"Siento la necesidad de gritar que seguimos al pie del cañón y con la furia intacta"
EntrevistasJose Antonio García

"Siento la necesidad de gritar que seguimos al pie del cañón y con la furia intacta"

Kepa Arbizu — 24-01-2023
Fotografía — Javier Martín

Con su nuevo disco, Fuera de control (Mamut Records, 2022), el proyecto liderado por el músico granadino, siempre arropado por la sobresaliente actuación de la banda El Hombre Garabato, ensancha el radio de acción de su enérgico concepto sonoro.

Más allá de su carismático papel como frontman de 091, José Antonio García acumula otras vidas artísticas en su haber. La más reciente, rubricada por su propio nombre, le ha empujado a publicar ya su tercer disco. Una vez más, y tal y como sucede desde que iniciara este proyecto, se presenta perfectamente escoltado por el grupo El Hombre garabato. Una sinergia que no para de ofrecernos suculentos frutos en forma de rock and roll visceral e incendiario. Y es que el hecho de que este trabajo se muestre más variado y bajo un aspecto de mayor crudeza y menos inmediato, no impide que sus versos impacten contra una opresiva realidad convertida en diana de unas andanadas de impetuoso carácter.

Han pasado cuatro años desde tu anterior disco. El hecho de estar activos de nuevo 091, la pandemia, coordinarse con El Hombre Garabato… ¿ha sido especialmente difícil esta vez compaginar todos esos aspectos para sacar adelante este trabajo?

Lo ha sido, sí, y no solo por esas causas que mencionas. Ten en cuenta que, por la pandemia, hemos tenido un parón de dos años, y como consecuencia de ese y otros motivos ha hecho que los plazos de entrega respecto a la fabricación de discos se hayan alargado mucho. Salió La Otra Vida, con 091, y empezó la pandemia, por lo que tuvimos que dejar la presentación del disco casi al comienzo. Todos estos acontecimientos nos han llevado a medir el tiempo de otra forma. Lo que he hecho es aprovechar ese parón para poder componer los temas y, cuando se pudo, realizar la grabación. Todo eso ha provocado el retraso, esta pandemia nos ha quitado vidas y una parte de nuestro tiempo. Además hoy en día, para hacer un disco, tienes que autoproducirlo , y es más difícil porque ya no te dedicas solo a hacer canciones y maquetarlas, también tienes que entrar en otros campos que para un músico son desconocidos, pero al que ama la música no le queda otra, tiene que adaptarse.

El resultado han sido solo ocho canciones, que no son muchas para un disco largo estándar, ¿ha habido una criba de temas por algún motivo particular o desde siempre habéis trabajado con un número reducido de temas?

Creo que las obras tienen vida propia, y ésta ha nacido en unas circunstancias concretas. No me siento presionado por el número de temas estándar. En muchas ocasiones se publican canciones que nunca debieron ver la luz simplemente por el hecho de llenar un disco. Un músico se tiene que sentir muy libre de publicar todo aquello que le resulta valioso y que crea que a la gente le puede emocionar. Y desde luego en este caso no ha sido por falta de temas, muchos han quedado fuera, siempre trabajamos de modo que podamos descartar algunos de ellos. En esta ocasión, he publicado solo aquellos en los que firmemente creía.

Pese a presentarte bajo tu propio nombre, este proyecto tiene mucho de trabajo colectivo, siendo decisiva la aportación de El Hombre Garabato, no ya en su función de intérpretes sino también a la hora de escribir las canciones, ¿de qué manera manejáis el proceso de composición ?

Sí, es verdad, estoy muy agradecido por toda la ayuda prestada por la banda, tenemos una buena relación de amor y en este momento estoy en la pedida de mano de la novia. Han aportado contundencia y un aire nuevo a los temas. Teniendo la experiencia de haber trabajado con ellos en los dos discos anteriores, han comprendido muy bien cómo quiero hacer las cosas y lo ejecutan a la perfección, saben lo que me gusta. Me planteé el reto de componer mis propias canciones y en este disco lo he conseguido. Nicolas Hernández me ha ayudado en muchos aspectos y al mismo tiempo ha sido muy crítico conmigo, eso me ha servido mucho para superarme y canalizar muy bien lo que quería hacer.

Si pensamos en vuestro disco precedente, el actual tiene un tipo de sonido más crudo, más orgánico, algo menos directo, ¿era un sentido que queríais dar a las canciones desde su inicio o es algo que se ha ido fraguando en todo el desarrollo de grabación?

