Hace poco que publicaste “Mugako” a través del sello Semantica, un álbum que tiene un sonido muy peculiar y que se aleja un poco de lo que hacías últimamente. ¿Qué es lo que querías expresar o mostrar con/a través de él?
Desde el principio planteé el proyecto para hacer un Exhibition Design, que es la serie de Semántica que solo se edita en CD-R, y a partir de ahí construí el trabajo. Quería que fuera una experiencia sonora con un prólogo, una trama y un desenlace. Que pudieras escuchar el disco entero y tuvieras la sensación de escuchar una historia, o ver una película, pero con sonidos, frecuencias, distorsiones…Provocar reacciones que, a través del oído, se manifiesten como consecuencias físicas.
En él te acercas cada vez más a un sonido que tiene mucho de techno pero también de ambient e incluso IDM, ¿eso significa que has dejado de lado el house más “clásico” para evolucionar y olvidar tu aka Kasper (con el que tirabas más hacia un house/Deep de corte más clásico?
Me encanta el house, de hecho es el género que más me gusta dentro de la electrónica. La movida es que no me suelen contratar para pincharlo! A veces, en Tresor, tengo la oportunidad de actuar en Globus y disfruto mucho. Si que es cierto que en los últimos tiempos me he centrado más en producir techno, y estoy más dentro de esa escena, pero en cuanto saque un rato pienso volver a hacer un disco de house. Tengo muchas ganas.
¿Tiene algo que ver con esos ambientes que tiene el disco, con esa atmósfera, el vivir más tiempo en Berlín y ser residente de un club como Tresor?
Todo lo que me sucede, escucho, veo, siento, analizo, sufro, etc…, tiene un impacto directo en la música que hago. Intento que sea un reflejo de mi vida, como un diario. Supongo que le pasa igual al resto de los artistas…Así que si, supongo que los contextos en los que me desarrollo afectan a mis producciones de una forma muy concreta.
Por cierto, hablando del Tresor, ¿cómo llegaste a convertirte en uno de los residentes de uno de los clubs más importantes y respetados del mundo? Me imagino que será un triunfo para ti y para tu carrera…
Por supuesto, estoy encantado. Estar vinculado con una entidad como Tresor y poder ser parte de lo que sucede ahí es un honor. Un sueño hecho realidad. Tengo la oportunidad de compartir momentos increíbles con muchos artistas que respeto y admiro, además de forma frecuente. Es una experiencia muy peculiar. Estoy muy agradecido por todo lo que me han hecho vivir en los últimos años.
Otro punto importante en tu carrera es tu amistad con Damian Schwartz, de la que ha salido un sello como AHD, que está ayudando a revitalizar un poco la escena electrónica estatal. ¿Cómo va el sello? ¿Alguna referencia en el horizonte?
Sí, de hecho una muy importante. Vamos a reeditar un disco que creo que es clave en la electrónica española, de Eugenio Muñoz, que se llama ¿Cómo se divertirán los insectos?, que fue publicado en 1986, y gracias a la amistad que Damian tiene con él, vamos a tener la oportunidad de hacer un repress de esta obra maestra.
Y ya de paso y aprovechando tu residencia en Tresor, y visto desde esa perspectiva, ¿Cómo ves el estado actual de la escena electrónica estatal?
Creo que a nivel editorial está mejor que nunca. Hay muchísimos sellos con música muy interesante y con artistas que no paran de dar la vuelta al mundo. Creo que es un momento muy bonito, pero que no está reflejado en la escena de salas, clubs y festivales de la forma que lo hacen en otros países. Pero todo es cíclico y espero que venga un futuro mejor en el que el gran público se interese por este tipo de música, de igual manera que sucedía en los noventa aquí.
“Mugako”, aparte de ser el nombre de tu último disco, es un festival del que formas parte en la organización y que va ya por su segunda edición (crónica 2015). ¿Qué novedades traéis? ¿Cuál es para ti el o los “platos fuertes”?
La verdad es que es un proyecto que hacemos con mucho cariño y el cartel lo hemos hecho entero entre Pablo, uno de mis dos socios, y yo, entonces tengo ganas de ver a todos los artistas, ya que cada uno ha sido seleccionado por una razón específica. Por eso me cuesta mucho elegir un “plato fuerte” en concreto. Pero si tuviera que seleccionar algo especialmente quizás sería el Live/AV de Peder Mannerfelt, o el de Samuel Kerridge. A nivel de djs, no dejaría de ver a Jonas Kopp, Zenker Brothers o Ancient Methods.
Una de las novedades de este año es que, como tenemos acceso a la sala más grande del museo, el público va a tener la oportunidad de ver a todos los actos y no perderse nada. Creo que es algo bastante importante, teniendo en cuenta que somos un festival pequeño y nuestro público le gustará ver prácticamente todo el cartel.
¿Qué es lo que ofrece una ciudad como Vitoria para celebrar este festival? ¿Por qué aquí y no en Barcelona o Madrid? ¿Ganas de revitalizar la escena de Vitoria?
Elegí Vitoria para vivir porque creo que es uno de los sitios con más calidad de vida que he visto nunca. Es una ciudad pequeña, con todo lo bueno y lo malo que ello conlleva, pero para mí el balance es muy positivo. Viniendo de Madrid, donde todo es mucho más intenso, rápido y agobiante, venir aquí fue un acierto total, ahora que lo veo con perspectiva. Llevo ya casi 8 años creo, y a partir de que llegue aquí, forjé relaciones, no solo a nivel personal, pero también profesional con la gente que lleva las salas Jimmy Jazz, Kubik, etc..y posteriormente con el Artium (Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco) y eso es lo que nos llevó a fundar Mugako el año pasado. Fueron muchos factores que hicieron que la situación fuera idónea para llevarlo a cabo.
Y (de nuevo de paso), ¿Cómo ves la escena en Vitoria/País Vasco?
Mmmmm. Si te refieres a escena de música electrónica, yo no hablaría de ello como tal, porque no existe, al menos a día de hoy. Sí que hay productores y djs que vivimos aquí, con los cuales creo que tengo buena relación y compartimos cosas, pero no hay una escena. Falta mucha gente que se interese y le guste este tipo de música para poder llamarlo así. Si hay fiestas, o festivales esporádicos que son muy interesantes. Pero no hay una constancia que conforme lo que yo llamaría una escena musical. Creo que eso ha ido decreciendo paulatinamente desde el final de los años 90, principios de los 2000, al igual que en el resto de España. También creo que es una historia cíclica, y espero que se recupere en algún momento, como ha pasado en Francia, y empieza muy poquito a poco en Madrid.
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