“A veces está bien ser el que toma las decisiones creativas”
EntrevistasJoe Goddard

“A veces está bien ser el que toma las decisiones creativas”

Beatriz H. Viloria — 15-05-2017
Fotografía — Archivo

Joe Goddard, cofundador de Hot Chip, vuelve a firmar disco ocho años después de su debut en solitario, "Harvest Festival" (Greco-Roman, 09). Con "Electric Lines" (Domino/[PIAS], 17) rinde homenaje a los distintos cables de la música electrónica que han conectado con su corazón, un afecto que impregna a cada uno de sus diferentes proyectos. Nos reunimos con el británico a la mañana siguiente de su pinchada en el Café Berlín de Madrid y, aunque había dormido poco, superó heroico la jornada de promoción.

Quien sigue tu trabajo sabe que te mantienes bastante ocupado: Hot Chip, The 2 Bears, publicas remezclas y llevas tu sello Greco Roman, pero, ¿por qué has tardado tanto en volver a publicar como Joe Goddard?
He estado muy feliz colaborando con gente, bien sea con Hot Chip o The 2 Bears. He estado haciendo música o de gira con ellos, no he tenido un hueco en el que no estuviera ocurriendo una de esas dos cosas. Pero ahora parecía el momento de hacer música por mi cuenta.

¿Algún acontecimiento concreto que provocara este regreso?
No sé, la verdad es que no. Simplemente estaba haciendo música por mi cuenta, empecé a alquilar un estudio en el este de Londres hace un par de años, cuando normalmente trabajo en el estudio de mi casa. Iba por allí a hacer música sin un propósito concreto, a crear cosas. La conclusión natural parecía ser que ese material entrara en un disco en solitario.

Alexis Taylor optó por un álbum de piano, mientras tú sigues explorando ritmos que quizás no tienen cabida en Hot Chip. Es bueno poder dar salida a esos diferentes gustos, ¿no?
Exactamente. Eso es lo esencial, que te mantengas creativamente satisfecho. Si tienes el deseo de hacer algo, tienes que hacerlo y así no se convierte en un problema dentro de Hot Chip o algo por el estilo. Cuando estás de gira con un grupo durante un año o año y medio y estás tocando la misma música cada noche, tienes ganas de hacer algo diferente en paralelo. Probablemente eso es lo que empujó a Alexis a hacer su disco y a mí a hacer el mío. Y eso no significa que haya algún problema con Hot Chip, es una cuestión de mantenerse creativamente satisfecho.

Mientras no afecte al grupo… Jamie XX y The XX son un buen ejemplo.
No tiene nada de malo, claro. Es algo sano.

¿Qué te sigue aportando tu proyecto personal?
Es una oportunidad para crear cosas y no comprometer nada. Creo que es importante no comprometerse a veces, aunque con Hot Chip o The 2 Bears no es realmente un problema, porque me gusta colaborar con gente, pero a veces está bien ser el que toma las decisiones creativas, eso es lo más satisfactorio.

Lo primero que salta a la vista en "Electric Lines" es que prácticamente todas las canciones tienen letra, mientras Harvest Festival era todo ritmos.
Supongo que, mientras las haces, algunas canciones piden ser instrumentales y otras no. Depende de si las letras se insinúan a medida que la canción va cobrando vida; a veces ocurre, imaginas unas melodías. Otros temas, como "Children" o "Lasers", sentía que debían ser canciones instrumentales de club, no sé realmente por qué. Se les podría añadir letra, pero sentía que estaban completas tal como son, otras no.

¿E imaginaste las voces de Alexis Taylor, Jess Mills, Daniel Wilson…?
Me podía imaginar cómo quería que fueran las letras, pero no conocía a Jess Mills hasta que empecé a hacer el disco, no me imaginaba a ella en concreto. Sabía qué tipo de voces quería y ella acabó siendo la persona perfecta. Fue algo muy fortuito porque Dom Bassira de Greco Roman me sugirió que trabajase con ella. Pasamos un par de días juntos y enseguida llegamos a esas dos canciones ("Music is the answer" y "Ordinary Madness"). Fue algo muy natural. Lo mismo pasó con Daniel Wilson. No exijo mucho de un cantante en las sesiones, si alguien viene a trabajar conmigo y lo que sale de manera natural me suena bien, ya está, entra en el disco. Así fue con ellos.

Al meter letra, te permite mandar mensajes positivos como el de "Music is the answer", que lo has presentado como un mensaje de unidad en momentos como el que vive actualmente el Reino Unido. ¿Cómo estás viviendo tú el proceso del Brexit?
Me molesta. Creo que la gente votó a favor del Brexit porque sentía que mejoraría la situación económica, eso lo que le prometieron, y no creo que vaya a ocurrir. De hecho, creo que el motivo por el que realmente estaban protestando es el capitalismo salvaje bajo el cual vivimos en mucho países de Europa y en América, ese es el verdadero enemigo, más que los inmigrantes. El verdadero problema es el capitalismo brutal donde unas compañías y unos individuos muy ricos hacen sufrir al resto de la población. Y la gente culpa a la inmigración. Me parece que fue una mala idea y la gente se dará cuenta de ello, porque los problemas que se pensaban que se iban a solucionar con el Brexit no se van a solucionar.