En este disco ha habido un mejor engranaje, la banda ya sabe lo que tiene que hacer, conoce aquello que me gusta y lo que no. Cuando te dispones a grabar tienes una idea en mente de cómo quieres que suenen, pero una vez que empiezas a realizarlo, puede pasar cualquier cosa. Ahí ha tenido un papel importante Pablo Sánchez, de Producciones Peligrosas, quien conoce también muy bien lo que quiero y al final ha hecho un trabajo muy bueno.

De hecho, llama la atención que este es un disco mucho más variado, capaz de sonar realmente punk (“Como una roca”), pasar por el blues (“Tu blues maldito”) o el power pop (“La travesía”) para llegar casi al pop-folk (“Rodar cuesta abajo”). ¿Habéis tomado este álbum como un paso adelante a la hora de agrandar vuestro repertorio de sonidos?

Cada disco pienso que tiene que tener su propia identidad y no puedes estar haciendo el mismo álbum continuamente. Siempre me ha gustado seguir mi propia linea pero aportando nuevos lenguajes, sin tener miedo a meter elementos de grupos que me han marcado y me gustan. Creo que ampliar el espectro en un disco lo enriquece. Me gustan muchos tipos de músicas y me siento un intérprete que puedo acercarme a distintos géneros con cierta solvencia. Y eso es lo que he intentado.

¿Y guarda relación el tipo de ambiente musical que escogéis para una canción con el texto que contiene, o son dos aspectos que caminan independientes?

Siempre he intentado que el texto acompañe a la canción, es decir, que contenga el mismo peso música y letra. Precisamente eso es lo difícil, que queden redondos ambos elementos. De todas formas, cuando la música cuenta con una buena letra y una buena melodía, al final tienden a estar unidas y ya no pueden existir la una sin la otra. En este caso he hecho la música antes que la letra y, junto a Nico, hemos ido viendo qué mensaje era más coherente con esa melodía. Los arreglos siempre tienen que estar dirigidos a realzar esa idea que se está transmitiendo. Es un proceso artesanal y complicado.

Argumentálmente es un disco oscuro, enfurecido, ¿representa la fotografía de este tiempo concreto tan convulso o tiene una vocación más universal?

Lanzo señales para lograr salir del acomodado estado de bienestar en el que estamos y poder mirar alrededor con la intención de ver lo que está ocurriendo, porque a veces parece que no va contigo lo que pasa fuera. El disco representa la mala hostia que llevamos dentro, engullidos por un sistema que cada vez nos tiene más oprimidos y nos va exprimiendo poco a poco. Todo esto lo hacen sin que nos demos cuenta, nos guían como ganado al matadero sin darnos tiempo para pensar, nos dejan lo justo para sobrevivir y lo demás se lo quedan ellos. Hay que gritar fuerte. No son buenos tiempos, y eso tenía que estar en el disco.

“Somos engullidos por un sistema que cada vez nos tiene más oprimidos y nos va exprimiendo poco a poco”

Dentro de esa temática , las canciones se enfrentan a esa realidad decadente y frustrante desde, a veces, una actitud escapista y otras lanzándose con énfasis a enfrentarla, ¿qué sentimiento late con mayor fuerza en este disco, el del abatimiento o el de la resistencia?

Se trata de resistir como sea, el hombre a lo que teme realmente es a la muerte, y ésta te hace aguantar a toda costa. En este sentido creo que es dicho sentimiento y el de lucha los que más presencia tiene en el disco. He vivido situaciones límite en estos años, personal y profesionalmente, y siento la absoluta necesidad de gritar que seguimos al pie del cañón y con la furia intacta. Se trata, como dice la canción, de vivir como una roca, que se mantiene en pie, o como un peso pluma que pelea contra una piedra, seas fuerte o débil, tienes que resistir.

Aunque el disco tiene ese componente social muy importante, muchas veces converge, y otras se expresa de forma diferenciada, con un sentido más íntimo, ¿pretende ser un disco que mira hacia adentro tanto como hacia afuera?

Se trata de recrear paisajes diferenciados, donde todas las vivencias no son de la misma intensidad ni del mismo color. Hay que mirarse dentro y ver lo que tienes para luego poder gritar fuera. Corremos el peligro de hacer diferencias entre lo externo y lo interno, y una influye poderosamente en la otra. La situación de nuestro país, de nuestras hijos, etc., nos marca profundamente en nuestra manera de sentirnos y de ver el mundo. Una mirada interior y exterior pueden convivir, y de hecho en este disco así ocurre.

