que cogió parte de su estudio de grabación y lo llevamos al caserío. En varias canciones están los sonidos de esos días, la tostadora, el sonido del fuego, el agua del riachuelo que teníamos al lado, los pájaros, la lluvia, diferentes objetos de la casa y hasta el ladrido de nuestra perrita Cohen. Sucedieron muchas cosas que en un estudio no ocurren, cosas diferentes, más abiertas a la improvisación.

-Los títulos de varias canciones y sus temáticas van también en esa dirección de ámbito natural, pero se supone que la composición es previa a todo ello.
Vivir en Pamplona y alrededores es lo que tiene, es una ciudad muy pequeña y en menos de diez minutos ya estás en campo abierto. Es una ciudad rodeada de montañas donde la naturaleza está muy presente con solo asomarse a la ventana de casa, así que de forma inevitable su observación nos influye a la hora de escribir. Todos los discos que hemos grabado, desde aquella primera maqueta de 2014 “Escafandra”, hasta este “El ciclo del sol y el fin de los días” diez años después, hacen referencia a la naturaleza. Las flores, el mar, las auroras, las palmeras, el sol, las estrellas… son temas, junto con el amor, de inspiración para nuestras letras. Tampoco es algo pensado, surge de forma natural, nunca mejor dicho, jajaja.

-El ciclo del sol y el fin de los días. Suena crepuscular, que es por otro lado algo muy asociado a vuestra vertiente western. Es el camino que prevalece en este álbum.
Podríamos haber hecho otro disco siguiendo la estela de “Luna Menguante” o “Entre Palmeras”, que es lo que nos sale más fácil cuando estamos en el local de ensayo pero Cristina planteó probar otros caminos a la hora de terminar las canciones, que no sonaran tanto a grupo de rock o de pop, que mantuvieran más la esencia de cuando se componen en casa con las acústicas. A veces, al pasar las canciones al formato banda o al orientarlas a la dinámica de un directo, pierden un poco ese algo que transmitían en un principio. Hemos intentando mantener esa esencia originaria.

-De hecho, en el anterior hablábamos de cierta ambientación kraut, algo de caja de ritmos y sintetizadores. ¿Se puede decir también que abre nuevo ciclo sin ello?
Esas canciones siguen en nuestros directos y son de las que más disfrutamos tocando, simplemente estamos ante una nueva colección de canciones que se han enfocado de manera distinta a la hora de grabar pero que van a convivir con el resto.

-Y como novedad habéis contado con colaboraciones de otros guitarristas, como Pedro de Dios de Guadalupe Plata o los más cercanos Germán Carrascosa y Juan Maraví. ¿Qué queríais de ellos?
Cristina ha participado en Colectivo Ostatua, un proyecto impulsado por Guillermo Mutiloa que reúne a gente de diferentes grupos de Pamplona. Además de sacar un disco muy bonito, han creado un equipo colaborativo muy interesante para los directos. Tal vez por eso que hemos dejado de ver Juárez como algo hermético y hemos querido que participase gente que nos gusta. El sonido desértico de Pedro de Dios, las guitarras psicodélicas de Juan de Exnovios, el nervio que tienen los dibujos de Germán… les dimos total libertad a la hora de expresarse, son guitarristas muy diferentes entre ellos y con mucha personalidad y han encajado a la perfección. También han colaborado un sobrino y una sobrina de Cristina: Elías Aranguren con el saxo en "El ciclo del sol y el fin de los días" y Claudia Díez Aranguren con un piano precioso en "Primavera".

-Es también un disco que juega con las penumbras, más nocturno que fronterizo, con muchas guitarras pero nada guitarrero, tiene folk sin llegar a ser folkie, melódico de tiempos medios, más uniforme sin ceñirse a género ni método, sombrío pero no tristón... Hay contraste y sorpresa ¿Es vuestra motivación principal?
El contraste entre luz y oscuridad es algo que está presente en Juárez desde la primera maqueta. Como comentábamos antes, respetar la esencia de las canciones y grabar todos juntos en directo para captar el espíritu del momento han sido las motivaciones principales. Cuando fuimos a Arantza no teníamos claro cómo iban a quedar las canciones, el resultado final ha sido una sorpresa. Siempre habíamos tenido que compaginar las sesiones de estudio con nuestros trabajos, estar pendientes del reloj y de otras cosas que entorpecen con la creatividad.

-Tampoco es habitual incluir una pieza instrumental de post psicodelia, o algo así, que alcance los 17 minutos, que además sirve de título genérico.
Esta canción la grabamos toda la banda a la vez. La segunda toma fue la definitiva. Esos 17 minutos transcurrieron como 5 minutos, se generó una energía en común que no había forma de parar, supongo que la casa tiene mucha culpa de eso y en esas partes instrumentales es donde verdaderamente disfrutamos. Después, Juan Maraví metió una guitarra muy chula y Elías Aranguren saxofón. La parte inicial, donde hay voz, era lo único que teníamos definido, el resto estaba totalmente abierto, sabíamos que iba a ser larga pero no tanto, fue una sorpresa. Para la edición en vinilo la hemos tenido que recortar por las limitaciones del soporte, pero en digital está la versión completa.

-¿Conocéis un grupo valenciano llamado Virgen de la Periferia? Lo digo porque cuando les escuché me vinisteis vosotros a la mente.
No, no los conocíamos. Los hemos estado escuchando un poco desde que nos lo comentaste.

-Al margen de ellos,¿encontráis otras bandas en castellano próximas a lo vuestro?
La verdad es que no. Hay grupos que nos gustan pero los estilos no se parecen en nada. De todas formas, tampoco escuchamos mucha música en castellano.

-Si tuviera que quedarme con una sola canción del álbum, elegiría "En la noche oscura”.
Es una canción que habla sobre esos momentos en los que te invade la desesperanza. Es como un bálsamo para liberarte de ella. La base rítmica surgió muy natural, es una canción que camina sola. Para el directo estamos haciendo un final diferente, aún más abierto si cabe, cada vez que la tocamos suena diferente.

-"Seguir bajo la tormenta", sabe a declaración de intenciones…
Siempre hay que seguir luchando por eso que llevamos dentro y que le da sentido a todo, aunque muchas veces no resulte como esperamos.

-¿Doce años como banda es más que suficiente para saber lo que se quiere?
La creación de canciones sigue siendo un misterio. Y eso está bien, porque, si no, esto pierde la gracia. Siempre hay cosas que vamos aprendiendo pero nunca sabemos cómo van a ser las siguientes canciones, se abren camino ellas solas. Después de doce años más que saber lo que queremos sabemos lo que no queremos.

-¿Qué planes seguiréis a partir de la presentación del disco?
Pues iremos a tocar donde nos llamen y seguiremos escribiendo canciones, como siempre.

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