La canción titular rezuma nostalgia por los equipos antiguos que se ven sustituidos por nuevo material. Dado que el disco es tu homenaje a la música que te ha gustado a lo largo de los años, ¿era "Electric Lines" el título idóneo?
No lo elegí como título del disco por el contenido de la letra, lo elegí porque en principio me sonaba bien esa expresión. Luego fue adquiriendo sentido porque el disco empezaba a sonar una conexión de diferentes sonidos y cosas que me han gustado. Pero, sí, en esa letra hay un elemento de nostalgia y de pensar en lo que el futuro nos depara. Encaja en el contexto de mi disco en solitario, pensar en qué depara el futuro para Hot Chip… todo está conectado al final.

Y en este homenaje hay hueco para la música disco, UK garage, techno psicodélico, house… ¿qué canciones destacarían sobre el resto, como tributos a estilos que han sido clave para ti?
Muchas de ellas me recuerdan a momentos y lugares concretos. Por ejemplo, "Truth is light" me recuerda mucho a cuando el UK garage era lo más en Reino Unido, en 1999-2000. Fue una época muy emocionante. Estaba intentando evocar ese amor por esa música, y creo que eso está presente en todos los temas, el deseo de expresar lo que siento por este tipo de música cuando la estoy creando.

¿Has tenido a algún dj o productor como referencia desde que empezaste?
Mi gente favorita es gente muy querida e influyente como J Dilla. Creo que es la influencia más importante en la producción de música electrónica en general. Su trabajo con Slum Village, Common o A Tribe Called Quest ha marcado un camino para la música electrónica. Y, si te soy totalmente sincero, también es una de mis mayores influencias, tenía un estilo tan visionario y bueno que inspiró a todo el mundo. Es el primero que se me viene a la cabeza… En realidad no hizo música disco o house, pero el estilo que tenía al hacer R&B y hip-hop se puede ver en todas partes dentro de la electrónica.

Como amante de los clásicos, ¿cómo ves la electrónica actual y, en concreto, la contaminada etiqueta de “EDM”?
Veo el EDM como una música muy diferente, me parece que es música de festival. Si escuchas una sesión de EDM, tienes un minuto de ritmo, en el que se supone que la gente baila, y un minuto y medio de canción, con una épica voz femenina. Suena a Coldplay, están diseñadas para sonar en un festival, no para un local, no consiste en un ritmo, que es la idea tradicional de la música de club. EDM es un campo con 70.000 personas, cañones de purpurina, luces… es para eso. Y no pasa nada, yo no tengo ningún problema con la gente que hace o escucha esa música, pero no tengo ningún deseo de hacerla o estar ahí, no es algo a lo que aspire.

El problema estaría en la gente cuya noción de lo que es la música electrónica es el EDM, ¿no?
Es algo muy grande ahora mismo en Estados Unidos y le interesa a todo el mundo. Yo creo que, a medida que los fans del EDM se hacen mayores, empiezan a investigar un poco la música electrónica, ven el gran material que hay, lo superan y dan un paso más. En ese sentido, es algo positivo.

Hablemos de tus otros proyectos. ¿Ya estás con The 2 Bears en el estudio?
Sí. Nunca paro de trabajar, en realidad, porque es algo que me divierte. Tenemos un par de temas casi acabados, así que no creo que tardemos mucho en sacar algo, está en el aire.

Y aún tienes tiempo para meterte en tareas como la revisión de Tactus Tempus, la pieza experimental de 1973 de Frank McCarty, con Floating Points, Caribou… ¿cómo surgió?
Surgió porque toda la gente que ha participado en la grabación está metida en una cadena de correos en la que hablamos sobre sintetizadores, material nuevo que hemos comprado, problemas, preguntas, etc. Es como un foro en el que hablamos sobre cosas que nos gustan. Y Ryan Smith, que toca con Caribou, sugirió que nos juntásemos para hacer esta pieza, creo que encontró la vieja partitura de este californiano, Frank McCarty, y propuso que la tocásemos. Encontramos un momento en el que muchos de nosotros estábamos en Londres y nos metimos en mi estudio. Nos juntamos ocho personas y fue muy divertido. Tenía todo el sentido del mundo.

¿Coleccionas sintetizadores? ¿Cuántos tienes?
No sé, muchos, creo que unos 15, entre viejos y nuevos. Es algo que me encanta y me hace feliz. Me siento muy cómodo cuando estoy rodeado de estos equipos y disfruto explorándonos.

Tienes dos hijos. ¿Han mostrado interés por la música que haces o por tus equipos?
Sí, están interesados. Y por ello tuve que trasladar las cosas de mi casa a un estudio externo, porque estaban demasiado emocionados. Cuando estaba trabajando, entraban y se ponían a dar vueltas en la silla, a tocar botones y eso. Un día vino una chica a casa para cantar conmigo, no la conocía y ambos estábamos nerviosos, y mis hijos andaban aporreando la puerta.

La escena me recuerda al vídeo del presentador de la BBC…
Ah sí, justo así, lo estropearon todo. Pero les encanta y es genial.

Te nominaron al Grammy por tu remezcla de Wide Open de The Chemical Brothers y uno de tus últimos experimentos ha sido con Anymore de Goldfrapp. ¿Qué es lo que más disfrutas cuando las haces?
Lo veo como un proceso de aprendizaje. Me gusta coger sus canciones, desnudarlas, puesto que a veces sólo dejo las voces, y construir una nueva canción en torno a eso. Es una buena forma de aprender sobre composición: construyendo nuevos acordes, ver lo que funciona, si puedes cambiar el tono del tema, etc. Es como un puzzle que tienes que resolver. Hay alguna remezcla más en camino.

Joe Goddard pinchará en el Sónar y Bilbao BBK Live.

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