En “La travesía” cantas “divertirse o morir” o "saltar para seguir viviendo", ¿el rock and roll, la música y todo lo derivado de ella, sigue siendo uno de los antídotos más fiables para soportar esa realidad?

El rock and roll es salud. A mí es lo que me emociona y me hace seguir vivo, continuar resistiendo, el rock and roll son mis armas. Es con lo único que puedo expresar lo que siento, con lo que no estoy de acuerdo, a través de ella puedo trasladarlo a todo el que me quiera escuchar y dar pie a que abran los ojos y así llevarles a pensar y sentir sensaciones nuevas. La música me ha sacado de muy malos momentos en mi vida y le debo prácticamente todo lo que soy; de modo que sí, en mi caso es el mejor antídoto para soportar la cruda realidad.

“La música me ha sacado de muy malos momentos en mi vida y le debo prácticamente todo lo que soy”

En el disco hay alguna colaboración como la de Ángel Doblas (TNT, 091..) o Paco Cara (KGB), quien coescribe “La travesía”, ¿más allá del vínculo de amistad, hay en su presencia algo de reivindicación de esa escena punk granadina de hace décadas?

No ha sido nada premeditado, todo es coincidencia, ha surgido sin pensarlo. Ángel y yo empezamos con TNT y los dos tenemos los mismos gusto musicales, siempre hemos hecho cosa juntos, en este caso me ha ayudado con los arreglos de algunos temas. Yo siempre he sido muy fan de KGB, me flipan, Paco y yo somos amigos de toda la vida y siempre hemos querido hacer algo juntos, ha coincidido que en este disco empezamos a montar temas y "La travesía" nos pareció la canción idónea. Si te fijas, en mi primer disco compartido, “4 Tiros por Cabeza”, también participó Eric en un tema, y en el segundo, “Lluvia de Piedras”, hice un homenaje con una canción a Conservantes Adulterados. Siempre reivindicaré la escena punk granadina, es historia de nuestra música y aún sigue viva. No obstante, a toro pasado, me parece una idea bonita reivindicar aquella escena punk tan viva de principios de los años ochenta.

El disco creo que de momento solo saldrá en vinilo, ¿es una decisión personal derivada de vuestro gusto personal por dicho formato o de alguna manera creéis que vuestro público se siente más cómodo también con él?

El vinilo es el formato que más me gusta, por eso doy gracias a Dios por haberlo recuperado. Creo que mi público es como yo, le gusta tener algo físico que se pueda oler, que pueda remirar, me guío por mi instinto, lo que yo querría. Si uno de mis artistas preferidos sacara disco me gustaría que fuese en vinilo. Hoy en día la nueva generación de músicos no saca nada físico, todo es digital, es de usar y tirar, este moda es normal porque todo lo llevan en el móvil, pero hay que reivindicar lo que se está perdiendo. Por ahora solo habrá vinilo, sí, más adelante igual nos planteamos hacer CDs.

¿Hasta qué punto has podido sentir como alargada la sombra de 091, has percibido que en ocasiones tu papel se tiende a circunscribir solo a ese formato y se descuida por parte de público y prensa este proyecto personal?

Durante todos estos años siempre he sido José Antonio García de 091, incluso ahora mismo sigo siéndolo, es difícil poder apartar esa faceta cuando intentas hacer carrera en solitario, siempre te van a relacionar. Esto puede ser beneficioso en algunos aspectos e incluso perjudicial, porque esperan de ti más incluso que lo ofrecido por 091. Para mí nunca ha sido un problema, todo lo contrario, estoy muy orgulloso de ser quien soy y de pertenecer a la mejor banda de rock and roll que ha dado la madre patria. Yo tengo una personalidad muy definida cuando voy en solitario, lo que me diferencie enormemente.

“En este proyecto soy más yo y puedo expresarme con más precisión.”

¿Cuáles son esas diferencias entre el José Antonio García que vemos frente al micrófono de 091 y éste?

Son diferentes proyectos y creo que cada uno tiene su identidad propia. En 091 las canciones de José Ignacio marca mucho la estética de la banda. En el mío propio en solitario me siento mucho más libre para atraer géneros y propuestas muy diferentes, y subrayar los aspectos que han sido definitivos en mi carrera, ya que he pasado por diferentes bandas y cada una de ellas me ha aportado un sello que he ido sumando a mi personalidad. Creo que mi andadura en solitario es un espacio donde soy más yo y puedo expresarme con más precisión.

 

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